Un facial consiste en varios tratamientos, comenzando con limpieza profunda y exfoliación, pasando a vapor y masaje, y terminando con máscaras. El aloe vera es una planta maravillosa, llena de propiedades beneficiosas. Puede ayudar a humectar e hidratar su piel, así como a calmar las irritaciones y el acné. La próxima vez que se administre un tratamiento facial, ¿por qué no usar gel de aloe vera en todos los componentes?

Parte uno de tres:
Limpiar y exfoliar tu cara

  1. 1 Hacer un limpiador Mezcle ¼ de taza (60 mililitros) de gel de aloe vera, ¼ de taza (90 gramos) de miel y 1 cucharada (15 mililitros) de aceite de oliva virgen extra o aceite de jojoba. Esto le dará un limpiador hidratante, hidratante y antibacteriano.[1] Vierta el limpiador en un frasco. Guarde las sobras en la nevera.
    • Puede usar agua de rosas simple o un limpiador comprado en la tienda.[2]
    • También puede hacer un limpiador simple usando 2 cucharaditas de gel de aloe vera y 1 cucharadita de glicerina en su lugar.[3]
  2. 2 Lavate la cara. Masajee suavemente el limpiador en su piel durante 1 a 2 minutos.[4] ¡No te olvides de tu cuello! Enjuague el limpiador cuando termine, luego seque suavemente la cara con una toalla suave y limpia.
    • Guarde cualquier limpiador sobrante en un recipiente sellado en el refrigerador.
  3. 3 Prepara un simple exfoliante. Mezcle ¼ taza (50 gramos) de azúcar moreno, 1 cucharada (15 mililitros) de aceite de oliva virgen extra y 1 cucharada de gel de aloe vera.[5] Si tienes la piel sensible o seca, prueba avena molida en lugar de azúcar moreno.[6]
    • Para un exfoliante para aclarar la piel más complejo, mezcle: 4 cucharaditas de leche, 1 cucharadita de harina de arroz, 1 cucharadita de jugo de limón y 1 cucharadita de gel de aloe vera.[7]
    • Evite usar azúcar blanca o granulada. Los gránulos son más grandes que el azúcar moreno y demasiado duros para la delicada piel de la cara.
  4. 4 Masajee el exfoliante en su cara durante 1 a 2 minutos. Humedece tu rostro primero con agua. Masajee el exfoliante en su cara con movimientos suaves y circulares. Mantenga el masaje de 1 a 2 minutos. Tenga cuidado de evitar la piel sensible alrededor de los ojos.[8]
  5. 5 Enjuague el fregado con agua fría. Suavemente acaricie su rostro seco con una toalla suave y limpia. ¡Ahora estás listo para el siguiente paso en tu tratamiento facial!

Parte dos de tres:
Al vapor y masajeando su cara

  1. 1 Llene un recipiente lleno de agua caliente y humeante. Si lo desea, puede agregar al agua un poco de aceite esencial o hierbas secas, como manzanilla, pétalos de rosa o lavanda. Esto no solo hará que huele mejor, ¡pero algunos aceites y hierbas pueden ser beneficiosos para tu piel![9]
  2. 2 Inclínese sobre el recipiente por 1 minuto. Mantenga su cara a 12 pulgadas (30,48 centímetros) por encima del agua y cubra con una toalla su cabeza para que atrape el vapor. Durante este tiempo, el vapor ayudará a abrir los poros y a soltar la suciedad, lo que facilita la limpieza. Puede calentar durante más tiempo, hasta por 3 minutos, pero recuerde tomar un descanso y respirar profundamente después de cada minuto.[10]
    • Salpica tu cara luego con agua fría. Esto ayudará a apretar y sellar los poros, y preparar su piel para el siguiente paso.
  3. 3 Prepare una crema de masaje simple. Mezcle 2 cucharaditas de gel de aloe vera y 1 cucharadita de miel. Rompa 2 cápsulas de vitamina E y revuélvalas en la crema también.[11]
    • Para una crema aclarante, mezcle juntas 1 cucharada (15 mililitros) de gel de aloe vera, ½ cucharada (11 gramos) de miel y 2 a 3 pellizcos de cúrcuma en su lugar.[12]
  4. 4 Masajea la crema en tu cara durante 5 a 10 minutos. Masajea suavemente tu frente, barbilla, sienes y mejillas con tus dedos. Tenga cuidado de evitar el área alrededor de sus ojos, y sea suave alrededor de su nariz.[13]
  5. 5 Enjuague la crema con agua tibia. Si hay algún residuo, use un paño húmedo para limpiarlo. Suavemente acaricie su rostro seco con una toalla suave y limpia.

Parte tres de tres:
Terminando el Facial

  1. 1 Prepare una máscara de acabado. Mezcle 2 cucharaditas de gel de aloe vera, 2 cucharaditas de agua de rosas y 1 cucharadita de polvo de sándalo o tierra de batán.[14] El polvo de sándalo es ideal para tratar el acné y aclarar la piel.[15] Fullers Earth es ideal para absorber el exceso de grasa, por lo que es ideal para personas con piel grasa.[16]
    • También puede usar una receta de máscaras a base de aloe vera si tiene una que prefiera.
  2. 2 Aplique la máscara a su cara con los dedos. Para un tratamiento más lujoso, use un cepillo de base limpio para aplicar la máscara. Extiéndalo por sus mejillas y frente y baje por su nariz. Guíelo a lo largo de tu línea de la mandíbula y a través de tu barbilla. Tenga cuidado de evitar sus labios y ojos.[17]
    • Esta máscara puede ser desordenada. Ate su cabello hacia atrás y cubra con una toalla sus hombros.
  3. 3 Deje la máscara encendida de 15 a 20 minutos. Durante este tiempo, puede recostarse en su cama o recostarse en una silla cómoda. Cierra tus ojos y relájate. Considere practicar algunos ejercicios de respiración profunda.[18]
  4. 4 Enjuague la máscara con agua tibia. Si queda algo de residuo, use un paño húmedo para limpiarlo con cuidado. Pat su cara seca con una toalla suave y limpia después.
  5. 5 Aplique tóner con una almohadilla de algodón. Puede usar su tóner facial favorito o agua de rosas. También puedes mezclar un poco de agua de rosas y gel de aloe vera y aplicarlo a tu cara; actuará como tóner y humectante.[19]
    • El agua de rosas es un gran toner natural. Ayuda a equilibrar el pH de la piel y es adecuado para afecciones de la piel, como dermatitis y eccema.[20]
  6. 6 Aplicar un poco de crema hidratante. Puede aplicar su propio humectante, o puede hacerlo suyo mezclando 1 cucharada (15 mililitros) de gel de aloe vera, 1 cucharada (15 mililitros) de agua de rosas y ½ cucharada (7.5 mililitros) de glicerina. Si tiene la piel seca, agregue ½ cucharada de aceite de oliva. Si tiene piel grasa o acné, agregue ½ cucharada de jugo de limón. Revuelve todo junto.[21]
    • El agua de rosas es un antiséptico natural, mientras que la glicerina es ideal para hidratar la piel sin volverla grasa.[22]