El conflicto es una parte inevitable de la vida y no es algo que deba evitar. Puede afirmarse respetuosamente explicándose claramente de una manera calmada. Ilustra tus ideas con ejemplos y asegúrate de reconocer las ideas de otras personas también. Sea abierto al compromiso y solicite a otras personas que elaboren sus opiniones para obtener una nueva visión.

Parte uno de dos:
Afirmando usted mismo

  1. 1 Establecer límites. Sea claro acerca de cuáles son sus límites para que las personas lo sepan. Esto hará que sea más fácil para usted afirmarse. Tómese su tiempo para identificar cuáles son sus límites en sus relaciones. ¿Qué no estás dispuesto a aceptar?[1]
    • Intenta sintonizar tus sentimientos para ayudarte a identificar tus límites. Por ejemplo, si se siente incómodo durante una interacción con alguien, tómese un momento para considerar por qué podría sentirse así.
    • Deberá expresar sus límites a otras personas para que sepan cuáles son. Intenta decir algo así como: "Me hace sentir incómodo cuando la gente me abraza, así que prefiero estrecharme la mano".
  2. 2 Afirma tu opinión lo antes posible. Descartar situaciones potencialmente incómodas solo retrasa lo inevitable y puede generar tensiones a lo largo del tiempo. Cuando tenga una idea o no esté de acuerdo con el pensamiento de otra persona, repítalo de inmediato. Sea lo más respetuoso y positivo posible cuando hable.[2]
    • Por ejemplo, diga algo así como: "Creo que el presupuesto de nuestro partido se gastaría mejor en comida y bebida que en un DJ".
  3. 3 Describe tu visión tan claramente como puedas. El temor a ser malinterpretado puede hacer que te detengas de la discusión o el debate. Intente explicar su punto de vista y sus objetivos de la manera más breve posible para evitar errores de comunicación. Sé positivo y diplomático en la forma en que te expresas.[3]
    • Por ejemplo, ofrezca una explicación como: "Creo que hacer publicidad impresa y digital cubrirá un mercado más amplio y atraerá nuevos clientes, como estudiantes y ancianos".
  4. 4 Trata de permanecer tranquilo y sin emociones. La ira, la frustración y otras reacciones emocionales pueden eclipsar los argumentos racionales. Obtenga control de sus emociones practicando la respiración profunda cuando comienza a molestar o abrumar. Intenta ser consciente de tus propios pensamientos negativos para que la duda y la inseguridad no te den lo mejor de ti.
    • Si se emociona al entablar un debate con alguien, tómese un momento para preguntarse por qué se siente triste. Comprender la raíz de su frustración puede eliminar el poder de sus emociones.
    • En algunos casos, expresar tus emociones puede ser útil. Diga algo como: "Perdonar mi tono, estoy un poco molesto".
  5. 5 Mantiene un tono serio y centrado. El sarcasmo, las bromas y la desviación son formas comunes de evitar el conflicto. Para comunicar sus pensamientos con claridad, manténgase serio sobre los problemas y hable con propósito. Hacer luz de una situación no hará que las personas tomen sus pensamientos en serio. [4]
    • Por ejemplo, evite ser excesivamente humorístico o anteceda su opinión con algo así como: "Supongo que ahora les contaré mi corazón".

Parte dos de dos:
Reconociendo diferentes puntos de vista

  1. 1 Habla objetivamente para evitar poner a la otra persona a la defensiva. Es importante ser cortés y diplomático cuando se trata de una situación de conflicto para evitar la negatividad. Si no está de acuerdo con la opinión o las acciones de alguien, explíquelo sin etiquetarlo ni acusarlo. En aras de resolver la situación sin problemas, sea respetuoso y encuadre las cosas de manera neutral.[5]
    • Use las declaraciones "I" para expresarse en lugar de echar la culpa. En lugar de decir algo como, "Olvidó el presupuesto de alimentos para la reunión", diga: "Puedo decir que ha resuelto muchos detalles sobre la reunión. ¿Puedes tomar un momento para abordar el presupuesto de alimentos?
  2. 2 Pregunte sobre el razonamiento o razonamiento de otra persona. Demuestre consideración al interesarse en por qué alguien tiene una idea en lugar de simplemente descartarla. Si alguien expresa una idea que choca con la suya, reaccione con calma preguntando cómo llegaron a esa opinión. Pregunte educadamente y trate de mostrar un interés genuino en su respuesta.[6]
    • Podrías decir: "Estoy intrigado por lo que acabas de decir. ¿Cómo llegaste a esa conclusión?"
  3. 3 Muestre cómo la idea de otra persona puede funcionar al unísono con la suya. Una forma de ser asertivo y evitar interacciones negativas es sugerir que dos ideas diferentes pueden ser correctas. Valide el argumento de la otra persona discutiéndolo junto con el suyo. Haga hincapié en que se trata de una situación "y" en lugar de una situación de "uno u otro".[7]
    • Enfatice una especie de solidaridad diciendo algo así como: "Estás dedicado a recaudar fondos para la biblioteca y me esfuerzo por aumentar el presupuesto para las obras de teatro de la escuela. ¿Cómo podemos lograr estos objetivos con contribuciones limitadas?
  4. 4 Esté abierto a un compromiso o nuevas alternativas. Si bien es importante ser asertivo y luchar por lo que cree, también es saludable seguir siendo flexible y estar abierto a otras ideas. Mantenga una mente abierta sobre las ideas de otras personas y exprese su disposición a comprometerse. Incluso puede necesitar sacrificar un poco a veces para llegar a una resolución. Este no es un paso para evitar el conflicto, sino para enfrentar las cosas y encontrar una solución.[8]
    • Establezca el tono para el compromiso al delinear los atributos positivos de 2 ideas contradictorias y proponer una sesión de lluvia de ideas para encontrar una tercera opción mutuamente beneficiosa.