A veces, solo necesitas una hermosa piel rápidamente. Para suavizar su piel seca, solo necesita suficiente tiempo para exfoliar e hidratar. Eso significa que básicamente solo necesitas suficiente tiempo para tomar una ducha, lo que puedes hacer fácilmente en 20 minutos.

Método uno de cuatro:
Exfolia tu piel

  1. 1 Identifica tus parches más secos. Concéntrese en las áreas que necesitan más trabajo. En buena luz, busque parches de piel que se vean escamosos o extra secos.[1]
  2. 2 Prueba un exfoliante físico. Los exfoliantes físicos eliminan la piel seca por medios mecánicos. Por ejemplo, piedras pómez y limas de pies son exfoliantes físicos. Para las partes de su piel que no son tan ásperas, los exfoliantes corporales que tienen arena o arena también funcionan bien.[2]
    • Además, algo tan simple como un paño puede funcionar como un suave exfoliante.[3]
    • Para los exfoliantes corporales, frótelos en la piel húmeda. Mueva su mano en un movimiento circular para frotarla, concentrándose en las áreas problemáticas. Enjuague el fregado cuando haya terminado.[4]
    • Para los pies y las piedras pómez, úselos en la ducha o directamente después de la ducha para frotar suavemente los talones ásperos o los codos.[5]
  3. 3 Use un exfoliante químico. Otro tipo de exfoliante es un exfoliante químico. Usan productos químicos para eliminar la piel muerta; también pueden derretir la piel muerta en sí. En general, estos implican ácidos.[6]
    • Para pieles secas, trate de usar productos con AHA, tales como ácido láctico o ácido glicólico. Para la piel grasa, use unos con BHA o ácido salicílico.[7]
    • Cuando su piel esté húmeda, use pequeños círculos para aplicar el exfoliante. Si su piel es extra seca, intente aplicarla con una esponja vegetal o un paño.[8]
    • Concéntrese en las áreas problemáticas. Use círculos más pequeños en las áreas problemáticas para asegurarse de que el exfoliante se frote bien.[9]
    • Enjuague el exfoliante.[10]
  4. 4 Mantenga su ducha corta. Cuanto más tiempo estés en agua tibia, más posibilidades habrá de que tu piel se seque. El agua elimina la capa de aceites naturales de la piel, por lo que no debe ducharse más de 5 a 10 minutos al día.[11]

Método dos de cuatro:
Hidratando tu piel

  1. 1 Hidrátate después de tu baño o ducha. Tan pronto como salgas de la ducha, aplica una loción o crema. Es posible que necesite usar más de un tipo; una no basada en aceite para la mayoría de su cuerpo y una basada en aceite para áreas problemáticas como los pies y los codos. Aplicarlo justo después de la ducha atrapa la humedad junto a tu piel, ayudándola a hundirse.[12]
    • Además, es posible que desee una loción facial separada, que no sea a base de aceite.[13]
  2. 2 Mezcla tu rutina. Con muchos ingredientes nuevos en el mercado, puede descubrir que una nueva crema hidratante funciona mejor para usted que la anterior. Por ejemplo, los extractos de matrixil, ceramida y berry de café pueden ayudar a humectar la piel, y las cremas y lociones con vitamina C pueden ayudar a humectar y exfoliar, al igual que los que contienen vitamina A.[14]
  3. 3 No use productos con alcohol etílico. Este tipo de alcohol puede resecar tu piel, así que mira los ingredientes antes de comprarlos. Sin embargo, otros tipos de alcohol, como cetearil, cetil, lanolina y estearilcoholes (que en realidad son ácidos grasos), están bien para su piel.[15]

Método tres de cuatro:
Usando remedios caseros

  1. 1 Prueba el aceite de oliva. Algunas personas tienen la suerte de ponerse aceite de oliva en la piel unos 30 minutos antes de saltar a la ducha. Ducha como lo harías normalmente Después de ducharte, aplica una capa delgada de aceite de oliva debajo de la crema hidratante.
    • También puedes usar aceite de oliva para crear tu propio exfoliante físico. Mezcle una parte del aceite de oliva con una parte de azúcar moreno. Frote como lo haría con otros exfoliantes, yendo en círculos por todo su cuerpo. Salta a la ducha para enjuagarlo.
  2. 2 Usa miel En una sartén, derretir una parte de cera de abejas. Mézclalo con partes iguales de aceite de oliva y miel sin procesar. Una vez que esté frío, frótalo sobre tu piel. Después de unos 10 minutos, tome una ducha para enjuagarla.
  3. 3 Aplique aceite de coco en lugar de un humectante. Después de salir de la ducha, intente usar una capa delgada de aceite de coco. Frótalo como lo harías con la loción. Continúa masajeando hasta que desaparezca.

Método cuatro de cuatro:
Cuidando su piel todos los días

  1. 1 Siempre lava tu cara por la noche. Antes de ir a la cama, asegúrate de quitarte el maquillaje. Puedes usar un paño de limpieza si estás realmente desesperado por ir a la cama. Sin embargo, lo mejor es lavarse la cara si es posible para ayudar a eliminar la grasa y la suciedad. También ayuda a prevenir el acné, por lo que su rostro se mantendrá más suave.[16]
    • Use un limpiador en lugar de jabón, ya que es menos secante. Busque uno que no tenga lauril sulfato de sodio (SLS), ya que eso también puede resecar su piel.[17]
  2. 2 Evite el agua que está muy caliente. Mantenga las duchas y baños tibios para una piel más suave con el tiempo. El agua caliente puede resecar la piel, dejándola áspera y correosa.[18]
  3. 3 Coma sus ácidos grasos omega-3. Los alimentos ricos en estas grasas pueden ayudar a humectar su piel, haciéndola más suave. Intente introducir pescado como salmón, arenque y tilapia en su dieta.[19] Si el pescado no es lo tuyo, prueba nueces, carne de res alimentada con pasto, aceite de linaza, edamame o huevos enriquecidos.[20]
  4. 4 Mantente hidratado. Lo hidratado que está afecta su piel, así que manténgase al tanto de la ingesta de agua. Intente agregar rodajas de fruta a su agua para ayudar a aumentar su consumo.[21]
    • Según algunos cálculos, los hombres deberían recibir 13 vasos de agua al día, y las mujeres deberían recibir 9 tazas.[22]