Realmente, realmente quieres ir a algún lado, pero tu madre es la guardiana de tu libertad. Todos hemos estado allí. Afortunadamente, decir a tu madre que te deje ir a donde quieres no es una tarea imposible: basta paciencia, madurez y algún convencimiento diplomático.
Parte uno de tres:
Colocando la base con tu mamá
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1 Pase tiempo con su madre. Ella realmente se preocupa por ti y me encantaría escuchar sobre lo que está pasando en tu vida. Pasar tiempo contigo te ayudará a que te entienda mejor y a que confíes más en ti. Esto será importante para cuando le pidas ir a lugares.
- Intenta hablar con ella sobre la escuela, tus amigos, lo que sientes, etc.
- Pídale que vaya al centro comercial, al cine, a caminar, etc.
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2 Trabaja duro en la escuela. Cuando era adolescente, su principal responsabilidad está teniendo un buen rendimiento en la escuela, por lo que si aún no lo hace, ya le ha dado a su madre una carta de triunfo para negar sus solicitudes. Golpea los libros para mostrarle que tomas en serio tu trabajo escolar.[1]
- Si obtienes una buena nota, ¡asegúrate de mostrarla!
- Si no te está yendo bien en la escuela, muéstrale lo difícil que estás tratando de hacer los deberes para poder verte, o inscribiéndote para tutoría.
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3 Realiza las tareas domésticas sin que se lo digan. Si tiene quehaceres asignados a usted, no espere que se lo recuerde para hacerlos. Hágalos incluso antes de tu madre espera que lo sean. Esto le mostrará que eres trabajadora, responsable y que puede confiar en ti.[2]
- Dejar que su laboriosidad sorprenda a su madre es mejor que decirle lo bueno que es para hacer sus tareas. Déjala descubrir por sí misma.
- Ir más allá. Si tu mamá te pide que hagas algo, hazlo, y más. Por ejemplo, si ella le pide que arregle su habitación, aspírela también. Esto muestra cómo estás tomando la iniciativa, y ella lo apreciará.
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4 Demuestra buen comportamiento. Esto vale para la escuela y el hogar: si quieres que tu mamá confíe en ti para ir a lugares, actúa maduro y respetuoso.[3] No tienes que ser perfecto, a veces nos equivocamos, pero haz tu mejor esfuerzo.
- Sea cortés y diga "Por favor" y "Gracias".
- No te metas en peleas en la escuela.
- Respete a los amigos de su madre escuchándolos cuando hablan y participe cortésmente en una pequeña charla.
Parte dos de tres:
Apelando directamente a tu mamá
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1 Pregúntele directamente. Acércate a tu madre con una disposición tranquila y sin lloriquear. Apela primero a su razón, y solo a sus emociones como último recurso.
- Facilítese su apelación formulándola con palabras como "Me preguntaba si ..." o "¿Consideraría dejarme ir a ...?" No sea franco y diga "Mamá, quiero ir a ..."
- Asegúrate de que tu mamá esté de buen humor cuando te acerques a ella. Si está de mal humor, espere hasta que se calme, o haga algo bueno para hacerla feliz, pero hágalo sin cuidado, sin manipulación.[4]
- Incluye todos los detalles sobre a dónde quieres ir: quién estará allí, cuánto tiempo estarás allí, cómo llegarás allí y a casa. Cuanto más pueda ofrecer en términos de detalles, más cómoda se sentirá su madre al respecto.
- Recuerde mantener el drama al mínimo: una vez que ha perdido la calma y está gritando, sus posibilidades de éxito son mínimas.[5]
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2 Comience su apelación temprano. Si desea ir a algún lugar el viernes, comience su apelación a mamá el lunes.[6] No quieres que se sienta presionada o se apresure a dar una respuesta. De lo contrario, probablemente diga que no porque no tiene tiempo para pensarlo.[7]
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3 Presente el tema casualmente. No vengas directamente con la pregunta: "¿Puedo ...?". Sé diplomático. Presente el tema en una conversación, pero no se entretenga. Solo estás plantando semillas de pensamiento.[8]
- Por ejemplo: si quiere ir al centro comercial, puede ver el momento en que fueron juntos, lo divertido que fue, cómo piensan ir sus amigos y cómo le gustaría volver.
- Otro ejemplo: si quieres ir a la casa de un amigo, puedes mencionar que tu amigo mencionó la posibilidad de pasar el rato más tarde en la semana y que él / ella iba a preguntarle a sus padres. Mira lo que dice tu mamá, pero no lo digas como si fueras presuntuoso podrás ir.
- Si simplemente no puede ayudarse a sí mismo, y usted hacer pregunta si puedes ir, no presiones una respuesta si tu madre duda. Déjala pensar sobre eso.[9] No ser insistente y obstinado es un signo de madurez, y tu mamá lo notará.
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4 Ofrezca más razones que simplemente opinión. Una razón por la que su madre podría rechazar su solicitud es porque es solo su opinión contra su autoridad. Para anticipar esto, haga una investigación relevante para su solicitud y prepárese para citarla.[10]
- Aunque implica un trabajo adicional, crear una presentación de PowerPoint o una hoja informativa sobre dónde quiere ir impresionará a su madre y le mostrará que realmente ha pensado en esto.[11]
- Si hace una hoja informativa, déjelo donde su madre pueda encontrarlo y léalo en su propio tiempo.[12]
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5 Escribir una carta. Si no se siente cómodo preguntándole a su madre cara a cara, una carta es una forma reflexiva de hacerle saber lo que quiere hacer. Piense en su carta como un ensayo persuasivo, que cubra las razones por las que cree que debería poder ir. No confíe únicamente en su propia opinión: investigue un poco e incluya otras opiniones informadas en su carta.
- En su carta, asegúrese de abordar la preocupación de su madre por su seguridad personal, ya que esta será una de sus razones para decir que no.
- Haga que el tono de su carta sea amoroso y serio: tirar demasiado de las fibras del corazón de su madre puede hacer que se sienta manipulada.
- Incluye muchos detalles sobre las circunstancias de por qué y hacia dónde quieres ir. Si no dejas preguntas en su mente, es probable que se sienta más cómoda al dejarte ir.[13]
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6 Negocia con ella. Dígale que cree que está listo para más responsabilidades en la casa, y que se le permite ir a algún lado.[14] La negociación probablemente solo funcione si ya cumple con sus otras obligaciones, como sus tareas.
- Asegúrate de que puedes y seguirás con lo que sea que negocies. Si no lo haces, perderás la confianza de tu madre.
- Una manera ejemplar de expresar su trato es: "Mamá, ahora que tengo [xx] años, esperaba que pudieras comenzar a confiar en mí con mis responsabilidades e independencia asignándome otros roles en la casa, y quizás dejándome ir. lugares, como [yy] esta semana ".
- Otro ejemplo de fraseo es: "Mamá, ahora que soy mayor, esperaba que confiaras en mí para ir a lugares, como [yy] esta semana, y a cambio de tu confianza comenzaría a asumir más responsabilidades en la casa ".
- Cuando tengas ideas de negociación, considera todo lo que tu mamá tiene que hacer todos los días. Tomando algo de la carga puede ser apreciado y considerado reflexivo.
Parte tres de tres:
Reaccionando apropiadamente a la decisión de tu mamá
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1 Estate calmado. Si ella se niega, averigua por qué se dice que no y responde en consecuencia. Nunca haga una rabieta o comience a quejarse sobre lo injusto que es su madre. Solo los niños malcriados hacen eso, y esa no es la impresión que quieres hacer.
- Una forma ejemplar de responder a un "No" es: "¿Puedo preguntar por qué no quieres que vaya?"
- Si tu mamá saca la vieja tarjeta "Porque lo dije", no te lances. Si ella está tirando esa carta, es porque no tiene una buena razón. Dale más tiempo para pensar.
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2 Estar agradecidos. Ya sea que diga sí o no, sea agradecido por su confianza o su preocupación. Esta es una forma muy madura de comportarse, y ella quedará impresionada.
- Una forma ejemplar de responder a un "Sí" es: "Muchas gracias, mamá, significa mucho en lo que confías lo suficiente como para ir a [yy]".
- Una forma ejemplar de responder a un "No" es: "Entiendo. Agradezco su preocupación por mi seguridad".
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3 Plan para el futuro. Si finalmente tu madre te da un no absoluto, lo mejor es aceptarlo con gratitud y mostrar tu madurez en lugar de darte la vuelta y mostrar tu inmadurez. Pregúntele cómo podría mejorar o crecer para poder ir en el futuro. Esta sola pregunta la impresionará.