La hepatitis es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta al hígado y que, en última instancia, puede provocar complicaciones graves, como la cirrosis hepática y el cáncer de hígado. Afortunadamente, hay varias cosas que puede hacer para disminuir significativamente su riesgo de desarrollar la enfermedad. Desplácese hacia abajo para comenzar a aprender cómo.

Método uno de cuatro:
Usando la Prevención Cotidiana

  1. 1 Lávate las manos a menudo El lavado de manos es una de las formas más simples y efectivas de evitar la hepatitis. Los pasos para un lavado de manos efectivo son:
    • Humedezca su mano con agua limpia.
    • Aplique jabón a sus manos y aplique una abundante espuma.
    • Frota tus palmas, la parte posterior de tus palmas, cada dedo, entre todos tus dedos, tus dedos y tus uñas por al menos 40 segundos.
    • Enjuague sus manos completamente en agua limpia.
    • Sécate las manos con una toalla limpia.
    • También se puede usar alcohol desinfectante, desinfectantes para manos y desinfectantes para manos. Asegúrate de restregar durante 20-30 segundos.
  2. 2 Evite compartir agujas. Debido a que diferentes cepas de hepatitis se propagan tan fácilmente a través de la sangre infectada, nunca comparta agujas con nadie.
    • Esto incluye agujas para medicamentos, agujas para tatuajes y agujas médicas.
    • Asegúrese de usar solo agujas nuevas y sin usar, y recuerde desechar todas las agujas usadas en un recipiente para objetos filosos.
  3. 3 Practica sexo seguro. La hepatitis viral puede transmitirse fácilmente por vía sexual.
    • Usar condones correctamente y limitar el número de parejas sexuales puede ayudar a reducir el riesgo de contraer la enfermedad.
  4. 4 Use equipo de protección. Si alguna vez se encuentra en un escenario en el que manipulará cualquier clase de fluidos corporales, o donde pueda estar en contacto con fluidos corporales, asegúrese de usar el equipo de protección necesario.
    • El uso de equipo de protección durante el trabajo físico también puede ayudarlo a evitar cortarse la piel, dificultando que su sangre entre en contacto con los fluidos corporales de los demás.
    • Aquí hay algunas piezas comunes y efectivas de equipo de protección:
      • Guantes
      • Máscaras faciales
      • Gafas de protección
  5. 5 Evite compartir artículos de tocador. Para minimizar las probabilidades de contraer hepatitis, evite compartir sus artículos de tocador personales con otras personas, especialmente aquellos artículos con más probabilidades de entrar en contacto con sangre u otros fluidos corporales, como:
    • Cepillos de dientes
    • Navajas
    • Cortauñas
  6. 6 Tenga cuidado con las sustancias contaminadas. Dado que la hepatitis se transmite a través de una variedad de sustancias diferentes, es útil evitar entrar en contacto o ingerir lo siguiente:
    • Alimentos contaminados, especialmente de lugares con un saneamiento general deficiente.
    • Agua sucia, especialmente de fuentes desconocidas o de regiones con un saneamiento deficiente.
    • Residuos de excremento u orina en superficies tales como inodoros y urinarios, especialmente en áreas con poca higiene.
    • Pomos, pasamanos y otros artículos tocados por las manos de muchas personas.
    • Consejo: lavarse las manos y, siempre que sea posible, desinfectar las superficies con un desinfectante que contenga al menos un 70% de alcohol puede ayudar a minimizar los efectos potencialmente negativos de entrar en contacto con este tipo de superficies sucias.

Método dos de cuatro:
Prevenir la infección a través de las vacunas

  1. 1 Obtenga una vacuna contra la hepatitis A. La vacuna contra la hepatitis A se usa para prevenir y disminuir el riesgo de contraer la enfermedad. Se administra a través de una inyección en los músculos y no requiere preparación especial. Los que son buenos candidatos para esta vacuna son:
    • Niños de 1 a 2 años de edad.
    • Las personas que viajan a lugares con una alta prevalencia de hepatitis A, incluyendo Asia, África y Europa del Este.
    • Personas que viven en áreas con una alta tasa de incidencia de hepatitis A.
    • Hombres con parejas sexuales masculinas.
    • Las personas que entran en contacto frecuente con agujas, ya sea para uso de drogas o con fines médicos.
    • Aquellos que entran en contacto íntimo con personas de áreas propensas a infecciones de hepatitis A.
  2. 2 Recibir una vacuna contra la hepatitis B. Al igual que la vacuna contra la hepatitis A, la vacuna contra la hepatitis B se inyecta directamente en el músculo y no requiere preparación especial. Los buenos candidatos para esta vacuna incluyen:
    • Bebés recién nacidos. Tenga en cuenta que los bebés reciben vacunas contra la hepatitis B en tres dosis: en el momento del nacimiento, a los 1-2 meses de edad, y nuevamente a los 6-18 meses de edad.
    • Personas menores de 18 años, pero que nunca recibieron la vacuna cuando eran bebés.
    • Aquellos cuyas parejas sexuales pueden tener hepatitis B.
    • Personas que viajan a lugares con altas tasas de incidencia de hepatitis B.
    • Adultos que nunca han recibido la vacuna, pero que desean protegerse contra la enfermedad. Tenga en cuenta que las vacunas para adultos con hepatitis B vienen en tres dosis: la segunda dosis se administra cuatro semanas después de la primera y la tercera dosis cinco meses después de la segunda dosis.
  3. 3 Comprenda las deficiencias con respecto a las opciones de vacunación contra la hepatitis C, D y E.
    • Si bien hay varias vacunas actualmente en desarrollo, no existe una vacuna aprobada para la hepatitis C.[1]
    • La vacuna para la hepatitis B puede proteger contra la hepatitis D en personas que no están infectadas con el virus de la hepatitis B (VHB).[2] Esto se debe a que para que el virus de la hepatitis D se replique, el VHB ya debe estar presente en el cuerpo.[3]
    • Finalmente, mientras que la vacuna contra la hepatitis E ha sido aprobada para su uso en China, su efectividad y seguridad todavía se están evaluando y evaluando. Además, a pesar de encontrarse en todo el mundo, la hepatitis E tiene una baja prevalencia en los países desarrollados, por lo que la infección en lugares como los Estados Unidos es rara.[4]
  4. 4 Obtenga una inyección de inmunoglobulina contra la hepatitis. Una inyección de inmunoglobulina contra la hepatitis contiene anticuerpos que destruyen ciertas cepas de hepatitis.
    • Debido a esto, puede ser una forma efectiva de tratamiento si se administra a una persona dentro de las 2 semanas de entrar en contacto con el virus de la hepatitis A.
    • También puede ayudar a controlar algunos brotes de la enfermedad.

Método tres de cuatro:
Disminuyendo su riesgo a través de la nutrición

  1. 1 Come suficiente proteína Los niveles adecuados de proteína ayudan a mantener la integridad corporal, la curación y la estabilidad de los órganos, lo que promueve una salud y un desarrollo óptimos. Buenas fuentes de proteína incluyen carne, pollo, pescado, huevos, legumbres, nueces, semillas y productos lácteos. Estas son las pautas generales de cuánta proteína necesitan las personas en sus dietas:
    • 1-3 años: 13 gramos por día
    • 4-8 años: 19 gramos por día
    • 9-13 años: 34 gramos por día
    • Hombres de 14 a 18 años: 52 gramos por día
    • Mujeres de 14-18 años: 46 gramos por día
    • Hombres de 19 años en adelante: 56 gramos por día
    • Mujeres de 19 años en adelante: 46 gramos por día
  2. 2 Obtén los tipos correctos de grasas Las grasas buenas son cruciales para la salud en general, ya que ayudan a proporcionar energía, mejorar la función cerebral y permitir que el cuerpo absorba vitaminas importantes como las vitaminas A, D, E y K, todas las cuales son necesarias para un desarrollo corporal óptimo. Para asegurarse de obtener los tipos correctos de grasas:
    • Limite su consumo de grasas saturadas a menos del 7% de su ingesta diaria de calorías.
    • Limite su consumo de grasas trans a menos del 1% de su ingesta diaria de calorías.
    • En la medida de lo posible, elija grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas, que se encuentran comúnmente en el aceite de oliva, aceite de canola, aceite de sésamo y aceite de soja.
    • Intente comer los ácidos grasos que se encuentran en los peces como el salmón y la caballa.
  3. 3 Mantenga una dieta con suficientes carbohidratos. Una cantidad saludable de carbohidratos puede ayudarlo a mantener los niveles de energía necesarios para una buena salud general, y también puede ayudarlo a digerir y absorber nutrientes de manera efectiva. Aquí hay algunos consejos para manejar su ingesta de carbohidratos:
    • La cantidad diaria recomendada de carbohidratos se calcula tomando 45% -65% de su ingesta diaria de calorías y dividiendo ese número por cuatro.
    • Los granos integrales son ricos en carbohidratos.
    • Las frutas como los plátanos, las cerezas y las pasas son buenas fuentes de carbohidratos saludables.
    • Las verduras como las papas y las zanahorias son ricas en carbohidratos.
    • Comer legumbres, nueces y semillas puede ser una buena forma de obtener sus carbohidratos.
  4. 4 Dale a tu cuerpo vitaminas y minerales. Para maximizar la salud general del hígado, asegúrese de concentrarse en consumir las siguientes vitaminas y minerales:
    • Vitaminas A, C, E, B1, B6 y B12
    • Hierro
    • Selenio
    • Calcio
    • Magnesio

Método cuatro de cuatro:
Comprender el virus

  1. 1 Sepa cómo se propaga el virus. Hay cinco cepas de hepatitis, y si bien todas comparten algunas similitudes básicas, también hay algunas diferencias clave en la forma exacta en que cada cepa se propaga de una persona a otra.
    • La hepatitis A se transmite a través de la ingestión de materia fecal de una persona infectada, lo que significa que con mucha frecuencia viaja a través de alimentos y bebidas contaminados. # * La hepatitis A rara vez es mortal, y generalmente no causa daño hepático duradero.
    • La hepatitis B se contrae al entrar en contacto con sangre, semen y otros fluidos corporales de una persona infectada. El nacimiento, el contacto sexual y el intercambio de agujas son todos modos comunes de transmisión. La hepatitis B puede conducir a enfermedades hepáticas crónicas, y algunas veces puede ser fatal.
    • La hepatitis C se transmite cuando una persona entra en contacto con la sangre de una persona infectada, generalmente mediante el intercambio de agujas, una mala transfusión de sangre y, a veces, el nacimiento. La hepatitis C a veces puede conducir a enfermedades hepáticas crónicas.
    • La hepatitis D se transmite a través de sangre y productos sanguíneos infectados. La hepatitis D requiere la presencia de ADN de la Hepatitis B para propagarse, por lo que aquellos que ya tienen la Hepatitis B son los únicos en riesgo de contraer Hepatitis D.
    • La hepatitis E se transmite a través de la materia fecal infectada, y es más común en regiones con un saneamiento general deficiente, donde el virus a menudo es transmitido por el agua.
  2. 2 Familiarízate con los síntomas. En algunos casos, las personas con hepatitis ni siquiera saben que lo tienen porque no tienen síntomas. Sin embargo, para aquellos que experimentan síntomas, estos son algunos de los más comunes:
    • Fiebre
    • Ictericia, que es una coloración amarillenta de la piel
    • Fatiga y debilidad corporal general
    • Dolor de estómago
    • Diarrea
    • Pérdida de apetito
    • Náusea
  3. 3 Ayude a difundir la conciencia mediante la investigación del virus y las enfermedades. Al conocer cómo se transmite el virus de la hepatitis y tomar medidas para prevenir su aparición y diseminación, se reduce la probabilidad de que ocurra una infección de hepatitis en su comunidad.