Tomamos docenas de decisiones todos los días. Qué ponerse, qué comer, qué camino tomar para ir al trabajo, qué película ver en Netflix: todas estas opciones son bastante sencillas y directas, que normalmente estarán determinadas por el estado de ánimo o las preferencias. Otras decisiones, como qué colegio principal seleccionar o si se debe mudar fuera del país, pueden ser más difíciles de hacer. Puede estar tan preocupado por tomar la decisión equivocada que experimenta parálisis de análisis, y retrasa la toma de cualquier decisión. Aprenda un proceso de toma de decisiones paso a paso que lo ayude a avanzar sin problemas incluso tomando las decisiones más difíciles.

Parte uno de tres:
Preparándose para tomar una decisión difícil

  1. 1 Reconozca por qué algunas elecciones son difíciles. Con decisiones fáciles, generalmente podemos elegir una u otra alternativa. Tuviste el club de pavo ayer, entonces, quizás, la ensalada de huevo es más atractiva hoy. Con elecciones difíciles, por otro lado, las alternativas están relacionadas. Ambos son mejores en algunos aspectos, pero ninguno es significativamente mejor que el otro.[1]
    • Por ejemplo, si está tratando de decidir entre la psicología y las empresas como un estudiante universitario, podría pensar en sus perspectivas de carrera para ambos. Tal vez las empresas le ofrecen una mayor flexibilidad, pero la psicología le interesa más. Ninguna opción es mejor en general, por lo que la elección es un poco complicada.
  2. 2 Reina en tus emociones. Tomar una decisión difícil en el calor del momento puede llevar a resultados catastróficos. Si te sientes secuestrado por tus emociones, es posible que desees retrasar la toma de decisiones hasta que puedas controlar lo que sientes. Una sugerencia para manejar las emociones es Parar, soltar y procesar[2]:
    • Detener. Si nota que su corazón late con fuerza, siente los hombros pesados ​​o cualquier signo físico de emociones fuertes, preste atención a estos signos. No tome decisiones táctiles hasta que pueda controlar sus sentimientos.
    • Soltar. Cuando las emociones fuertes interfieren con tu capacidad para tomar una decisión difícil, deja lo que estés haciendo y toma un descanso mental. Practique la respiración profunda, salga a caminar afuera, o participe de un pasatiempo u otra actividad que lo calme.
    • Proceso. Una vez que controlas la emoción que te afecta, esfuérzate por comprenderla. Identifique el nombre de la emoción (es decir, ira, miedo, desilusión, preocupación, etc.). Piensa por qué te estás sintiendo de esta manera. Obtener una pista sobre los estados emocionales fuertes podría guiarlo en su futura toma de decisiones. Por ejemplo, si siente enojo por tener que tomar una decisión, es posible que solo esté haciendo esta elección por deber a otra persona, no por usted mismo.
  3. 3 Duerme en el. Es posible que haya escuchado este consejo antes y no tenga idea de cómo dormir puede ayudarlo a tomar una decisión difícil. La investigación sugiere que un proceso de pensamiento inconsciente puede ayudarnos en la toma de decisiones, al tiempo que elimina cualquier prejuicio o sesgo de la ecuación.[3]
    • Además, dormir inadecuadamente puede impedir su capacidad para tomar buenas decisiones, ya que las deficiencias del sueño afectan el funcionamiento saludable del cerebro.[4] Por lo tanto, apretar un ojo cerrado puede beneficiar su elección en varios frentes.
  4. 4 Libera tu miedo a los errores. Si eres un perfeccionista, es posible que tengas una gran dificultad para tomar grandes decisiones. El perfeccionismo implica creencias distorsionadas sobre cometer errores.[5] Sigue este proceso para superar tu miedo:
    • Considera lo que piensas sobre esta decisión. Tal vez, te preocupe que si tomas una mala decisión sobre tu especialidad, tu carrera y tu vida, se arruinará.
    • Evalúa si tu pensamiento es realista. En lugar de asumir que lo que estás pensando es un hecho, cuestiona la evidencia que lo rodea. ¿Has visto gente cambiar exitosamente carreras o carreras? ¿Sus vidas se arruinaron debido al error?
    • Pregúntese "¿qué es lo peor que puede pasar"? Una vez que considere esto, pregunte si puede manejar esta realidad.

Parte dos de tres:
Sopesando las opciones

  1. 1 Limita tus opciones. Cuando se trata de tomar decisiones difíciles, demasiadas opciones pueden conducir a la parálisis del análisis. Cuando tienes una variedad de opciones, sientes la necesidad de considerar cuidadosamente todas las alternativas posibles. Piensas que si consideras todas las variables, tus posibilidades de cometer un error o enfrentar incertidumbres se reducen. En realidad, más variables significan más razones para retrasar la elección.
    • Intente reducir sus opciones a cinco o menos opciones para agilizar su toma de decisiones.
    • Un estudio realizado en Columbia Business School examinó dos exhibiciones de mermeladas diferentes: una mesa con 24 mermeladas frente a una con solo 6. Al final, mientras que una multitud más grande se sintió atraída por la mesa con una mayor variedad, se hicieron más compras en la mesa con menos opciones[6]
  2. 2 Recopilar información. Una vez que haya reducido sus opciones a la menor cantidad de opciones posible, busque nueva información que lo ayude a evaluar cada opción.[7]
    • Por ejemplo, si su mayor preocupación acerca de elegir un título universitario es la satisfacción general dentro del campo de la carrera profesional, puede investigar o entrevistar a personas que trabajan en cada área. Esfuércese por obtener toda la información útil que pueda para ayudar a guiar su decisión.
  3. 3 Considera las consecuencias.[8] Otro aspecto de sopesar las opciones es pensar qué podría salir bien o mal. Obtenga dos hojas de papel y un bolígrafo. Escriba cada una de sus opciones y luego enumere las consecuencias positivas y negativas en sus respectivas páginas. Hacer esto puede ayudarlo a reducir aún más sus opciones y obtener una mirada objetiva a su elección.
    • Considera los beneficios de cada elección.
    • Considera los inconvenientes de cada elección.
    • Mira la imagen completa.[9] Pregúntese cómo encajará cada opción en sus planes actuales o futuros.
  4. 4 Hable con un asesor de confianza. Póngase en contacto con un amigo o conocido confiable e imparcial que pueda ayudarlo a clasificar las variables de esta decisión. Discutir el asunto con alguien en quien confíe puede ayudar a que sus ideas salgan de su mente. Esta persona puede incluso pensar en pros o contras que aún no haya considerado.

Parte tres de tres:
Pensando en Decisiones a Largo Plazo

  1. 1 Reflexiona sobre decisiones pasadas. Antes de actuar en esta nueva decisión, tómese un tiempo para contar las elecciones anteriores que ha realizado. Aplique habilidades de pensamiento crítico a decisiones pasadas para decidir objetivamente que fue efectivo o inefectivo con respecto a sus elecciones anteriores.
    • Usar habilidades de pensamiento crítico mientras toma una decisión puede transferirse a otras nuevas, ayudándole a convertirse en un mejor tomador de decisiones en general.[10]
    • Tomarse el tiempo para reflexionar sobre sus decisiones anteriores puede tener efectos asombrosos en su bienestar. La investigación muestra que las personas que toman decisiones con reflexiones reflexivas (TDRM) tienen una mayor probabilidad de inscribirse y graduarse de la universidad, tener buena salud física, participar en oportunidades de promoción comunitaria y menos probabilidades de ser delincuentes.[11]
  2. 2 Alinea tus acciones con tus valores personales. Cuando tienes una base sólida de valores, puedes descansar sabiendo que cualquier elección que elijas es cumplir tu objetivo o propósito final.[12] Piensa en lo que más valoras en la vida. ¿Es compasión? ¿Mejora personal? ¿Familia?
    • Priorice cualquier decisión para que complementen sus valores personales. Por ejemplo, si priorizas la compasión y la superación personal, puedes elegir estudiar psicología para que compasivamente puedas ayudar a las personas que padecen enfermedades mentales a llevar vidas plenas.
    • Si tiene problemas para identificar sus valores personales, tome la Evaluación gratuita de valores personales.[13]
  3. 3 Imagine cómo se sentirá cada elección. Otra forma de considerar los aspectos a largo plazo de tomar una decisión difícil es visualizar que ya lo ha logrado.[14] Cierra los ojos e imagina que la decisión está tomada. ¿Cómo te sientes sobre el resultado?
    • Fingir que ya ha decidido puede ayudarlo a saber si su intestino está de acuerdo con su elección. Si imagina que su elección lo deja con una sensación de calma y alivio, es posible que desee seguir adelante con esa elección. Sin embargo, si su elección trae consigo una sensación de fatalidad o arrepentimiento, es posible que deba volver a la pizarra y reconsiderar sus opciones.