La culpa es un sentimiento caracterizado por saber o sentir que has hecho algo mal.[1] La culpa puede ser una herramienta para el crecimiento emocional. Si una niña es mala contigo, hacerla sentir culpable puede ayudarla a aprender de sus errores. Es importante recordar que todos son responsables de sus propios sentimientos y que no se puede forzar a alguien a sentirse culpable.
Parte uno de tres:
Organizando tus pensamientos
- 1 Decide si te preocupas por ella. Si estabas saliendo o si ella era tu amiga, decide si todavía la quieres en tu vida. De cualquier manera, es posible que aún puedas hacerla sentir culpable, pero es mejor averiguar si todavía la quieres o no.
- Decide lo que ella hizo mal. Admita cualquier parte que haya tenido en el conflicto y concéntrese en los detalles de lo que hizo para ofenderlo. ¿Ella es mala con todos o solo es mala contigo?
- 2 Aléjate de ella. Date tiempo para recuperarte de la forma en que te trató. Deja de hablar con ella. Evítala en la escuela, el trabajo o donde sea que la veas normalmente. Si te encuentras con ella, pasa junto a ella y finge que ella ni siquiera está allí.[2]
- 3 Reflexiona y determina dónde estás herido. Concéntrate en curarte a ti mismo sin depender de tiempo para hacerlo por ti.
- Rodéate de amigos que te apoyan. Habla con tus amigos sobre cómo te lastimó. Date un grupo de apoyo para que no tengas que enfrentarla solo antes de que estés listo.[3]
- 4 Hacer un plan. Antes de enfrentarla, asegúrese de tener una idea clara de lo que va a decir. Si sus pensamientos hacia ella son muy caóticos, tómese el tiempo para escribir las cosas específicas que lo están perjudicando.
Parte dos de tres:
Enfrentándola
- 1 Sé asertivo y enfréntala directamente. Mantenga la cabeza fría y un tono nivelado. Evite convertir la conversación en una pelea donde ella pueda ponerse a la defensiva y tomar represalias.
- Evite victimizar o sentir lástima por usted mismo. El objetivo es lograr su comprensión, no su lástima.
- Mantenga una postura abierta. Párese derecho con los brazos a los lados. No cruce los brazos sobre el pecho ya que esto se interpreta comúnmente como una postura defensiva.[4]
- 2 Elija sus palabras cuidadosamente. Concéntrese en las declaraciones de "I" para describir la situación. Mírala directamente y di cosas como:
- "Creo que debes saber cuán hiriente es cuando haces" X ". Me siento dolido porque" S ", y me gustaría que dejaras de hacerlo".
- La situación no se trata solo de lo que ella ha hecho. Se trata de cómo te has involucrado. Prepárate para perdonarla y reconciliarte.
- 3 Evitar generalizaciones. Nuestras mentes tienen una tendencia a explotar las cosas de forma desproporcionada cuando nos sentimos enojados. Antes de comenzar oraciones con "Siempre" o "Nunca", pregúntese si esto es o no cierto. Abordar las instancias específicas que lo hicieron enojar.[5]
- Ofrezca ejemplos precisos. Evite declaraciones como "Odio cómo mientes todo el tiempo". Enmarca tu declaración como "Me sentí triste cuando me mentiste acerca de estar demasiado ocupado para hablar ayer. También mintió sobre eso la semana pasada".
- 4 Enfatiza tus sentimientos heridos. Explíquele cuánto le duelen sus acciones y trate de hacerle sentir sus emociones. Tenga cuidado de no enojarse o agresivo.
- Habla despacio y deliberadamente.
- Si comienza a llorar, tómese un momento para reunirse. Si se rompe por completo y le resulta imposible hablar, es posible que necesite tomarse más tiempo para calmarse antes de continuar.
- 5 Intenta que ella se ponga en tus zapatos. Puede llegar a su conciencia pidiéndole que vea la situación desde su posición.
- Pregúntele cómo podría haberse sentido si sus posiciones se hubieran invertido. Sea compasivo cuando trate de guiarla a ver la situación desde su perspectiva.
Parte tres de tres:
Avanzando
- 1 Prepárate para su respuesta. Ella puede llorar. Las niñas a menudo son más sensibles que los hombres y enfrentarla directamente puede hacer que se desmorone o se vuelva agresiva.
- Ella puede volverse emocionalmente tan inestable que no puede continuar la conversación. Ella puede huir del conflicto. Si esto sucede, mantén una mente abierta y dale la oportunidad de reflexionar sobre lo que se dijo.
- 2 Asumir la responsabilidad de su parte. Se necesitan dos personas para luchar. Ella puede acusarlo de las cosas que ha hecho para lastimarla. Discúlpate por tus errores y dale la oportunidad de hacer lo mismo. Diga cosas como:
- "Tienes razón, también cometí un error. Debería haber hecho las cosas de manera diferente".
- "Creo que también podría haber manejado mejor la situación, lamento haberte lastimado".
- 3 Sé optimista. Sin importar el resultado, la confrontó y se disculpó por sus propios errores. Esta experiencia te ayudará a crecer, incluso si no puedes reconciliarte. Ella puede necesitar más tiempo para entender su error y no podrá forzarla.
- 4 Olvídala. Incluso si no puede disculparse, aún puede perdonarla. Perdonar no significa que estás excusando lo que ella te hizo. En primer lugar, el perdón es sobre ti.
- Perdonarla podría no llegar al instante. Dependiendo de lo mal que te lastimó, es posible que necesites tiempo para realmente perdonarla.
- Deja ir los sentimientos negativos. Guardar rencor puede causarle estrés emocional. Date cuenta de que todos cometemos errores y seguimos adelante.
- 5 Ayúdala a hacer las paces y reconciliarse. Si ella es receptiva a tus sentimientos y te ofrece una disculpa, acéptala. Exprese a ella lo bien que le hizo sentir su disculpa y cómo la respeta por hacerse responsable de sus acciones. Aliéntela a acercarse a otras personas a las que pueda haber lastimado.
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