Las tarjetas RFID incorporadas usan frecuencias de radio para transmitir datos. Estas tarjetas han estado en uso en Europa durante muchos años, pero recién están comenzando a utilizarse en los EE. UU.[1] La idea es que los consumidores puedan usar estas tarjetas en tiendas y restaurantes para pagar compras sin tener que pasar la tarjeta por un escáner. Muchas personas siguen preocupadas, sin embargo, de que la tecnología RFID también les permita a los ladrones usar escáneres para interceptar las ondas de radio y robar la información de la tarjeta.[2] Si bien la tecnología ha logrado importantes mejoras de seguridad en los últimos años, aún existen algunas preocupaciones.

Método uno de tres:
Ser cuidadoso y cambiar los hábitos

  1. 1 Coloque sus tarjetas RFID una al lado de la otra en su billetera. Esto puede hacer que sea más difícil para los ladrones leer una tarjeta en particular[3], pero la protección es limitada.
  2. 2 Lleve sus tarjetas RFID en un bolsillo frontal. Si generalmente lleva sus tarjetas de crédito en una billetera en su bolsillo trasero, es potencialmente más vulnerable a los ladrones que podrían ir detrás de usted con un dispositivo de escaneo. Si cambia las tarjetas a un bolsillo delantero, tenderá a ser más observador de las personas frente a usted y es menos probable que se convierta en una víctima.[4]
  3. 3 Tenga en cuenta a otras personas a su alrededor cuando use sus tarjetas de crédito. Algunas de las tecnologías de RFID más nuevas limitan la oportunidad de los ladrones de escanear sus tarjetas a distancias cortas y solo en el momento de la venta.[5] Antes de usar su tarjeta en una tienda, verifique a su alrededor para asegurarse de que nadie se encuentre a pocos metros de usted y su transacción sea segura.
  4. 4 Use sus tarjetas RFID en el hogar solo para compras en línea. Si realmente le preocupa la tecnología RFID, esta es una forma posible de hacerlo, y luego puede usar otras tarjetas de crédito o efectivo para comprar cosas fuera de su hogar. Sin embargo, el robo de identidad a través del uso de la computadora en línea es probablemente un riesgo mayor que el uso de la tecnología RFID en una tienda.
  5. 5 Controle los estados de cuenta de su tarjeta de crédito para ver si hay actividad o errores habituales. En realidad, esto no puede evitar que los ladrones roben información de su tarjeta, pero monitorear sus estados de cuenta regularmente lo ayudará a usted y a la compañía de tarjetas de crédito a identificar cualquier compra no autorizada y puede limitar sus posibles pérdidas.[6]Algunas fuentes dicen que el monitoreo regular de los estados de cuenta de su tarjeta de crédito es en realidad la "mejor" protección contra el robo de identidad.[7]

Método dos de tres:
Hacer y usar escudos

  1. 1 Compre una cartera de protección RFID o una funda para tarjetas de crédito. Hay varios productos comerciales disponibles que pretenden bloquear los escáneres RFID para que no puedan obtener su información personal.[8] Estos pueden ser fundas individuales para sus tarjetas RFID o carteras que están revestidas con material para bloquear los escáneres.[9][10]
  2. 2 Compre una tarjeta o dispositivo de interferencia RFID. Algunas compañías han desarrollado un dispositivo del tamaño de una tarjeta de crédito que envía su propia señal RFID que interrumpirá los escáneres que intenten obtener la información de su tarjeta de crédito.[11][12][13]
  3. 3 Haz un escudo de aluminio. Este es el camino "de baja tecnología", pero es barato y fácil. Corta dos trozos de papel o cartón del tamaño de una tarjeta de crédito, envuelve cada pieza con papel de aluminio y llévalos en tu billetera alrededor de tus tarjetas de crédito. El aluminio interrumpirá la mayoría de las señales electrónicas.[14]
  4. 4 También puede envolver cada tarjeta de crédito en papel de aluminio y colocar las tarjetas envueltas en su billetera. La lámina protege la tarjeta de los escáneres.[15]

Método tres de tres:
Mantener seguras las tarjetas de crédito para compras en línea

  1. 1 Verifique que los proveedores que usa en línea sean legítimos. Limítese a los vendedores que haya usado anteriormente y que conozca y en quienes confíe.[16] Si tiene inquietudes, puede consultar con el Better Business Bureau en línea en http://www.bbb.org/ o en el área local donde la compañía tiene su negocio.
  2. 2 Busque señales de un sitio web "seguro". Los sitios web verdaderamente seguros usan protección adicional llamada Secure Sockets Layer, o SSL, y la dirección del sitio web comenzará con "https" en lugar del habitual "http".[17] Además, un sitio seguro mostrará un ícono de candado cerrado en la barra de estado en la parte inferior de la página.[18][19] Si no ve la dirección "https" o el candado en la parte inferior, debe considerar usar otro sitio web para su compra.
  3. 3 Mantenga su propia computadora. Para compras en línea más seguras, mantenga su propia computadora libre de virus o spyware. Hay productos de software que puede comprar o descargar en línea de forma gratuita que lo ayudarán a mantener su computadora limpia.[20]
  4. 4 Limite las compras de Wi-Fi. Debido a que cualquier cosa inalámbrica está potencialmente sujeta a piratas informáticos que encuentran una manera de interceptar la señal de radio, su método más seguro para comprar en línea es usar una conexión a Internet cableada.[21]
  5. 5 Use una tarjeta de crédito temporal para compras en línea. Muchos bancos y compañías de crédito ofrecerán este servicio sin costo alguno.[22][23] Puede obtener un número de tarjeta que está separado de su cuenta real, pero el banco lo vincula a su cuenta para sus compras de buena fe.