La escuela puede ser un fastidio, pero tus calificaciones no deberían desanimarte. Organizarse y entregar las tareas a tiempo hacen una gran diferencia. Pero esto no se trata solo de la tarea. Esto es sobre tu futuro. A través de la preparación mental, puedes obtener una mejor comprensión de ti mismo. Te sentirás mucho más relajado si estás en la pelota, y tus calificaciones reflejarán tus esfuerzos.

Parte uno de tres:
Satisfaciendo las necesidades básicas

  1. 1 Asegúrate de que estás bien descansado. Aunque algunas personas requieren menos descanso que otras, la falta de sueño tiene un impacto negativo significativo en el rendimiento, la memoria y el estado emocional.[1][2] Nunca permita que el orgullo por lo poco que duerme interfiera con sus necesidades.
    • La falta de sueño puede aumentar su estrés y provocar una respuesta de pánico o mala actitud, lo que puede dañar su desempeño en la clase.[3]
    • La falta de sueño también puede interferir con la formación de su memoria y los efectos positivos del aprendizaje.[4]
  2. 2 Dieta para el éxito Su cerebro usa una enorme cantidad de energía en comparación con el resto de su cuerpo.[5][6] La falta de energía puede contribuir a sentimientos negativos y no te deja preparado para dar lo mejor de ti.
    • Las interrupciones a una dieta sana y mantenida pueden influir negativamente en su capacidad de pensar.[7] Algunas opciones dietéticas saludables para el cerebro son:[8]
      • Arándanos
      • Aguacates
      • Nueces y semillas
      • Granos enteros
      • Frijoles
    • Ciertos alimentos que no están de acuerdo contigo, sin importar cuán delicioso sea, pueden dificultar el enfoque y crear sentimientos de aprensión.[9] Algunos ejemplos incluyen:[10]
      • MSG alimentos ricos
      • Alimentos precocinados
      • Alimentos procesados
      • Alimentos ricos en sal
      • Alimentos ricos en azúcar
  3. 3 Encuentra tu estilo de aprendizaje. Saber la mejor manera de aprender le ahorrará tiempo y energía al prepararse para una nueva clase. Los tres principales tipos de aprendizaje son auditivo, visual y kinestésico (práctico).
    • Los estudiantes visuales pueden beneficiarse al ver conferencias, mapas conceptuales, material de codificación de colores y el uso de tarjetas didácticas.[11]
    • Los aprendices auditivos pueden ayudar aprendiendo escuchando música de fondo suave, conferencias grabadas, repitiendo material en voz alta y participando en grupos de estudio o discusión.[12]
    • Los estudiantes prácticos pueden ayudarse tomando descansos frecuentes de estudio, masticando chicle mientras estudian, trabajando de pie y haciendo demostraciones o trabajo de campo.[13]
  4. 4 Conozca su cronotipo. Un cronotipo es una categoría que clasifica el tiempo de sueño habitual y el período activo de una persona.[14] Intenta organizar tu agenda para que se adapte a tu cronotipo.
    • Los noctámbulos deben considerar un horario de clase posterior. Esto disminuirá el temor y la fatiga que puede asociar con una clase de la mañana temprano.[15]
    • Las alondras (madrugadores) deben abstenerse de quedarse fuera la noche anterior a las clases difíciles. Un horario que comience antes en el día puede mejorar su desempeño.[16]
  5. 5 Compra los materiales necesarios. Las diferencias entre la primera y la segunda edición de un libro de texto pueden marcar una gran diferencia cuando envía los trabajos de lectura para ser calificados. Consulte con su instructor antes de comprar cualquiera, excepto la versión recomendada de su texto de clase. Tenga en cuenta los materiales complementarios, que pueden incluir:
    • Lápices
    • Borradores
    • Plumas
    • Resaltadores
    • gobernante
    • Papel cuadriculado
    • Cuadernos
    • Carpetas / carpetas
    • Planificadores / calendarios

Parte dos de tres:
Ansiedad calmante

  1. 1 Familiarízate con tu entorno de aprendizaje. La ansiedad puede crear estrés que lleva a la dificultad para recordar y un bajo rendimiento.[17][18] Puede pasar un tiempo en el aula en el que se realiza una asignatura difícil para que sea menos imponente y mejore su capacidad de concentración.[19]
    • Organice un grupo de estudio con sus amigos en un salón de clases donde se sienta ansioso. Esto puede ayudar a aliviar sus nervios.
    • El estrés percibido puede tener una mayor influencia en el estado mental que la biología.[20] Al percibir un desafío como manejable, podemos limitar la preocupación excesiva o los ciclos de pensamiento negativos.[21]
  2. 2 Desafía tus pensamientos negativos. Los pensamientos negativos automáticos pueden crear miedo o sentimientos de inadecuación.[22] Estos son típicamente un tipo de pensamiento irracional, y no son útiles cuando se preparan para la escuela.
    • Haga preguntas sobre sus sentimientos negativos y piense cómo quiere resolverlos. Esto puede llevarte a un estado de ánimo más positivo.[23]
  3. 3 Practica ejercicios de respiración. Los estudios han demostrado que los ejercicios de respiración son herramientas efectivas para el manejo del estrés y el control emocional.[24] Las técnicas adecuadas de respiración pueden aliviar el mareo, la falta de aliento y el aumento del ritmo cardíaco.[25]
    • Ponerse los labios puede reducir la velocidad de su respiración a un ritmo más natural.[26]
    • Contar mientras respira, asegurarse de respirar por completo y luego exhalar completamente, también ha demostrado ayudar con el manejo del estrés y la ansiedad.[27]
  4. 4 Note los factores desencadenantes de su ansiedad. A veces puede ser difícil para usted identificarse. Algo tan simple como una bebida con cafeína o una bebida energética puede ponerlo al borde y en un mal estado mental.[28] Otros factores desencadenantes pueden ser eventos específicos, escenarios, actividades o personas. Pregúntese: "¿Qué podría hacerme sentir mejor en esta situación?" En algunos casos, la aprensión puede reducirse eliminando la cafeína de su dieta o pidiéndole a un amigo que la acompañe.
    • Algunos desencadenantes comunes incluyen:
      • café
      • soda
      • Té con cafeína
      • Pruebas
      • Discursos
      • Evaluaciones físicas
      • Presentaciones

Parte tres de tres:
Tomando medidas proactivas

  1. 1 Hacer un plan. Una larga lista de preocupaciones puede llevar a una revisión constante de los negativos que te atormentan. Tener un plan de ataque puede limitar su preocupación innecesaria y ayudar a controlar estos sentimientos.[29] Identifique problemas específicos para usted y piense en cómo responderá a ellos.
    • Escribir un plan de acción puede darle claridad y una sensación de concreción.[30]
    • Establecer una tarea o un horario de estudio puede evitar que se olvide de entregar las tareas.
  2. 2 Conozca el objetivo del curso. La mentalidad de la gran imagen puede ayudarlo a asociar principios básicos con conceptos más complejos.[31] Esto puede ser especialmente útil con los exámenes acumulativos.
    • Los mapas mentales y diagramas son herramientas útiles para agrupar temas complejos o de gran cantidad de detalles.[32]
  3. 3 Investigue al instructor. Incluso si no puede elegir su maestro o horario, saber lo que está en la tienda puede ayudarlo a planificar en consecuencia. Algunos profesores no son adecuados para ciertos estilos de aprendizaje o personalidades. Investigue con amigos, estudiantes de último año y busque en línea para descubrir si un maestro en particular es adecuado o no para usted y, de no ser así, cómo podría mejorar la situación.
    • Haga uso de los hábitos que involucran su estilo de aprendizaje. Por ejemplo, durante las clases, los estudiantes prácticos pueden beneficiarse del chicle.
    • Hablar con los instructores el primer día de clase es una buena forma de establecer una relación con ellos. Esto puede ser útil si tiene dificultades con el tema en el futuro.