La intimidación es cada vez más común y puede tener graves consecuencias negativas. En la mayoría de los casos, la intimidación no ocurre frente a los adultos y no hay signos evidentes de que esté sucediendo. Algunos adolescentes pueden tener miedo, avergonzarse o simplemente sentirse incapaces de hacer algo al respecto si están siendo intimidados. Si conoces a una preadolescente o adolescente que está siendo intimidado, con persistencia y determinación, puedes ayudarlos a resolver la situación.
Parte uno de cuatro:
Reconociendo signos de intimidación
- 1 Busque cambios en el estado de ánimo. Mientras que los preadolescentes y adolescentes pueden ser caprichosos e impredecibles por definición, por lo general tienen un temperamento de referencia o 'normal'. Preste atención a cualquier cambio en la forma en que se comporta el adolescente; esto puede ser una señal de que están siendo intimidados.[1]
- ¿A menudo parecen ansiosos, nerviosos o nerviosos?
- ¿Se enojan, se enojan o se entristecen más de lo que lo hacían antes?
- 2 Observe si se están retirando. La retirada de actividades que solían disfrutar, la renuencia a ir a ciertos lugares y / o aislarse, especialmente sin una buena razón por la que lo están haciendo, son posibles indicadores de intimidación.[2]
- 3 Busque problemas para dormir. Los adolescentes normalmente tienen hábitos de sueño extraños: a veces parecen no hacer nada más que dormir, y otras veces parece que siempre están despiertos. Los grandes cambios en los hábitos de sueño como, dormir mucho más de lo normal, no poder dormir y tener pesadillas pueden ser indicios de que un adolescente está siendo intimidado.
- 4 Esté atento a los cambios en los hábitos alimenticios. Algunos adolescentes desarrollan poco apetito, problemas digestivos o trastornos de la alimentación debido a la intimidación. Algunas veces, los niños intentan 'aumentar su peso' o aumentar de peso en un esfuerzo por tratar de ser intimidado. Las niñas que son intimidadas por su apariencia pueden desarrollar trastornos de la alimentación como la anorexia o la bulimia en un intento de terminar con el acoso y aumentar su autoestima.
- 5 Explore las quejas físicas. A veces, cuando una persona es intimidada, se queja de "no sentirse bien" o de tener "dolor de estómago".[3] A menudo hay un patrón para esto. Por ejemplo, su hijo adolescente siempre puede tener un dolor de cabeza antes de la escuela, pero nunca los fines de semana.
- Esto puede deberse a que en realidad tienen síntomas físicos del estrés de ser intimidado.
- Puede ser que estén tratando de evitar ir a algún lado o hacer algo que los exponga al agresor.
- 6 Busque bajando las calificaciones. A menudo, los adolescentes que son intimidados comienzan a mostrar un bajo rendimiento en la escuela.[4] Sus calificaciones pueden disminuir, pero también pueden mostrar otros problemas en la escuela, como quedarse dormido en clase, contestar, faltar a la clase, etc.
- 7 Conozca los tipos de intimidación. La intimidación adopta muchas formas que a menudo no tienen nada que ver con dañar físicamente a otra persona. Comprender las diferentes maneras en que los adolescentes pueden ser intimidados puede ayudarlo a reconocer que está sucediendo, a comprender por lo que están pasando y a descubrir cómo resolverlo.[5]
- El acoso directo ocurre cuando el acosador hace algo directamente a la víctima. Por ejemplo, si Wanda mira a Sam y dice: "¡Oye, Sam! Eres un perdedor". El acoso indirecto es cuando el acoso es más encubierto.[6] Por ejemplo, ser socialmente excluido debido a falsos rumores.
- Los insultos, las amenazas verbales, los chismes y aislar socialmente a alguien son todas formas de acoso emocional.[7]
- El acoso cibernético ocurre a través de mensajes de texto, correos electrónicos, blogs, redes sociales, etc. Puede tomar la forma de mensajes y mensajes amenazantes, ofensivos o simplemente sencillos, así como también publicar fotos o videos vergonzosos de la víctima.
- La forma más reconocida de intimidación es la intimidación física. Por ejemplo, patear, golpear, pellizcar, empujar, etc. Dañar y destruir la propiedad de la víctima también son formas de intimidación física.
- A veces los agresores usarán varias tácticas diferentes para hostigar al adolescente. Por ejemplo, pueden hacer que alguien más los filme abofeteando a la víctima y luego publicarla en línea.
Parte dos de cuatro:
Apoyando a tu adolescente
- 1 Acércate al tema cuidadosamente. Para ayudar a su adolescente a resolver este problema, debe hablar con ellos sobre lo que está sucediendo. Si bien algunos adolescentes pueden recurrir a sus problemas, hay muchos que no dicen nada.[8] Independientemente de si se acercan a usted acerca de ser intimidado o si va con ellos, hágales saber que usted se preocupa por ellos, que están preocupados por ellos y que están ahí para ayudarlos.
- Encuentre oportunidades para plantear indirectamente el tema. Los adolescentes son muy perceptivos. Ellos sabrán lo que estás haciendo, pero sacarlo indirectamente les da un poco de tiempo mientras hablas para reunir el coraje que necesitan decirte.
- Puede intentar decir: "He notado algunos cambios en ti que me tienen preocupado. Recuerda esa película que vimos el otro día. Pero, en serio, ¿alguien o algo te molesta? ¿Estás siendo intimidado? "
- 2 No los empujes a hablar Si no quieren hablar de ello, o lo niegan, entonces no lo presionen en ese momento. Hay muchas emociones y sentimientos que pueden venir de ser intimidado. Algunas veces un adolescente puede necesitar tiempo para abrirse. Hágales saber que cuando estén listos para hablar sobre lo que está sucediendo, estarán allí. Abre el tema nuevamente otro día.
- A veces los adolescentes se sienten avergonzados o culpables por lo que les está sucediendo.
- A veces tienen miedo de que el acosador les haga algo malo si cuentan lo que está sucediendo.
- 3 Escucha con calma y atención. A veces, los adolescentes no quieren contarles a los adultos que están siendo intimidados por la forma en que creen que el adulto reaccionará.[9] Escuche sin juicio ni crítica. Escuchar con tranquilidad les permite saber que los respalda sin presionarlos.Escuchar atentamente puede darle detalles sobre la intimidación que puede necesitar más tarde para resolver la situación. También puede darle una idea de cómo se siente el adolescente acerca de lo que está sucediendo.
- 4 Felicítelos por hablar con usted. Deje que el adolescente sepa que son valientes e hicieron lo correcto por decírselo.[10] Permitirles saber que hicieron lo correcto al hablar de eso puede aliviar la ansiedad que sienten por la situación en general y por hablar de ello. Intenta decir: "Sé que hablar de esto no es fácil y se necesita mucho coraje. Me alegro de que te hayas abierto a mí y estoy orgulloso de ti ".
- 5 Hacer preguntas. Obtenga toda la información posible sobre lo que está sucediendo. Mientras más información tenga, mejor podrá apoyar al adolescente para terminar con el acoso. Haga preguntas como quién, qué, dónde, cuándo y por qué. También haga preguntas sobre las emociones, preocupaciones, reacciones, etc. del adolescente.
- 6 Hágales saber que no es su culpa. A menudo, las víctimas de la intimidación pueden sentir que tienen la culpa.[11] Pueden sentir que si no tuvieran tanto sobrepeso, flaco, raro, etc., entonces no serían intimidados. Intenta decir: "Lo que está sucediendo no es tu culpa". No te culpes y no te sientas culpable por el comportamiento y las decisiones de otra persona ".
- 7 Cultivar su autoestima. Ser intimidado puede reducir la autoestima, lo que en realidad puede aumentar el riesgo de ser más intimidado. Una de las mejores cosas que puede hacer para apoyar a su hijo adolescente es alentarlo y hacer y decir cosas que aumenten su autoestima. Por ejemplo, dígales: "Eres una gran persona con muchos talentos y cosas geniales sobre ti". No dejes que el acoso te haga olvidar eso ".
- De ser necesario, haga que el adolescente hable con un consejero o terapeuta sobre los problemas de autoestima.
- 8 Conéctese regularmente. Especialmente ahora mismo, haga un esfuerzo para que el adolescente sepa que usted siempre está ahí para ayudarlos. Aunque puede no serlo a diario, tomarse un tiempo regular para ponerse al día es una excelente manera de apoyar a un adolescente que está siendo intimidado. Les hace saber que usted se preocupa por ellos en general y lo que les está sucediendo. También puede ayudar a aliviar parte de su estrés y tensión.[12]
Parte tres de cuatro:
Darle consejos a su adolescente
- 1 Explore diferentes enfoques. Debido a que la intimidación puede incluir tantos comportamientos y acciones diferentes (y una combinación de ellas), existen diferentes enfoques que pueden y deben tomarse al abordar la intimidación. [13] Hágale saber a su adolescente que tal vez necesiten adaptar su consejo para que se ajuste a sus circunstancias específicas.
- 2 No te hagas físico Los padres pueden querer decirle a sus adolescentes que se defiendan o que se hagan físicos como una forma de manejar a un agresor.[14] Hacer un examen físico puede hacer que la situación se agrave rápidamente y provocar que alguien se grave o sufra graves problemas. Si su adolescente está siendo agredido físicamente, debe defenderse y protegerse a sí mismo mientras trata de escapar.
- 3 Evita el matón. Si bien no le conviene aconsejar al adolescente que cambie completa o drásticamente su vida, evitar al agresor es una de las formas más fáciles de disminuir la intimidación. Tomar una ruta diferente, usar un baño diferente, etc. son maneras en que su adolescente puede evitar interactuar con el agresor.
- 4 Confíe en amigos Recomiende a su adolescente que intente siempre tener a alguien con ellos. La intimidación es menos probable que ocurra si están con amigos.[15] Además, los amigos pueden ofrecer apoyo moral y también pueden servir como testigos de lo sucedido, si es necesario. Pasar tiempo con amigos también puede ayudar a restablecer la autoestima y la confianza de su hijo adolescente.[16]
- 5 Mantén la calma. Aunque puede ser muy difícil, especialmente si el abusador dice o hace cosas extremadamente malas, avísele a su hijo adolescente para que controle su propio enojo, miedo y frustración y se mantenga tranquilo. Los matones quieren una reacción a su comportamiento y mantener la calma los priva de eso.
- Recomiende a su hijo adolescente que practique no reaccionar o que intente tener una "cara de póker".
- Recuérdele al adolescente que trate de no llorar, verse molesto o incluso sonreír o reír, ya que estos comportamientos pueden enfurecer aún más al agresor.[17]
- En situaciones en línea, el adolescente debe evitar responder a comentarios o publicaciones negativas. Si es posible, elimínelos.
- 6 Dígales que se detengan y luego váyanse. Similar a evitar al agresor, decirles que dejen de alejarse de ellos es una de las maneras más efectivas de lidiar con ellos. Ignorar al acosador no les da la reacción que quieren y les muestra que no tienen control; eventualmente pueden cansarse de intimidar a su hijo adolescente por completo. Recomiende a su hijo adolescente que cuando el acosador comience a acosarlo, le diga al acosador que se detenga y luego se vaya.
- 7 Cuéntale a un adulto de inmediato. Recomiende a su hijo adolescente que le cuente a un maestro, consejero, director, entrenador, incluso a un miembro del personal de conserjes lo antes posible. Deberían hacer esto por varias razones. Por un lado, la intimidación a menudo empeora cuando no se informa y el acosador se vuelve más audaz con sus acciones porque no creen que les pase nada.
- Decirle a un adulto también está documentando lo que sucedió en caso de que la información se necesite más tarde.
- También alivia parte de la tensión y el estrés de la situación al darle al adolescente otro aliado.
- Incluso el acoso cibernético debe ser informado a un adulto. Si es posible, informe también a un administrador del sitio.
- 8 Manejar el estrés. La intimidación puede ser una experiencia extremadamente estresante y el manejo eficaz de este estrés puede ayudar a su adolescente a resolver con éxito esta situación. Mantenerse saludable también puede contrarrestar parte del estrés de la intimidación. Recomiende a su adolescente que coma comidas balanceadas, duerma lo suficiente, haga ejercicio y aprenda y use técnicas de manejo del estrés como la respiración profunda, la meditación consciente, la visualización, etc.
- 9 Mantente positivo. Recuérdele a su hijo que, aunque esta es una situación difícil, todavía hay mucho por lo cual agradecerle y alegrarle la vida. Mantener una actitud positiva puede ayudar a disminuir el impacto que tiene el acosador sobre la autoestima y la confianza de los adolescentes.
- Sugiera que su hijo vuelva a involucrarse con las cosas que les gustan.
- Anime a su hijo adolescente a llevar un diario o una lista de cosas que agradecen.
- Recomiende que su adolescente socialice con personas positivas tanto como sea posible.
- 10 Ser implacable Recuérdele a su hijo que tienen que ser tan determinados como el agresor. Su hijo adolescente debería seguir diciéndole al acosador que se detenga. Sigue caminando. Informe cada incidente de acoso escolar hasta que se detenga. Su adolescente debe ser tan persistente como el bravucón y no darse por vencido.
Parte cuatro de cuatro:
Tomando su propia acción
- 1 Actúa de inmediato. La intimidación puede tener efectos graves a corto y largo plazo. No espere para ver si la situación mejorará, haga algo tan pronto como sepa que su adolescente está siendo intimidado.
- Habla con el adolescente, dales consejos y apóyalos.
- Tome notas sobre lo sucedido para que cuando lo informe, pueda tener los detalles a mano.
- Si es necesario, obtenga ayuda de emergencia de los lugares apropiados.
- 2 Denuncia el acoso. Deje que las personas adecuadas sepan lo que está pasando. Informarlo no solo apoya al adolescente al crear un equipo de personas que abordan el problema, sino que también responsabiliza a las personas por tomar medidas y resolver el problema.
- Si usted es un padre, informe el acoso a los maestros de su hijo y al director, entrenadores y otras personas apropiadas.
- Si usted es un maestro, informe la intimidación a su director, a los padres del alumno y, si corresponde, al consejero vocacional y / u otros maestros y entrenadores.
- Los entrenadores, consejeros de campamento, mentores, etc. deben informar a los padres del adolescente, así como a cualquier otra persona apropiada (oficiales de la liga, directores de campamento, etc.)
- Si la intimidación es especialmente cruel, causa daño físico o sexual, probablemente deba informarlo a las autoridades legales y posiblemente buscar atención médica.
- 3 Reconsiderar acercarse a los padres del matón. A menudo, los padres intentan resolver la intimidación hablando con los padres del acosador. En algunos casos, esto puede ser efectivo, pero también puede causar más problemas. A menos que al menos esté familiarizado con los padres y su entorno familiar, es mejor permitir que los maestros, entrenadores, consejeros, etc. se comuniquen con los padres del agresor.[18]
- Si el agresor proviene de un entorno doméstico abusivo, hablar directamente con los padres podría dañar al agresor o escalar el acoso escolar.
- Si está seguro de que quiere hablar con los padres, hágalo en un lugar neutral con alguien que pueda mediar, como en la escuela con un regalo principal.
- Si habla con los padres del acosador, sea respetuoso, calmado y abierto a la resolución de problemas. Esta es probablemente una prueba difícil para ellos también.
- 4 Se persistente Regístrese frecuentemente con los maestros, administradores, etc. para averiguar qué progreso se está logrando para resolver la situación. Por lo general, la intimidación no termina de la noche a la mañana, pero si usted y su hijo adolescente persisten, puede ayudar a su adolescente a superarla.
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