Debatir la religión con alguien de fe puede ser muy frustrante, especialmente si se aborda de forma incorrecta. Este artículo tendrá la esperanza de proporcionarle algunas instrucciones útiles para abordarlo a fin de que la experiencia sea tan agradable y satisfactoria como cualquier discusión sobre un tema tan importante.

Pasos

  1. 1 Estar preparado. Este es el prerrequisito más crucial para la discusión sobre cualquier tema. Leer es lo más importante en preparación. Gracias a la reciente ola de redacción, hay material más que suficiente para comprender bien los argumentos y contraargumentos. La primera regla de compromiso es 'conoce a tu enemigo', así que también tienes un conocimiento decente de textos religiosos, doctrinas y dogmas.
  2. 2 Conoce a la persona / objetivo. Ya sea que se planifique esta discusión, como con un amigo o pariente cercano, o con alguien que conoces al azar en el tren, la paciencia es esencial. Después de haber invertido tanto tiempo y esfuerzo en la preparación, sin duda estará, por decir lo menos, ansioso por desahogarse. Deje que el tema se presente y se sentirá mucho más relajado. Su objetivo no debe ser la conversión, al menos en la primera conversación. Debería ser para que la persona piense críticamente sobre sus creencias y otros aspectos de la vida en general.
  3. 3 Analiza la persona y la situación. Esto le dará una idea de la mejor manera de abordar la discusión. Aunque a menudo se señala que los ateos no tienen una sola opinión para todos, lo mismo puede decirse de los religiosos, algunos tienen opiniones marcadamente diferentes, incluso en la misma denominación, por lo que debe comprender exactamente cuáles son las opiniones de la persona en lugar de prejuzgarlas de lo que ellos mismos se han etiquetado. Esto también te permitirá crear algunos límites.
  4. 4 Mantén la calma, sin emociones y receptivo. Esta será la mayor prueba de tu habilidad. Es más importante en cualquier discusión y es difícil de dominar; lo mejorarás con la experiencia. Cualquier discusión a menudo no comenzará de la misma manera que antes, por lo tanto, debe responder al punto en cuestión directamente y, con eso, acercarse más al punto que desea hacer.
  5. 5 Haga una observación firme, haga una pregunta firme; intenta hacer que tu público realmente piense. Varíe el punto y la pregunta dependiendo de la discusión en particular, intente adaptarlos para que se alineen con lo que sea que la persona ofrezca más como apoyo para su punto de vista, p. moralidad o diseño o consuelo. Dependiendo también de la duración y el alcance de la conversación, es posible que deba discutir o cuestionar firmemente más de una vez.
  6. 6 Escuche su respuesta. Una buena cosa es repetir lo que dijeron antes de replicar para (a) demostrar que estás escuchando, y (b) aclarar tu punto de vista.
  7. 7 Traiga finalmente la conversación hacia temas como, entre otros, la libertad de expresión, la libre expresión y la consulta gratuita. Otros puntos aquí deberían enfatizar evidencia, razón, pensamiento crítico, etc., tratando de concluir la discusión sin hablar directamente sobre religión.