El cáncer de testículo es una forma rara de cáncer que afecta a uno de cada 5.000 hombres. Puede ocurrir en hombres a cualquier edad; sin embargo, el 50% de los casos ocurren en hombres entre las edades de 20 y 35 años.[1] Afortunadamente, el cáncer testicular también tiene una relación muy alta de diagnóstico a recuperación, con una tasa de curación de 95-99%.[2] Al igual que con la mayoría de los cánceres, la detección temprana es fundamental para el éxito del tratamiento y la recuperación. Comprender los factores de riesgo, los síntomas y realizar exámenes testiculares de rutina es una parte importante de la detección temprana.

Parte uno de tres:
Realizar un autoexamen testicular

  1. 1 Conoce los síntomas. Para realizar su autoexamen con precisión, sepa qué buscar en caso de que haya cáncer presente. Este autoexamen está diseñado para verificar los siguientes síntomas:
    • Un bulto dentro del testículo. El bulto no tiene que ser grande o doloroso para garantizar una visita al médico, ya que los tumores pueden comenzar siendo tan pequeños como un guisante o un grano de arroz.[3]
    • Ampliación Testicular. Esto puede ser de uno o ambos testículos. Tenga en cuenta que es normal que un testículo cuelgue un poco más bajo que el otro y que sea un poco más grande que el otro. Sin embargo, si un testículo es más grande que el otro o tiene una forma o dureza anormal, consulte a un médico.[4]
    • Cambios en densidad o textura. ¿Tiene un testículo anormalmente firme o con bultos? Los testículos sanos son completamente suaves por todas partes. Tenga en cuenta que los testículos están conectados a los conductos deferentes a través de un tubo pequeño y suave en la parte superior llamado epidídimo. Si siente esto al inspeccionar sus testículos, no se alarme; esto es normal.[5]
  2. 2 Encuentra un espejo y algo de privacidad. Busque una habitación donde no lo molesten y asegúrese de tener un espejo de tamaño razonable (con las manos libres, si está disponible). Un espejo de baño o un espejo de cuerpo entero pueden funcionar bien. Ser capaz de observar visualmente una anormalidad del escroto es un aspecto importante del examen y requerirá quitar la ropa que cubre actualmente la parte inferior de su cuerpo, incluida la ropa interior.
  3. 3 Observe la condición de la piel. Párese frente al espejo y examine la piel del escroto. ¿Hay algún bulto visible? Está hinchando presente? ¿Hay decoloración o cualquier otra cosa que parece fuera de lo común? Asegúrese de examinar todos los lados del escroto, incluida la parte posterior.
  4. 4 Sentir anormalidades. Continúe de pie y sostenga el escroto en ambas manos con las yemas de los dedos tocando, formando una especie de canasta con los dedos. Mantenga una prueba entre su pulgar e índice en la misma mano. Presione suavemente para verificar la densidad y la textura del teste, luego suavemente mueva el teste entre su pulgar y su primer dedo. Haz lo mismo con el otro teste usando la mano alternativa.[6]
    • Tome su tiempo. Asegúrese de revisar minuciosamente toda la superficie de cada testículo.
  5. 5 Programe un examen físico anual. Además de realizar un autoexamen mensual, programe un examen físico con su médico al menos una vez al año. Su médico realizará un examen testicular además de otros exámenes y pruebas utilizados para determinar su estado general de salud. Sin embargo, si experimenta síntomas, no espere la fecha programada para el examen; contacte a un médico de inmediato para programar una cita.[7]

Parte dos de tres:
Entender sus factores de riesgo

  1. 1 Sepa cuáles son sus riesgos. La prevención temprana es crucial para el tratamiento exitoso del cáncer. Conocer su perfil de riesgo puede hacer que responda a los síntomas siempre y cuando ocurran. A continuación se incluye una lista de factores de riesgo conocidos a tener en cuenta:
    • Antecedentes familiares de cáncer testicular.
    • Un testículo no descendido (también llamado criptorquidia). Tres de cada cuatro casos de cáncer testicular ocurren en un individuo con un testículo no descendido.[8]
    • Neoplasia intratubular de células germinales (IGCN). A menudo llamado "carcinoma in situ" (CIS), el IGCN ocurre cuando las células cancerosas se manifiestan en células germinales dentro de los túbulos seminíferos donde se forman estas células. El IGCN y el CIS son precursores uniformes de los tumores cancerosos de los testículos y, en el 90% de los casos, se encuentran en los tejidos que rodean un tumor.[9][10]
    • Etnicidad Los estudios en los EE. UU. Han demostrado que los hombres caucásicos son más propensos a contraer cáncer testicular que otros grupos. [11]
    • Diagnóstico previo. Si ha tenido y se recuperó de un diagnóstico previo de cáncer testicular, tiene un mayor riesgo de que el otro testículo se vea afectado.[12]
  2. 2 Comprenda que estar en riesgo no es una garantía de que desarrollará cáncer. Los estudios han demostrado que manejar los riesgos ambientales como la dieta y el ejercicio, así como abstenerse del consumo de cigarrillos y alcohol, pueden ayudar a prevenir la carcinogénesis, el proceso por el cual las células sanas se convierten en cancerosas. [13][14]
  3. 3 Habla con tu médico sobre terapias preventivas. Si tiene riesgo de cáncer testicular, actualmente se están realizando ensayos clínicos para ampliar la variedad de terapias preventivas; sin embargo, se ha demostrado que los regímenes farmacológicos proactivos disponibles, como la quimioprevención, previenen el crecimiento y / o la reaparición del cáncer. Su médico sabrá si esta es la opción adecuada para usted.[15]

Parte tres de tres:
Tomar medidas si los síntomas están presentes

  1. 1 Contacta a un doctor Durante un examen testicular, si encuentra un bulto, hinchazón, dolor, dureza inusual o cualquier otro signo de advertencia, póngase en contacto con su médico de inmediato. Aunque estos síntomas pueden no confirmar la presencia de cáncer testicular, es muy importante que se realice un examen minucioso para estar seguro.
    • Mencione sus síntomas al hacer una cita con el médico. Esto aumenta la probabilidad de que su médico lo vea con prontitud.
  2. 2 Grabando todos los síntomas adicionales. Si nota cualquier otro síntoma que afecte sus testículos o cualquier otra parte de su cuerpo, escriba una lista. Registre incluso aquellos síntomas que no parecen compatibles con los síntomas del cáncer testicular.La información adicional puede ayudar a su médico a medida que hace un diagnóstico y diseña un plan de tratamiento adecuado. algunos de estos síntomas pueden incluir:[16]
    • Pesadez, o una sensación de dolor en la parte inferior del abdomen o el escroto.
    • Dolor en la parte baja de la espalda, no asociado con rigidez o lesión.
    • Hinchazón de los senos (raro).
    • Esterilidad. En casos raros, un individuo puede experimentar ningún otro síntoma excepto infertilidad.
  3. 3 Mantente calmado y optimista. Una vez que haya concertado su cita con el médico, relájese. Recuerde que el 95% de los casos son completamente curables, y la detección temprana aumenta esa tasa al 99%.[17] Además, sepa que sus síntomas pueden indicar otras causas menos graves, que incluyen:[18]
    • Un quiste en el epidídimo (el tubo en la parte superior del testículo) llamado espermatocele.
    • Un vaso testicular agrandado llamado varicocele.
    • Una acumulación de líquido en la membrana testicular llamada hidrocele.
    • Una rasgadura o abertura en el músculo abdominal llamada hernia.
  4. 4 Mantenga su cita Cuando se reúna con un médico, él o ella realizará el mismo tipo de examen testicular que usted para verificar los problemas que sintió. Se le pedirá cualquier síntoma adicional. El médico puede examinar otras partes de su cuerpo, como su estómago o ingle, para verificar la propagación del cáncer. Si siente algo fuera de lo común, exámenes adicionales confirmarán un diagnóstico.[19] para determinar si hay un tumor