Amasar la masa conduce al desarrollo del gluten y ayuda a distribuir uniformemente los gases que produce la levadura. Esto crea las condiciones necesarias para producir pan poroso y esponjoso, en otras palabras, delicioso pan basado en levadura. Siga leyendo para aprender a amasar la masa como un profesional.

Parte uno de tres:
Preparar la masa para amasar

  1. 1 Prepare una superficie plana para amasar. Es más fácil amasar la masa en una superficie plana que llega hasta el nivel de la cintura. Prepare una encimera, una mesa u otra superficie estable para amasar, limpiándola con agua tibia y jabón, y luego enjuáguela completamente con una toalla. Espolvoree harina sobre la superficie seca para que la masa no se pegue cuando llegue el momento de amasar.
    • Algunas recetas requieren amasar la masa dentro de un tazón. En estos casos, generalmente se supone que la masa se amasa durante uno o dos minutos. Para las recetas que requieren un período de amasado de más de tres minutos, planifique utilizar una superficie plana.
    • Si no quiere amasar la masa directamente sobre la mesa o encimera, puede revestir la superficie de trabajo con papel pergamino espolvoreado con harina. Las superficies antiadherentes especiales diseñadas para ayudar a amasar están disponibles para su compra en las tiendas de panificación.
  2. 2 Combina los ingredientes para tu masa. Use la cantidad de ingrediente que figura en la receta que está usando. Los ingredientes básicos de la masa son generalmente harina, levadura, sal y agua. Mezcle bien los ingredientes con una cuchara de madera como preparación para amasar.
    • Si la harina suelta todavía se adhiere a los lados de su tazón, la masa aún no está lista para amasar. Continúa removiéndolo con una cuchara hasta que todos los ingredientes estén combinados.
    • Si tiene problemas para mover la cuchara de madera a través de la masa, está lista para ser amasada.
  3. 3 Convierta la masa en su superficie de trabajo. Viértalo del cuenco directamente sobre la superficie plana que preparó. Debería formar una pelota suelta y pegajosa. La masa ahora está lista para ser amasada.

Parte dos de tres:
Amasar la masa

  1. 1 Lávese las manos antes de amase. Amasar requiere trabajar la masa entre sus manos, así que lávelas y séquelas bien antes de comenzar. Quítese los anillos y otras alhajas que puedan quedar atrapadas en la masa, y enrolle las mangas para que no queden pegajosas.
    • Ya que está trabajando con una superficie enharinada, es posible que desee proteger su ropa con un delantal.
  2. 2 Reúna la masa en una pila. Cuando primero sumerges tus manos en la masa, será pegajoso y difícil de recolectar. Continúa y trabaja la masa con tus manos, formándola en forma de bola, presionándola hacia abajo y reformándola. Continúe haciéndolo hasta que la masa ya no sea tan pegajosa, y se vuelve posible formar una bola sin que la masa se deshaga.
    • Si la masa no parece estar perdiendo su pegajosidad, espolvoree más harina sobre la parte superior y trabaje en la masa.
    • Puede sacudir ligeramente las manos con harina para evitar que la masa se pegue demasiado.
  3. 3 Golpea la masa. Presione los talones de sus manos en la masa, empujando ligeramente hacia adelante. Esto se llama "perforar" la masa y ayuda a que el gluten comience a funcionar. Continúa haciendo esto hasta que la masa esté ligeramente elástica.
  4. 4 Continúa trabajando la masa. Para amasar la masa, pliega la masa por la mitad y mueve hacia adelante las puntas de tus manos para presionarla. Voltee la masa ligeramente, pliéguela por la mitad, y revuélvala con los talones de sus manos. Repita durante 10 minutos, o mientras la receta indique que la masa debe ser amasada.
    • El proceso de amasado debe ser rítmico y constante. No trabajes demasiado lento; manipule cada parte de la masa rápidamente, sin dejarla descansar durante demasiado tiempo entre turnos.
    • 10 minutos es mucho tiempo para repetir una tarea física. Si se cansa, pida a otra persona que intervenga y continúe el proceso de amasado.

Parte tres de tres:
Saber cuándo dejar de amasar

  1. 1 Busque una textura pegajosa. La masa comienza pegajosa y grumosa, pero después de 10 minutos de amasado debe ser brillante y lisa. Debe ser pegajoso al tacto con una sensación elástica. Si quedan trozos o partes pegajosas, continúe amasando la masa.
  2. 2 Prueba si la masa mantiene su forma. Forme la masa en forma de bola y déjela caer sobre su superficie de trabajo. ¿La forma de la pelota se mantuvo intacta? Si la masa está lista, debe mantener su forma.
  3. 3 Pellizque la masa para verificar su firmeza. La masa se vuelve más firme a medida que la amasas, del mismo modo en que enrollar un resorte hace que resulte más complicado enrollarlo. Pellizca un poco de masa entre tus dedos. Si está listo, se sentirá como un lóbulo de oreja. Cuando la masa es empujada, debería volver a su forma original.
  4. 4 Completa tu receta La mayoría de las recetas le indican que deje que la masa se eleve en un lugar cálido durante unas horas después de terminar el primer amasado. Una vez que ha duplicado su tamaño, es posible que tenga que golpear la masa y amasarla durante unos minutos más, luego dejar que suba otra vez antes de hornear.
    • Si amasaba la masa hasta que estuviera firme, elástica y brillante, su pan debería tener una costra crujiente con un interior suave y masticable.
    • Si la masa no se amasa bien, el pan se volverá duro, denso y un poco plano.