Odiar a otra persona puede pasarle factura; es mentalmente agotador y, en última instancia, una forma poco saludable de vivir. Si bien nunca vas a estar cara a cara con todos, tienes control sobre cómo reaccionas ante diferentes personas y puedes optar por liberarte y seguir adelante. Y si trabajas lo suficiente, ¿quién sabe? Puedes terminar como mejores amigos.
Parte uno de tres:
Aprendiendo a querer a tu enemigo
- 1 Sé la persona más grande. Si odias a alguien, es probable que exista una razón. Tal vez te peleaste o te hicieron algo hiriente. Si quieres convertir a tu enemigo en tu amigo, debes dejarlo ir y decidir en tu cabeza seguir adelante.[1]
- Intenta ver tus interacciones pasadas desde el punto de vista de tu enemigo. ¿Hubo quizás algo que hiciste que podría haberlos lastimado también?
- Si no sabes por qué no te gusta esta persona, tómate un tiempo para pensarlo. Quizás no te gusten porque te recuerdan a otra persona que no te gusta.
- 2 Trata bien a tu enemigo. Cuanto mejor trato a una persona, es más probable que piense en ellos de forma positiva. Tómese una semana y haga todo lo que pueda para tratar mejor a su enemigo. Al final de la semana, es posible que se sorprenda al descubrir que sus sentimientos hacia ellos ahora son completamente diferentes.[2]
- Haz un esfuerzo para decir "Hola" a tu enemigo cada vez que los veas.
- Mantenga una puerta abierta para ellos o les sonría en el pasillo.
- 3 Imagina que tu enemigo es un miembro de la familia. Todos tienen miembros de la familia con los que no se llevan bien. Pero la familia es sangre, así que tienes que aprender a aguantarlos. Al pretender que tu enemigo es parte de tu familia, te obligas a encontrar formas de aguantarlos e incluso relacionarte con ellos.[3]
- Busque similitudes entre la persona que odia y las personas que ama.
- Por ejemplo, si a tu papá le encanta el fútbol y a la persona que odias también le gusta el fútbol, utiliza esa similitud para engañar a tu cerebro.
- 4 Deja de hablar negativamente sobre tu enemigo. Hablar de alguien a sus espaldas puede ser un placer culpable, pero también es una manera de engañar a su cerebro para que crea que las cosas que dice son ciertas.[4]
- Siempre que tengas ganas de decir algo negativo acerca de esta persona, en su lugar encuentra algo agradable que decir.
- Haga una lista de todas las cosas que le gustan de la persona (incluso si es una lista corta) y concéntrese en los atributos positivos.
Parte dos de tres:
Comenzando a vincularse con su enemigo
- 1 Pide un favor. Si esta persona es realmente tu enemiga, entonces pedir ayuda probablemente no esté en tu lista de prioridades. Sin embargo, si pide un favor y aceptan ayudarlo, abre una puerta para una mayor comunicación.[5]
- El favor no tiene que ser grande; puede ser algo pequeño, como pedir ayuda con una tarea.
- Existe la posibilidad de que la persona decline. Si lo hacen, pruebe una táctica diferente más adelante.
- Asegúrate de decir por favor y gracias, estás tratando de reconstruir una relación y ayuda de modales.
- 2 Busca las cosas que tienes en común. Como humanos, hay muchas cosas en este mundo que amamos: libros, películas, comidas, experiencias, etc. Es casi imposible que usted y la persona que odia no tengan nada en común, así que busque oportunidades donde pueda usar esto. romper el hielo.[6]
- Observe subrepticiamente a su enemigo y haga una lista de todas las cosas que les gustan y las que no les gustan.
- Busque oportunidades en las que pueda vincularse con estas características comunes.
- Por ejemplo, si los ve leyendo un libro que ama, diga algo como "Me encanta ese libro. ¿En qué parte estás? "Y permite que la conversación vaya desde allí.
- 3 Elogie a su enemigo A todo el mundo le gusta escuchar cosas buenas sobre ellos mismos, y tu enemigo no es una excepción. Haga un esfuerzo para decirles algo agradable siempre que sea posible; incluso pueden lanzar un cumplido en tu camino.[7]
- Dale cumplidos honestos a tu enemigo, no mientas y di que te gusta algo si realmente no lo haces.
- Felicite a su enemigo por su atuendo o cabello o una idea que tuvieron en clase o en el trabajo.
- No se exceda: pueden preocuparse de que se esté burlando de ellos o sea poco sincero.
- 4 Usa su nombre y practica la escucha activa. La forma en que hablas con tu enemigo puede tener una gran influencia en cómo te responden. Use su nombre con frecuencia e intente repetir lo que dicen cuando tenga conversaciones entre ellos.[8]
- Tenga cuidado de no repetir lo que dicen exactamente; siempre reformúlelo y póngalo en sus propias palabras para mostrar que estaba escuchando.
- Si dicen algo así como: "Repasemos la tarea después de la clase", puede repetirla diciendo: "Está bien, nos veremos al final del día para repasar el trabajo".
Parte tres de tres:
Creando una Amistad con tu Enemigo
- 1 Invítalos a pasar el rato. Una vez que hayas logrado engañarte para que te guste tu enemigo y hayas tenido algunas interacciones positivas con tu enemigo, es hora de subir la apuesta. Haga una fiesta o reunión e invite a la persona que odia a que venga.
- Asegúrate de que la primera vez que salgas no sea uno a uno.
- Pasar tiempo con ellos en un entorno grupal es una manera de conocerlos como amigos de menor presión.
- 2 Ser personal A medida que usted y su enemigo se hacen amigos, haga un esfuerzo para exponer algo privado acerca de usted. Confiar en tu ex enemigo te ayudará a construir tu vínculo y fortalecer tu amistad.[9]
- Cuéntale a tu ex enemiga una historia vergonzosa sobre ti o confiesa un placer culpable.
- Aliéntelos a hacer lo mismo; cuanto más puedan abrirse uno al otro, más cerca se sentirán.
- 3 Mantener la relación. Las amistades, como cualquier relación, necesitan amor y cuidado para florecer.Haga un esfuerzo para mantenerse en contacto con su nuevo amigo; invítelos a pasar el rato o invítelos a salir en una cita de amistad con usted.[10]
- Alterne quién está invitando a quién más y quién está planeando qué actividad para que no se sienta como si uno de ustedes estuviera controlando la relación.
- Sé amigo en línea y por teléfono: agrega a tu nuevo amigo en las redes sociales y busca oportunidades para enviarles mensajes de texto con las cosas que crees que disfrutarán.
- 4 Esté allí para su amigo. La amistad es una calle de doble sentido y cuanto más puedas dar a una amistad, más terminarás consiguiendo. Si su nuevo amigo está teniendo un mal día o necesita un hombro para llorar, esté disponible.[11]
- Esté allí para su nuevo amigo y es probable que estén allí para usted.
- Trata a este nuevo amigo de la misma manera en que tratarías a todos tus otros amigos: defiéndete de ellos y sé leal y amable.
- 5 Ser uno mismo. Si realmente quieres llevar tu estado de amistad de "amigo" a "mejor amigo", el truco es ser tú mismo. Simplemente haces todo este trabajo para convertir a un enemigo en un amigo: imagina qué traicionado se sentirán si descubren que no estás siendo honesto con respecto a quién eres.[12]
- Haga un esfuerzo para seguir pasando tiempo con su nuevo amigo. Cuanto más tiempo pase con ellos, más cómodo se sentirá a su alrededor.
- Déjales ver los lados de ti que nadie más ve. Sé tonto, sé honesto y anímalos a hacer lo mismo.
- No te preocupes si nunca llegas al estado de "mejores amigos". Tienes un enemigo menos y un amigo más, así que estás bien.
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