Nandina (Nandina domestica) también se conoce como "bambú celestial". A pesar de su nombre, no está relacionado con el bambú en absoluto; en realidad es un arbusto con hojas de bambú. Obtiene flores blancas en la primavera y hojas teñidas de bronce en el invierno. En el otoño, desarrolla bayas rojas brillantes. Es un cultivador agresivo, y sin poda anual, puede ponerse ingobernable. Saber cómo podar apropiadamente una nandina dará como resultado una planta saludable y hermosa.[1]
Parte uno de tres:
Planificar el futuro
- 1 Pode las nandinas a mediados o finales del invierno. Si bien en general puedes podar nandinas en cualquier época del año, el invierno es el mejor momento para podar. La planta no solo está inactiva, sino que también puedes utilizar los tallos podados en arreglos florales. La combinación de hojas verdes brillantes y bayas rojas es bastante festiva.[2]
- Si no puede podar el nandina durante el invierno, puede podarlo durante la primavera antes de que se desarrollen las flores blancas. Si los cortas, ¡no obtendrás las bayas![3]
- 2 Mantenga a los niños y las mascotas alejados del nandina mientras poda. Las hojas y bayas son tóxicas para consumir. Sus colores brillantes pueden hacer que se vean atractivos para los niños y las mascotas que son curiosos o que no conocen nada mejor. Si decide llevar los esquejes al interior para utilizarlos en los arreglos, asegúrese de mantenerlos fuera del alcance de los niños y las mascotas.
- 3 Obtenga cizallas de poda de derivación y cizallas cortantes. Utilizará tijeras de poda de derivación en brotes más delgados que 3⁄4 pulgada (1.9 cm). Luego deberá cambiar a cortar las tijeras para ramas más gruesas. Ambas herramientas deben ser nítidas para reducir las heridas. Puede comprarlos en una ferretería o en una tienda de suministros de jardinería.[4]
Parte dos de tres:
Poda de la Nandina
- 1 Haga cortes en forma escalonada y escalonada. Tómese un momento para mirar su nandina y visualizar dónde desea cortar. Esto te ayudará a mantenerte más organizado en el futuro. La formación más visualmente atractiva para las nandinas es la formación "escalonada", donde se cortan los tallos exteriores más cortos que los centrales. También ayudará con la formación de nuevos brotes.[5]
- 2 Pode primero las ramas más viejas o más débiles. Encuentra las ramas más altas y más antiguas en tu nandina y córtala con tus tijeras. Tómese un momento para ubicar las ramas débiles cerca del suelo y córtelas también. No pode más de un tercio de la longitud de los tallos.[6]
- 3 Corta los tallos en un tercio de largo para una apariencia más completa. Poda los tallos más viejos y más largos a un tercio de su longitud. Corta el siguiente par de tallos hasta la mitad de su longitud. Recorte el resto de los tallos a un cuarto de su longitud original.[7]
- Cortes intermedios para dar a los arbustos una apariencia más completa.[8]
- Si está trabajando en una planta más antigua, pode un tercio del crecimiento anterior.[9]
- 4 Corta justo por encima de un nodo de rama o hoja. Esto permitirá que crezcan nuevos brotes y evitará que la planta parezca demasiado desnuda. Si podes demasiado el tallo, la planta se verá esbelta y desagradable.[10]
- 5 Guarde algunos de los tallos cortados para arreglos florales, si lo desea. Muchas personas encuentran visualmente atractiva la combinación de bayas rojas y hojas de color verde brillante. No es de extrañar que los adornos a menudo encuentren su camino en jarrones y otros arreglos florales, especialmente durante el invierno. En lugar de tirar los esquejes, considere guardar algunos de los más bonitos y ponerlos en un jarrón.
- Coloque los tallos cortados en jarrones llenos de agua fría. Deberían durar varios días.
Parte tres de tres:
Fertilizando el Nandina
- 1 Fertilice el nandina después de la poda. Se recomienda fertilizar después de la poda porque proporciona la dosis necesaria de nutrientes a la planta y la ayuda a prepararse para la próxima temporada de crecimiento. Una vez que elimines los tallos y las hojas podadas, intenta fertilizar ese mismo día o dentro de un par de días.
- 2 Trace un anillo de 12 pulgadas (30 cm) alrededor de la base de la planta. Puede trazar el anillo en el suelo con un palo o con el dedo. Mantenga los bordes del anillo a 6 pulgadas (15 cm) de distancia de la base de la planta. Esto servirá como una guía de colocación para el fertilizante.[11]
- 3 Espolvoree un fertilizante granular 10-30-10 sobre el anillo trazado. No se preocupe si algunos granos terminan dentro o fuera del ring. No tiene que meterlo directamente en el surco formado por el palo o su dedo.[12]
- Si no puede obtener un fertilizante granular 10-30-10, un rododendro o un fertilizante perenne le irá bien.[13]
- 4 Riegue el fertilizante a una profundidad de 8 pulgadas (20 cm). Esto significa que si excavaras 8 pulgadas (20 cm), la tierra estará húmeda.[14] Si no riega la planta profundamente, entonces el fertilizante puede dañar las raíces y matarlo.[15]
- La cantidad de agua que usa depende de qué tan seca esté su tierra y qué tan rápido absorba agua.
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