MCH (o hemoglobina corpuscular media) se refiere a la masa promedio de hemoglobina en sus glóbulos rojos. Con mucha frecuencia, los niveles bajos de MCH son el resultado de la deficiencia de hierro y / o anemia, lo que significa que la mejor manera de aumentar los niveles de MCH es modificar su dieta y régimen de suplemento. En algunos casos raros, un MCH bajo puede ser causado por afecciones más graves y debe ser diagnosticado por un médico.

Método uno de tres:
Diagnóstico de baja MCH

  1. 1 Reconozca los síntomas. Si cree que puede estar experimentando niveles bajos de MCH, tómese un tiempo para observar y catalogar sus síntomas.[1] Los síntomas comunes de un MCH bajo pueden incluir:
    • Fatiga
    • Falta de aliento
    • Hematomas fácilmente
    • Piel pálida
    • Debilidad general
    • Mareo
    • Pérdida de resistencia
  2. 2 Habla con tu doctor Si tiene síntomas de un CHM bajo, lo mejor es que hable de esto con su médico. El MCH bajo puede ser causado por anemia, ciertos tipos de cáncer, parásitos, trastornos digestivos (como la enfermedad de Crohn o enfermedad celíaca) u otras afecciones. Los niveles de MCH también pueden verse afectados por ciertos medicamentos.[2] Esté preparado para decirle a su médico:
    • Qué síntomas has experimentado
    • Cuando comenzaron estos síntomas
    • Tu historial médico
    • Qué medicamentos está tomando actualmente (si corresponde)
    • Lo que normalmente comes
  3. 3 Ejecute algunas pruebas. Su médico lo examinará y ejecutará una serie de pruebas. Los resultados de estas pruebas ayudarán a su médico a delinear el mejor curso de acción para tratar sus bajos niveles de MCH.[3] Algunas de estas pruebas probablemente incluirán:
    • una prueba de sangre que examinará sus niveles de MCHC (concentración media de hemoglobina corpuscular)
    • una prueba de volumen corpuscular medio (VCM) para medir el volumen promedio de sus glóbulos rojos

Método dos de tres:
Alterando su dieta

  1. 1 Discuta su dieta con su doctor. Antes de realizar cambios drásticos en su dieta o estilo de vida, es una buena idea que hable con su médico. Su médico puede ayudarlo a determinar la cantidad correcta de hierro (y otros nutrientes) que necesita y puede ayudarlo a hacer un plan consciente de la salud.
  2. 2 Aumenta el hierro en tu dieta. La mejor manera de aumentar sus niveles de MCH es incluir más alimentos ricos en hierro en su dieta. La cantidad de hierro que necesita cada día varía según su edad, sexo y otros factores. Consulte este cuadro en https://ods.od.nih.gov/factsheets/Iron-Consumer/ para determinar el nivel adecuado para usted. Los alimentos ricos en hierro incluyen:
    • Espinacas
    • Frijoles
    • Mariscos
    • Carne roja y aves de corral
    • Chícharos
  3. 3 Asegúrate de comer suficiente B-6. Para que su cuerpo absorba adecuadamente el hierro, la vitamina B-6 debe estar presente. Puede ayudar a mejorar sus niveles de MCH asegurándose de que coma mucho B-6, junto con hierro.[4] Los alimentos ricos en vitamina B-6 incluyen:
    • Plátano
    • Atún salvaje (no criado en granjas)
    • Pechuga de pollo
    • Salmón
    • Batata
    • Espinacas
  4. 4 Aumenta la cantidad de fibra en tu dieta. La fibra es una parte importante de cualquier dieta. Para aquellos con niveles bajos de MCH, aumentar la cantidad de fibra que ingiere puede ayudar con la absorción de hierro en los intestinos.[5] Los alimentos con alto contenido de fibra incluyen:
    • Chícharos
    • Lentejas
    • Frijoles negros
    • Brócoli
    • coles de Bruselas

Método tres de tres:
Tomando suplementos

  1. 1 Toma suplementos de hierro. Si no le gusta comer alimentos ricos en hierro (o en los días en que está demasiado ocupado), otra opción es tomar suplementos de hierro. Los suplementos de hierro son baratos y seguros.[6]
  2. 2 Cuidado con los efectos secundarios. Desafortunadamente, los suplementos de hierro pueden tener efectos secundarios negativos. Algunos de estos son leves y pueden desaparecer a medida que su cuerpo se acostumbra al medicamento. Otros efectos secundarios (aunque menos frecuentes) pueden ser graves y deberían incitarlo a buscar atención médica. Por supuesto, si algún efecto secundario es molesto o si tiene preguntas, contacte a su médico de inmediato.[7]
    • Los efectos secundarios que generalmente no requieren atención médica incluyen:
      • Estreñimiento
      • Diarrea o vómitos
      • Calambres en las piernas
      • Orina oscura
      • Dientes manchados
      • Acidez
    • Los efectos secundarios que deberían provocar atención médica incluyen:
      • Dolor de espalda o dolor muscular
      • Náuseas o vómitos intensos
      • Sabor metálico
      • Mareos o desmayos
      • Dolor, entumecimiento u hormigueo en manos y pies
      • Latidos cardíacos acelerados
      • Dolor de cabeza intenso
      • Piel enrojecida
      • Sarpullido o colmenas
      • Dificultad para respirar
      • Hinchazón de boca y garganta
  3. 3 Suplemento de vitamina B-6. Ya sea que se consuma en forma de alimentos o en forma de suplementos, la vitamina B-6 es un compañero necesario para el hierro. Siempre que tome suplementos de hierro, combínelos con un suplemento de vitamina B-6.[8]
  4. 4 Evite tomar demasiado calcio Si toma suplementos de calcio, asegúrese de no tomar más de la cantidad diaria recomendada. Un excedente de calcio en su sistema puede dificultar que su cuerpo absorba el hierro.[9]