Experimentar dolor en la parte inferior de la espalda es un problema de salud común que generalmente es muy tratable. A menudo, el dolor es causado por un disco herniado. Esto ocurre cuando la sustancia gelatinosa que amortigua las vértebras de la columna comienza a romperse debido a una lesión, uso excesivo o envejecimiento.[1] Si bien un disco herniado puede ser doloroso, obtener un diagnóstico médico adecuado puede ayudarlo a recuperarse más rápidamente y despedirse de sus síntomas.

Parte uno de tres:
Reconociendo los síntomas

  1. 1 Presta atención al dolor en la zona lumbar. La mayoría de los casos de hernia de disco se encuentran en la parte inferior de la espalda. Notará un dolor agudo o sordo que puede mejorar después de unos días.
    • Su dolor puede desaparecer en su espalda pero moverse hacia su pierna.
    • Es posible que no experimente ningún dolor con una hernia discal, pero su médico puede tener problemas para diagnosticar su condición si no lo hace.[2]
  2. 2 Observe el dolor que se mueve desde la parte inferior de su espalda hacia abajo de su pierna. A medida que el disco herniado se desliza entre sus vértebras, puede presionar los nervios. Esto puede causar dolor en la pierna, hasta el pie. Puede sentir dolor solo en la pierna o todo el camino desde la espalda hasta la pierna.
    • Esto se llama ciática.[3]
  3. 3 Compruebe si tiene entumecimiento, debilidad u hormigueo en la pierna o el pie. Debido a que el disco herniado puede presionar los nervios, podría causar síntomas en la pierna y el pie. Estos síntomas generalmente ocurren rápidamente después de que ocurre la lesión inicial y pueden empeorar si no se tratan.[4]
  4. 4 Busque atención médica si tiene problemas de control de la vejiga o el intestino. La mayoría de los pacientes no tendrán problemas de vejiga o intestinos, pero pueden ser causados ​​por una hernia de disco que ejerce presión sobre los nervios que controlan la vejiga o el intestino. Si esto sucede, debe buscar atención de emergencia. Un doctor puede ayudar a aliviar sus síntomas.[5]
  5. 5 Conozca sus factores de riesgo. Si bien cualquier persona puede sufrir una hernia discal, algunas personas corren un mayor riesgo. Conocer sus factores de riesgo puede darle una mejor idea sobre si sus síntomas podrían ser una hernia discal o no. Usted puede estar en mayor riesgo si:[6]
    • Tiene sobrepeso u obesidad.
    • Es un fumador
    • Levante con la espalda en lugar de las piernas.
    • Gira tu espalda mientras levantas.
    • Tener un trabajo físicamente exigente que ejerza presión sobre su columna vertebral.
    • Conduce a menudo
    • Vive un estilo de vida sedentario.
    • Son hombres entre las edades de 30 y 50.

Parte dos de tres:
Obtener atención médica

  1. 1 Haga una cita con su proveedor de atención médica. Su médico puede determinar si tiene una hernia discal y recetarle tratamiento. Describa su dolor al médico, incluso dónde lo siente.
    • En la mayoría de los casos, su médico puede hacer un diagnóstico de disco herniado en su consultorio, sin pruebas de diagnóstico invasivas.[7] Incluso si es necesario realizar otras pruebas, no serán dolorosas.
  2. 2 Trae un historial médico completo. Haga una lista de las otras afecciones que tiene para que su médico pueda descartarlas como la causa de sus síntomas. Por ejemplo, la osteoporosis puede causar síntomas similares.
    • Su médico también deberá conocer su historial familiar, ya que tener un familiar con hernia de disco aumenta el riesgo de tenerlo.[8]
  3. 3 Espere que su médico revise su espalda en busca de puntos sensibles. Su médico se sentirá a lo largo de su columna vertebral para buscar áreas dolorosas. Es probable que le pidan que cambie de posición o que se mueva alrededor de las piernas para tener una mejor idea de dónde se encuentra el dolor y cómo lo está afectando.[9]
  4. 4 Permita que su doctor haga un examen neurológico. Si bien suena aterrador, este es un examen de oficina no invasivo e indoloro. Su médico comprobará qué tan bien funcionan sus reflejos, así como su desarrollo muscular. Luego verificarán su equilibrio y postura. Finalmente, verificarán qué tan bien siente sensaciones como pinchazos, toque o vibración. Los resultados ayudarán al médico a determinar si puede tener un disco presionando sus nervios.[10]
    • Una hernia de disco puede dificultar que los nervios se comuniquen con el resto del cuerpo, por lo que su cuerpo puede tener problemas para registrar el dolor o puede recibir demasiadas señales de dolor.
  5. 5 Haga pruebas de rango de movimiento. El médico le pedirá que se doble y se mueva de lado a lado en sus articulaciones. Esto le permitirá al médico ver cuán flexible es usted y si puede moverse libremente y sin dolor. Si tiene un disco herniado, puede afectar su rango de movimiento.[11]
  6. 6 Realice una prueba de aumento de pierna. Su médico lo hará reposar sobre la mesa. Levantarán lentamente su pierna hasta que empiece a sentir dolor. Si tiene dolor mientras su pierna está en un ángulo de 30 a 70 grados, entonces es posible que tenga un disco herniado. Además, si siente dolor en la otra pierna, podría significar que tiene ciática causada por una hernia de disco.
    • Esta prueba puede no ser exacta si tiene más de 60 años.[12]
  7. 7 Obtenga una radiografía para descartar otros problemas. Si su médico no está seguro de que sus síntomas sean causados ​​por una hernia discal, es posible que le hagan una radiografía para descartar otros problemas de salud, como un hueso roto o un tumor. Los discos herniados no aparecerán en una radiografía.
    • El médico puede usar una radiografía para buscar presión sobre los nervios y la columna inyectando un tinte en su cuerpo. Esto se llama mielograma. Si bien la presión sobre los nervios y la columna vertebral podría ser causada por otras afecciones, ayudará a su médico a determinar si tiene compresión en los nervios.
    • Su médico también puede tomar una tomografía computarizada (tomografía computarizada), que toma una serie de radiografías para crear una imagen más completa para que el médico la evalúe.[13]
  8. 8 Realice una resonancia magnética para localizar el disco herniado y los nervios que está presionando. Una resonancia magnética le permite a su médico observar de cerca su columna vertebral para que puedan tratar su disco herniado. No solo pueden confirmar la ubicación, sino que también pueden determinar qué tan grave es. Si bien deberá permanecer quieto, la resonancia magnética no será dolorosa.[14]
  9. 9 Espere pruebas de los nervios si su médico sospecha daño nervioso. Por lo general, no tendrá que someterse a pruebas de nervios. Su médico puede realizar estos exámenes ambulatorios si sospecha que ya tiene daños en los nervios, en función de los niveles de dolor informados. Aunque las pruebas no son dolorosas, pueden hacerte sentir un poco incómodo.
    • Un electromiograma y una prueba de conducción nerviosa enviarán impulsos eléctricos a los nervios para ver qué tan bien responden. Esto le permite a su médico buscar daños en los nervios.[15]

Parte tres de tres:
Tratamiento de un disco herniado

  1. 1 Descansa de 1 a 2 días pero no más. Su dolor debería mejorar si se mantiene alejado de sus pies durante 2 días. Después de 2 días, no debe descansar demasiado tiempo a la vez, ya que esto podría empeorar sus síntomas. En cambio, levántese y camine cada media hora.
    • Baja la velocidad para no sobreestresar tu espalda.
    • No doble ni levante nada. Si una actividad te está causando dolor, entonces debes evitarla.[16]
  2. 2 Tome NSAID para lidiar con el dolor. Si su disco herniado le está causando dolor, los AINE de venta libre como ibuprofeno, Advil, naproxeno o Motrin pueden aliviarlo. Úselos con moderación y solo si su médico los aprueba.
    • Si su dolor aún es intenso, hable con su médico sobre otras opciones de alivio del dolor, como analgésicos recetados.
    • Si tiene espasmos musculares, su médico puede recetarle relajantes musculares.[17]
    • Dado que los medicamentos pueden causar efectos a largo plazo o resultar en dependencia, debe usar la menor cantidad posible para controlar sus síntomas.
  3. 3 Pregúntele a su médico acerca de las inyecciones de cortisona para reducir la inflamación. Su médico puede reducir la inflamación alrededor de sus vértebras y nervios con corticosteroides. Los inyectarán en el área alrededor de su disco herniado para aliviar parte de la presión.
    • En ocasiones, su médico podrá administrarle corticosteroides orales para reducir la inflamación, pero no es tan efectivo como una inyección.[18]
  4. 4 Haga fisioterapia si sus síntomas no mejoran después de algunas semanas. La mayoría de las personas verá una mejoría en las semanas posteriores al comienzo del tratamiento. Si no lo hace, su médico puede recomendarle terapia física. El fisioterapeuta le enseñará ejercicios para fortalecer la parte inferior de la espalda y los músculos centrales.[19]
  5. 5 Pruebe la terapia de descompresión espinal. La terapia de descompresión espinal es un procedimiento no quirúrgico donde la columna vertebral se estira para aliviar el dolor. Si está interesado en la terapia de descompresión espinal, hable con su médico o visite a un quiropráctico u osteópata capacitado.[20]
    • Los estudios sobre la efectividad de la terapia de descompresión espinal son limitados.
  6. 6 Considere la cirugía si nada más funciona. Muy pocas personas que tengan una hernia discal necesitarán cirugía, pero su médico puede recomendarla si nada más ayuda con sus síntomas. El médico eliminará la parte del disco que sobresale. En casos raros, el médico puede necesitar fusionar sus vértebras para mantenerlas estables o puede implantar un disco artificial.
    • Después de la cirugía, su médico probablemente le recomendará fisioterapia.[21]
  7. 7 Administre su dolor de espalda baja. El dolor de espalda no es divertido, pero hay formas de controlar los síntomas. Es posible que no pueda deshacerse de ella para siempre, pero puede reducir la cantidad de dolor de espalda que experimenta al darle un poco de TLC a su zona lumbar.[22]
    • Recibir un masaje.
    • Hacer yoga.
    • Visita a un quiropráctico.
    • Obtener acupuntura.