Los pacientes con demencia tienen un mayor riesgo de caídas que otros pacientes de edad similar. La confusión puede hacer que los lugares familiares parezcan desconocidos, y los pacientes con demencia pueden tener problemas para ver y evaluar la profundidad adecuadamente. Por lo tanto, es bueno ayudar a reducir el riesgo de caída de la persona, realizando cambios en su entorno, realizando cambios en su rutina y examinando sus problemas médicos.

Parte uno de tres:
Haciendo Cambios al Ambiente

  1. 1 Asegúrese de que la iluminación sea suficiente. La demencia puede afectar la forma en que una persona ve e interactúa con su entorno, por lo que una buena iluminación puede ayudarlo a evaluar mejor las distancias. Agregar más luz puede disminuir las sombras y aclarar la habitación, lo que puede ayudar a que una persona vea mejor. Asegúrese de que haya suficientes luces brillantes en toda la casa, preferiblemente de fácil acceso.[1]
    • También puede ayudar agregar luces nocturnas, especialmente si la persona está acostumbrada a no encender las luces cuando se levantan por la noche.
    • Además, asegúrese de que todos los espacios en el hogar tengan luz, incluidos los armarios.
    • Asegúrese de abrir las cortinas durante el día para ayudar a aumentar la iluminación natural, pero ciérrelas por la noche, mientras enciende más luces en el interior.[2]
  2. 2 Descansa espacios para caminar. En el interior, es importante asegurarse de que la persona tenga un lugar despejado para caminar. Recoge cualquier desorden del piso y asegúrate de que el piso esté nivelado para caminar. Si la alfombra está arrugada, por ejemplo, es hora de reemplazarla.[3]
    • También debe pegar o pegar las alfombras al piso (o sacarlas).
    • Retire los cables expuestos.
    • Evite que los pisos se vuelvan resbaladizos. Asegúrese de eliminar cualquier derrame. Omita encerando los pisos si es posible.
  3. 3 Marque las áreas peligrosas del hogar con colores brillantes. Las personas con demencia pueden tener dificultades para ver bordes distintos en los objetos. Por ejemplo, es posible que no puedan ver dónde termina la escalera o dónde se encuentra un escalón hacia la cocina. Incluso si han vivido en la casa durante años, la demencia puede hacer que olviden dónde están estos peligros. Agregar señales visuales, como cinta adhesiva brillante en una escalera, puede ayudar a reducir el riesgo.[4]
  4. 4 Asegúrese de que los colores sean fáciles de detectar. Use colores contrastantes para ayudar a definir cosas como alfombras de baño y tapetes de bienvenida desde su fondo. Además, adhiérase a los colores sólidos, ya que los patrones pueden provocar confusión. Lo mejor es evitar el negro, especialmente en el suelo, ya que una persona con demencia puede verlo como un agujero.[5]
    • También puede pintar las puertas de un color diferente, separar la pared de los rodapiés utilizando diferentes colores (como un color más claro para las paredes y más oscuro para los rodapiés), y usar un inodoro de color de contraste.
    • También puede ayudar a marcar cosas como el borde de la bañera con un color que contraste (usando cinta adhesiva o una toalla).
  5. 5 Haz que los muebles sean más útiles. Para alguien que puede tener problemas para caerse, es importante tener muebles que no estén demasiado cerca del piso. Además, trate de salirse con la menor cantidad de piezas posible, ya que eso significará menos elementos para encontrar. Finalmente, intente no mover los muebles con mucha frecuencia, ya que esto puede ser confuso y provocar el tropiezo de una persona con demencia.[6]
  6. 6 Mueva su habitación abajo. Las escaleras aumentan el riesgo de una persona de caerse. Mueva la habitación de la persona abajo, si es posible, para que no tengan que subir y bajar tantas veces. Por supuesto, la persona también necesitará un baño completo en el piso inferior.[7]
  7. 7 Trabaja en el baño. El baño es uno de los lugares donde las personas se caen más a menudo. Agregue cosas como un asiento de inodoro elevado, barras de agarre junto al inodoro y la bañera, y tapetes antideslizantes para que sea más seguro y reduzca la posibilidad de que la persona se caiga. Agregar más luz también puede ayudar.[8]

Parte dos de tres:
Disminuyendo su riesgo

  1. 1 Mantenga los artículos necesarios junto a la cama. Una persona con demencia es más probable que se confunda cuando se despiertan a la mitad de la noche y otras veces. Agregue a eso que ellos no pueden ver bien y que pueden tener problemas de equilibrio debido a la somnolencia, y es fácil ver cómo la noche puede ser un problema. La mejor solución es guardar tantas cosas como necesiten junto a la cama, como un vaso de agua, pañuelos desechables y su teléfono. También agregue una lámpara o linterna y anteojos, si los necesitan.[9]
  2. 2 Poner las cosas en el mismo lugar. Asegúrese de mantener elementos como llaves, zapatos y billeteras siempre en el mismo lugar. Hacerlo ayuda a la persona a encontrar el objeto más fácilmente, lo que significa que no tiene que vagar por la casa buscándolo. Cuanto más vagan, más probabilidades hay de que caigan, especialmente si están agitados.[10]
  3. 3 Asegúrese de que tengan zapatos adecuados. Los zapatos sólidos son los mejores, particularmente los que no se deslicen en los pies de la persona. Los cordones tampoco son una buena idea, ya que pueden desatarse y disparar a la persona. Adhiérase a los slip-ons con espalda o zapatos con tiras de velcro.[11]
    • Asegúrese de que la persona use zapatos incluso en la casa, ya que la mayoría de las zapatillas no brindan suficiente soporte.
  4. 4 Considere un andador o un bastón. Si la persona que está cuidando es inestable, un andador o un bastón puede ayudarlos a mantener el equilibrio. Puede encontrarlos en la farmacia o en la tienda de suministros médicos. De hecho, algunos seguros cubrirán estos dispositivos si un médico los considera médicamente necesarios.
  5. 5 Baje el nivel de ruido. El ruido puede volver irritable a una persona con demencia, ya que puede aumentar su confusión. Lo mejor es mantener el ruido bajo, ya que con el aumento de la irritabilidad y la confusión viene un mayor riesgo de caídas.[12]
  6. 6 Distrae a la persona según sea necesario. Cuando la demencia de una persona empeora, puede recurrir a viejas rutinas que ya no son relevantes, como intentar levantarse e ir a trabajar por la mañana. Esta deambulación extra aumenta la probabilidad de una caída. Sin embargo, solo decirle "no" a la persona solo los frustrará.En cambio, trate de distraerlos con algo más que les guste, como prepararles una taza de café o jugar juntos.[13]

Parte tres de tres:
Ayudando con el lado médico

  1. 1 Haga que la persona sea evaluada por riesgo. Una evaluación médica continua del paciente es muy importante. Un médico puede examinar a la persona en cuestión. El médico observará aspectos como el equilibrio y la fuerza muscular para ayudar a determinar el riesgo de la persona. Saber cuánto está en riesgo la persona puede ayudarlo a decidir qué tan alerta debe estar.[14]
  2. 2 Ayuda a la persona a mantener su nivel de funcionamiento. Hay un dicho común que dice: "Si no lo usas, lo pierdes". Esto significa que alguien que no está activo será menos capaz de estar activo. Asegúrese de que la persona con demencia tenga la oportunidad de estar activo diariamente para disminuir la progresión de la enfermedad y equilibrar cualquier disfunción.
    • Las actividades simples como caminar juntas, hacer tareas domésticas, trabajar en el jardín, tocar música y bailar pueden beneficiar al paciente, tanto cognitiva como físicamente.
  3. 3 Habla con el doctor sobre un suplemento de vitamina D. La vitamina D es vital para la salud, ya que aumenta la absorción de calcio, ayuda con la salud de los huesos y ayuda con la salud mental. Las personas mayores tienen más riesgo de una deficiencia de vitamina D que los adultos más jóvenes, en parte porque su cuerpo no lo produce también y en parte porque no reciben la misma cantidad de exposición al sol. Hable con el médico de la persona para verificar si hay una deficiencia de vitamina D y un suplemento si es necesario.[15]
  4. 4 Pregúntele al médico sobre los medicamentos. También es importante que un paciente con demencia tenga una evaluación constante de medicamentos por parte de su médico. Algunos medicamentos pueden aumentar la probabilidad de que una persona se caiga. En su mayoría, los medicamentos que empeoran los efectos son los que hacen que la persona se sienta somnolienta o un poco excéntrica, como los anticolinérgicos (como Benadryl), los sedantes y los tranquilizantes. Sin embargo, los medicamentos para la presión arterial también pueden hacer lo mismo si disminuyen demasiado la presión arterial de la persona.[16]