Es normal tener un caso de melancolía después de dar a luz. Sin embargo, del 10 al 20 por ciento de las nuevas mamás, el blues se convierte en una afección más grave llamada depresión posparto (PPD).[1] La depresión posparto pone en riesgo su salud y el bienestar de su bebé, y generalmente requiere un tratamiento profesional. Aunque actualmente se desconocen las causas de la depresión posparto, puede estar relacionada con los cambios hormonales que experimentan las mujeres durante y después del embarazo.[2] Afortunadamente, hay algunos pasos que puede seguir para minimizar las posibilidades de desarrollar esta afección. Mantener sus expectativas razonables, mantener hábitos saludables y buscar ayuda puede ayudarlo a mantenerse saludable y feliz después de tener a su bebé.

Método uno de tres:
Estableciendo Expectativas Saludables

  1. 1 Consulte a su médico para obtener más información sobre el PPD. Su mejor opción para prevenir la PPD es trabajar estrechamente con su médico. Pueden evaluar su riesgo para el trastorno y ayudar a diagnosticar la afección si muestra signos.[3]
    • Los síntomas comunes de la depresión posparto a tener en cuenta incluyen un estado de ánimo persistentemente bajo, sentimientos de desesperanza o culpa, llanto frecuente y sentimientos de irritabilidad o enojo.
    • Si tiene un alto riesgo de desarrollar PPD, es posible que su médico le recete antidepresivos o terapia de conversación antes de dar a luz.
  2. 2 Sepa qué esperar como madre nueva. Puede ser útil leer en blogs, sacar libros o buscar el consejo de otras madres al comenzar este nuevo viaje. Estos recursos pueden ayudarlo a saber qué esperar cuando se trata de dar a luz y cuidar niños.
    • Busque fuentes que sean razonables. Evita cualquier consejo que te empuje hacia el perfeccionismo o te haga adoptar hábitos poco saludables.
    • Pregúntele a su médico por algunos buenos recursos para verificar que lo prepararán adecuadamente sin aumentar su estrés.
  3. 3 Establezca expectativas realistas. Su rutina diaria va a cambiar después de tener a su bebé, así que manténgase flexible y mantenga sus expectativas realistas. Evite asumir obligaciones innecesarias y delegue tareas a otros cuando pueda. Dé prioridad a las tareas más importantes en lugar de esperar que haga todo. Ahora no es el momento de estresarse por pequeñas cosas como un piso sin barrido.[4]
    • Haga una lista cada semana de sus deberes. Esto puede incluir tareas que deben completarse, como lavar la ropa, limpiar botellas y otros suministros, y ordenar su casa.
    • Luego, crea otra lista de buenos amigos. Esta lista puede incluir las tareas que idealmente desearía realizar a lo largo de la semana. Si no tienes tiempo para completarlos, no te preocupes.
  4. 4 Mantener la perspectiva Cuidar a un recién nacido puede parecer aterrador y abrumador, pero su bebé crecerá rápido. Si las noches sin sueño, los cólicos o las hormonas te hacen sentir abrumado en este momento, trata de recordar que los días más fáciles están en camino.[5]

Método dos de tres:
Manteniendo el estrés a raya

  1. 1 Póngase al día con el sueño cuando pueda. Haga que el descanso sea una de sus principales prioridades en las semanas posteriores al parto. Duerme cuando tu bebé duerme, y pídele a tu pareja o a un miembro de tu familia que vigile de vez en cuando al bebé para que puedas descansar.
    • Las nuevas mamás que no duermen lo suficiente tienen más probabilidades de tener problemas con su salud mental o emocional.[6]
  2. 2 Comer bien. Una dieta nutritiva puede ayudar a mantener su estado de ánimo estable y prevenir los síntomas de PPD. Coma muchas verduras, frutas, granos integrales y proteínas. Mantente hidratado bebiendo ocho vasos de agua todos los días. Evite los azúcares procesados ​​y el alcohol, que pueden causar cambios de humor.[7]
    • Muchas mujeres optan por seguir tomando vitaminas prenatales después de dar a luz, especialmente si están amamantando. Pregúntele a su médico qué tipo de vitaminas o suplementos debe tomar.
    • Coma 5-7 porciones de proteínas magras, 3 porciones de productos lácteos ricos en calcio, 3 porciones de fruta, 3 porciones de grasas insaturadas y 6-8 porciones de cereales, panes y granos.[8]
  3. 3 Mantenga una rutina de ejercicios. El ejercicio aumenta los niveles de endorfinas, lo que mejora su estado de ánimo y ayuda a equilibrar sus hormonas. Intente hacer al menos 30 minutos de actividad suave todos los días. Buenas opciones incluyen llevar a su bebé a dar un paseo en la carriola, hacer algunas posturas de yoga o regresar a la rutina de un gimnasio.[9]
    • Las madres activas tienen tasas más bajas de depresión posparto que las que son sedentarias.
    • Limítese a actividades de bajo impacto como caminar, yoga, natación, entrenamiento liviano y ejercicios aeróbicos de bajo impacto.
    • No intente hacer ejercicios abdominales como abdominales hasta que sus músculos estén completamente curados desde el embarazo y el parto. Hable con su médico antes de aumentar sus entrenamientos.[10]
  4. 4 Tómese un tiempo para practicar el cuidado de sí mismo. Tu nueva identidad como madre no significa que tengas que dejar de hacer las cosas que disfrutas. Dedique un poco de tiempo diaria o semanalmente para dedicarse a sus pasatiempos o relajarse. Puede hacer que un compañero, un padre o un amigo cercano o un miembro de su familia vengan y cuiden al bebé por unas pocas horas a la semana para obtener un poco de "tiempo de mí".
    • Use este tiempo para cuidarse o hacer cosas que le gustan. Trabajar en un proyecto creativo o ponerse al día con un amigo tomando café puede brindarle un equilibrio muy necesario a su vida. Otras opciones pueden incluir actividades como meditar, escribir en un diario o tomar un baño relajante.[11]
    • Almacene una caja de autocuidado con jabones, bombas de baño, su esmalte de uñas favorito, velas, materiales de arte o un libro emocionante para usar durante su tiempo especial.

Método tres de tres:
Obtener soporte

  1. 1 Comunícate con tu pareja. Si tiene un compañero, deberían ser su primera línea de apoyo. Haga un hábito de comunicarse abiertamente con ellos, comenzando antes de dar a luz. Hágales saber cómo se siente y qué pueden hacer para ayudarlo.[12]
    • Asegúrese de que su pareja sepa cómo detectar la depresión posparto. De esta forma, si desarrolla PPD, podrá reconocerlo y ayudarlo a obtener la asistencia que necesita.
    • Usted y su pareja pueden encontrar útil compartir sus temores sobre la crianza de los hijos entre ellos. Podrán apoyarse unos a otros más eficazmente cuando sus sentimientos estén a la vista.
  2. 2 Pídale ayuda a sus amigos y familiares. No hay pena en pedir ayuda cuando tienes un nuevo bebé. De hecho, sus amigos y familiares probablemente estarán contentos de ayudarlo.
    • Póngase en contacto con su red de apoyo y hágales saber lo que necesita, ya sea que eso signifique ayuda con los quehaceres domésticos, una comida saludable o algún tiempo para usted.[13]
  3. 3 Únete a un grupo de padres. Los grupos de crianza brindan una gran oportunidad para hacer preguntas, hablar sobre sus inquietudes y aprender de las experiencias de otros padres. Puede ser tranquilizador pasar tiempo con personas que entienden los problemas que están atravesando. Salir de la casa y conocer gente nueva también le dará un impulso a su estado de ánimo.[14]
  4. 4 Informe a su médico si sospecha que tiene PPD. Si sospecha que podría tener PPD, consulte a su médico lo antes posible. Sea honesto acerca de los síntomas que está experimentando, ya que un diagnóstico completo es la única forma en que puede tratar efectivamente la afección.[15]
    • Usted podría decir: "Mi matrimonio fue difícil durante mi embarazo. Ahora, no he estado comiendo ni durmiendo. Estoy realmente preocupado de que pueda tener depresión posparto ".
    • No te avergüences de buscar ayuda. PPD es común y su médico no lo juzgará negativamente por tenerlo. De hecho, obtener ayuda es lo responsable.
    • Si cree que tiene PPD, es una buena idea avisarle a su pareja o a un miembro de su familia también. Pueden ayudarlo a obtener ayuda profesional si le resulta difícil comunicarse con un médico.
    • Busque la ayuda de un psiquiatra también. Tendrá que trabajar con un profesional de salud mental mientras pasa por el tratamiento de PPD. Pídale a su médico que le dé una referencia.