Los lentes de contacto son mucho más convenientes de usar para muchas personas que los anteojos, especialmente si usted está activo y descubre que los anteojos pueden obstaculizar los deportes, etc. Sin embargo, los lentes de contacto conllevan un mayor riesgo de desarrollar una infección ocular, por lo que es importante saber los pasos para prevenir las infecciones oculares, así como saber cuándo buscar tratamiento médico de su médico.
Parte uno de dos:
Tomando precauciones al usar lentes de contacto
- 1 Tome las medidas apropiadas para prevenir una infección ocular. Por ejemplo, es importante tener exámenes oculares regulares.[1] De esta manera, su médico puede asegurarse de que tenga lentes de contacto que se ajusten bien, y también puede evaluar la salud general de sus ojos y detectar posibles infecciones.
- También es importante reemplazar los lentes de contacto con la frecuencia que le haya recetado su oculista.
- 2 Lávese bien las manos con agua y jabón y séquelas antes de manipular sus lentes de contacto.[2] Las bacterias de sus actividades cotidianas pueden acumularse fácilmente en sus manos durante todo el día, por lo que es fundamental lavarse bien antes de insertar o quitar sus lentes de contacto para prevenir infecciones.
- 3 Limpie sus lentes de acuerdo con las instrucciones del fabricante y siga las pautas dadas por su médico.[3] Use una solución limpiadora (desinfectante) nueva cada vez que limpie y almacene sus lentes. Asegúrese de nunca volver a utilizar la solución anterior ni mezclar una solución nueva con la anterior. Nunca use solución salina para desinfectar lentes.
- 4 Guarde las lentes reutilizables en la caja de almacenamiento adecuada.[4] Los estuches de almacenamiento deben enjuagarse con una solución estéril para lentes de contacto (nunca usar agua del grifo) y dejarlos abiertos para que se sequen. Reemplace sus cajas de almacenamiento una vez cada tres meses.
- 5 Evite dormir mientras usa sus lentes de contacto.[5] Dormir con lentes de contacto aumenta las posibilidades de infección, así como arañazos o daños en la córnea. Incluso las lentes de contacto de "uso prolongado" son las mejores para quitar por la noche, ya que aún es posible infectarse con ellas.
- 6 Evite nadar, bañarse o mostrarse con lentes de contacto en.[6] Puede haber bacterias en el agua (o, en el caso de una ducha, puede hacer que las bacterias de su piel u otras partes entren más fácilmente en sus ojos) por lo que se recomienda retirar sus lentes de contacto cada vez que se encuentre en el agua.
- Si absolutamente necesita usarlos en agua (por ejemplo, cuando nade), use gafas y asegúrese de limpiar y desinfectar a fondo sus lentes de contacto.[7]
Parte dos de dos:
Saber cuándo buscar ayuda médica
- 1 Reconozca los signos y síntomas de una infección ocular. Consulte a su oculista de inmediato si experimenta alguno de los siguientes:[8]
- Visión borrosa
- Desgarro excesivo
- Dolor de ojo
- Sensibilidad a la luz
- La sensación de tener algo en el ojo
- Hinchazón, enrojecimiento inusual o irritación en el ojo.
- 2 Sepa que la elección del tratamiento depende de las causas de su infección ocular.[9] Las infecciones bacterianas se tratan con antibióticos, infecciones virales con medicamentos antivirales e infecciones fúngicas con antifúngicos.
- La forma más común de tratamiento son las gotas para los ojos recetadas que le da su médico.[10] Él o ella le dará instrucciones de cuántas gotas colocar en cada ojo con qué frecuencia, y un marco de tiempo esperado para la recuperación. La prescripción para gotas oculares se adaptará, por supuesto, al diagnóstico del tipo de infección ocular que tenga.
- Si no mejora dentro de unos días a una semana (o si sus síntomas empeoran en algún momento), reserve una cita de seguimiento con su médico para descartar que algo más grave esté sucediendo.
- 3 Comprenda que ocasionalmente se recetan gotas de esteroides para sus ojos además de tratar la infección subyacente.[11] Esto depende de la gravedad de su infección, ya que los esteroides tópicos a veces pueden ser útiles para disminuir la inflamación y el enrojecimiento en el (los) ojo (s).
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