Bambú Moso, también llamado Phyllostachys edulis o bambú de caparazón de tortuga, es un tipo especial de planta que puede crecer a un ritmo rápido y alcanzar hasta 26 pies (7,9 m) de altura. Tiene una variedad de usos y prospera en muchos climas diferentes una vez establecidos. Comenzarlo puede ser complicado, pero saber cómo preparar y plantar las semillas te ayudará a cultivar moso bamboo con éxito.

Parte uno de tres:
Seleccionar el ambiente para tus semillas

  1. 1 Elija una ubicación que reciba mucha luz solar. Las especies más grandes de bambú, como moso, crecen especialmente rápido y se vuelven más saludables cuando están expuestas a la luz solar completa después del proceso de germinación.[1]
    • Intente evitar plantar su moso bamboo en un área donde haya árboles o edificios circundantes que minimicen la luz solar. Mientras que otros tipos de bambú y plantas en general pueden prosperar mientras se exponen a más o menos tres horas de luz solar al día, el moso bambú necesita seis o más.[2]
  2. 2 Asegúrese de que el área tenga una fuente de agua. Si bien el bambú moso puede no necesitar necesariamente una cantidad excesiva de agua, crece mejor en un lugar donde tiene acceso constante al agua. Opte por un área que sea relativamente fácil de hacer y se mantenga húmeda.[3]
  3. 3 Plante sus semillas cuando y donde la temperatura sea leve. Elija un ambiente más fresco que no se congele por largos períodos. Para obtener el mejor resultado posible, planta tus semillas en primavera. Una vez que su bambú Moso esté más establecido, podrá manejar temperaturas de hasta 5 grados Fahrenheit (-15 grados Celsius), pero le será difícil regresar del daño causado por períodos de tiempo más fríos y largos.[4]

Parte dos de tres:
Preparar las semillas

  1. 1 Enfríe sus semillas en el refrigerador. Rompe la latencia de las semillas manteniéndolas en el refrigerador durante dos o tres semanas antes de sembrarlas. Puede ponerlos en el suelo afuera durante los meses de invierno y esperar la germinación de la primavera, pero las posibilidades de éxito al usar este método son menores, ya que no podrá regular la humedad y la temperatura.
  2. 2 Consigue una maceta y crea un medio de crecimiento mezclando arena y compost. Ya sea un compost a base de turba o sin turba mezclado con arena en partes iguales creará una base sólida que permitirá que sus semillas tengan un buen comienzo.[5] Haz suficiente cantidad de tu mezcla para llenar tu maceta alrededor de tres cuartos del camino.
  3. 3 Remoja tus semillas Suaviza tus semillas sumergiéndolas durante 24 horas en un recipiente con agua. Además del ablandamiento, este paso le permite evaluar cuáles de sus semillas son viables y cuáles no. Cualquier semilla que se hunda en el fondo probablemente no brote, así que no te molestes en sembrar.[6]
  4. 4 Caliente el medio de crecimiento. Mientras las semillas están en remojo, llene su maceta un poco más de la mitad con la mezcla de arena y compost, cúbralo con una envoltura plástica y déjelo reposar a una temperatura entre 68 y 78 grados Fahrenheit (20-26 grados Celsius).

Parte tres de tres:
Plantando y cultivando las semillas

  1. 1 Plante las semillas en un lugar sombreado. Coloque las semillas en la olla a varias pulgadas de distancia y cubra las semillas con aproximadamente un cuarto de pulgada de su medio. En este punto del proceso, las semillas serán muy sensibles a las influencias ambientales y requerirán temperaturas consistentemente cálidas, sombra ligera y humedad.
    • Por lo general, el bambú tarda alrededor de un mes en germinar, sin embargo, a veces puede llevar hasta seis meses. Sea paciente y considere esto antes de asumir que sus semillas no son viables.[7]
  2. 2 Transporte la planta Cava un hoyo del tamaño de tu maceta en algún lugar del área soleada que hayas seleccionado. Una vez que su planta de bambú moso sea de varios centímetros de alto y parezca ser algo fuerte y estable, retírela suavemente de la maceta en el área sombreada y cálida mientras mantiene las raíces y la mezcla de compost lo más intactas posible.[8]
  3. 3 Apoye la planta con estacas. A medida que su moso bamboo trata de capear su nuevo entorno, coloque tres o cuatro estacas alrededor de la base de la planta y ate una cuerda alrededor de sus tallos. Esto estabilizará la planta y evitará que se desarraigue o se dañe mientras se fortalece.[9]
  4. 4 Mantiene un ambiente húmedo. Cuando inicialmente transporte la planta, asegúrese de remojar el suelo con agua para que su moso bambú comience con una cantidad saludable de humedad. Coloque una capa de mantillo de tres o cuatro pulgadas alrededor de su planta para ayudar a retener la humedad.[10]