A medida que su niña crezca, tal vez no se sienta preparado para lidiar con el ataque emocional que a menudo puede acompañar a la adolescencia. Si le preocupa su drama, mal humor, ansiedad, malas actitudes o comportamiento, no se desespere. Al establecer una relación sólida con su hija y ayudarla a aprender a manejar sus sentimientos, estará equipándose con la información que necesita para navegar a través de los problemas emocionales de los años de adolescencia de su hija.

Método uno de cuatro:
Construyendo su relación

  1. 1 Obtenga la confianza de su hija. Su hija adolescente no se abrirá a usted si siente que no puede confiar en usted. La forma en que la haya tratado en el pasado influirá en esta parte de su relación, pero si muestra un respeto genuino por los sentimientos de su hijo, puede aumentar su confianza en usted.
    • Muéstrele a su hijo que es seguro abrirse para usted. Incluso si revela algo que es punible (experimentando con alcohol o drogas, escabulléndose, etc.) la mayoría de las veces la comprensión es un curso de acción más efectivo que las consecuencias.
    • Quítate el "Sombrero para padres" de vez en cuando. Su hija se sentirá más cómoda diciéndole cosas si llega a su nivel a veces en lugar de actuar siempre como la figura de autoridad. Puede decirte cosas que no te hacen particularmente feliz, pero será más probable que las comparta contigo si sabe que no explotarás y la dejarás plantada de por vida.[1]
    • Por ejemplo, si su hija acude a usted y le dice: "Estoy pensando en acostarme con mi novio", hable con ella sobre el control de la natalidad, la seguridad y el cuidado emocional y físico de ella. No esperes: "¡De ninguna manera! ¡Aún no puedes tener sexo!"
  2. 2 No reaccione de forma exagerada Tenga cuidado de cómo reacciona a la información que puede compartir con usted. En otras palabras, no te detengas si ella dice algo que te sorprenda o te sorprenda. La forma en que reaccione la alentará o la disuadirá de compartir sus sentimientos e inquietudes con usted en el futuro.
  3. 3 Predicar con el ejemplo. Si quieres que ella confíe en ti, enséñale lo que significa ser confiable. Haz lo que dices que vas a hacer y siempre cumple sus promesas con ella. Ella está mirando para ver cómo lidias con situaciones en tu vida, para que sepa cómo lidiar con las situaciones que surgen en su propia vida.[2]
    • Practica la resiliencia. Después de un encuentro estresante (con su hija o de otra manera), déjele ver que tiene la capacidad de recuperarse y volver a enfocarse. Modelar esto para ella la ayuda a aprender a hacer lo mismo.

Método dos de cuatro:
Hablando con tu hija

  1. 1 Habla con tu hija. Esto puede sonar tonto, pero nunca cierre a su hija ni le dé el tratamiento silencioso porque ella lastimó sus sentimientos. Las adolescentes a veces pueden decir cosas hirientes a sus padres, pero recuerden que podrían ser las hormonas las que hablan. Tú la criaste, para que conozcas a la persona que está debajo de la angustia.
    • Decida si puede o no dejar pasar el problema. Si alguno de ustedes está molesto, esperar para hablar de ello suele ser una buena idea. Darse un poco de tiempo les permitirá a ambos pensar, calmarse y proceder racionalmente cuando se reanude su conversación.
    • "Establezcamos un momento para hablar de esto mañana" o "¿Por qué no vamos a dar un paseo después de la cena para hablar de esto?" son buenas maneras de darles a cada uno un poco de espacio para respirar.
  2. 2 Intenta mantener abierta una línea de comunicación abierta. Hable de todo, no solo de las "cosas grandes". No la presione para hablar. A veces es suficiente para hacerle saber que estás interesado y esperar a que responda. Saber que estás preocupado podría animarla a que venga a hablar contigo más tarde. Trate de mantener un diálogo continuo con ella sobre sus amigos, la escuela, las relaciones, las esperanzas y los sueños.
  3. 3 Establezca el tono apropiado para su relación. Recuerde que usted es el adulto, por lo que usted es quien marca el tono de su relación con su hijo. Si eres condescendiente o sarcástico con ella, es probable que ella también lo haga contigo.
    • Además, tenga en cuenta que es más probable que su hija regrese y se disculpe por su cuenta si no reacciona de manera exagerada.
  4. 4 Manten la calma. Es tentador atacar cuando su hija es mala o agresiva con usted, pero no lo haga. A pesar de que es difícil no "defenderse" o defenderse, si lo hace, solo aumentará el conflicto entre ustedes dos. Esto eliminará la posibilidad de que ustedes dos tengan una discusión productiva.[3]
    • Haga el hábito de hacer pausas cada vez que se sienta emocionado por su hija. En lugar de enfocarte en ella, fíjate en tus propias emociones.
    • Relaja tu cuerpo intencionalmente En lugar de tensarse cuando te sientes enojado o emocional, trata de relajarte.
    • Sólo respira. Su cerebro funciona mejor cuando respira profundamente y desacelerará su reacción emocional.
    • Visualiza tus emociones Imagine el agua que corre sobre una roca y piense en cómo sus emociones están haciendo lo mismo. Te sorprenderá lo mucho que te ayuda a calmarse.

Método tres de cuatro:
Mostrando su cuidado

  1. 1 Reconoce sus sentimientos Sea paciente y recuerde que reconocer y validar sus sentimientos no significa necesariamente que condone el mal comportamiento. Algunas veces, su hija tal vez solo quiera sentir que usted reconoce sus dificultades.[4]Para ella, hace una diferencia saber que la has escuchado y que te importa.[5]
    • Intente decir cosas como "Sé que está sufriendo en este momento" o "Puedo ver cómo puede sentirse de esa manera".
  2. 2 Dile que está bien. Asegúrese de que su hija sepa que está bien aceptar lo que siente.Recuérdele que ignorar o hacer a un lado sus sentimientos no ayudará, y que siempre está bien "sentir sus sentimientos".
  3. 3 Escúchala. Es importante no criticar y tener una mente abierta cuando su hija le hable. Sea abierto y honesto, y trate realmente de escuchar lo que ella quiere decirle. Recuerde que una parte importante de escuchar es reconocer sus sentimientos.[6]
    • Si tiene problemas para entender lo que quiere decir, intente repetir sus palabras para asegurarse de que lo está obteniendo. Por ejemplo, "Entonces, lo que me está diciendo es que se siente preocupado por los puntajes de sus exámenes", o "Lo que estoy escuchando es que su amigo lo está presionando para que pruebe cierto medicamento".
    • Guarde su teléfono para que pueda prestar toda su atención a su hija. Asegúrese de que ella sepa que ella es lo más importante para usted, no su correo electrónico o mensaje de texto más reciente.
  4. 4 Empatiza con tu hija. Trata de recordar cómo se sintió cuando eras un adolescente y asegúrale que puedes entender muchos de los problemas por los que puede estar pasando. Dale ejemplos de tus propias experiencias pasadas.
    • Por ejemplo, "cuando era adolescente, recuerdo haber peleado con mi madre todo el tiempo porque no me dejaba salir más allá de las 10 de la noche y todos mis amigos tenían que quedarse hasta la medianoche".
    • O, "Recuerdo que me sentí como la única chica en el planeta que tenía que usar corsés y gafas al mismo tiempo. ¡Fue horrible!"
  5. 5 Pasa tiempo con ella. Algunas chicas adolescentes sienten que sus padres no pasan suficiente tiempo con ellas. Acostúmbrese a hacer actividades uno-a-uno con su hija, ya sea para la noche de juegos, ir de compras, hacer ejercicio juntos, o simplemente ir a cenar o al cine. Pasar el tiempo con ella le hace saber que ella es una prioridad en tu vida.
  6. 6 Apoyarla. No desestime sus preocupaciones solo porque no piense que son importantes. Las cosas que te pueden parecer triviales, como no ser invitada a una fiesta en particular o que vestir para ir al baile, pueden ser grandes problemas para ella. Recuerde que aunque ciertas cosas no le parezcan importantes, pueden ser muy importantes para ella. Tenga cuidado de no minimizar o desestimar sus problemas.
  7. 7 Tranquiliza a tu hija. Deje en claro que su hijo sabe que no importa lo que la preocupe, siempre se puede resolver. Asegúrate de que ella sepa que no hay un problema demasiado grande como para que los dos no puedan manejarlo juntos.[7]
    • Dile que crees en ella y en sus habilidades para manejar las cosas.
    • Recuérdele que ha pasado por tiempos difíciles juntos, y que superará esto también.

Método cuatro de cuatro:
Reconociendo signos de problemas serios

  1. 1 Preste atención a las señales de advertencia. A pesar de que su hijo está cambiando rápidamente durante la adolescencia, como padre, usted conoce a su hijo mejor que nadie. Preste mucha atención si observa comportamientos como estos que pueden indicar un problema más grave que la simple "angustia adolescente".[8]
    • Disminución del disfrute de las actividades que anteriormente disfrutaba
    • Bajo rendimiento en la escuela o negativa a asistir a la escuela
    • Problemas de memoria, atención y concentración
    • Cambios importantes en los niveles de energía
    • Grandes cambios en los patrones de alimentación o sueño[9]
    • Sentimientos de impotencia, desesperanza, ansiedad o tristeza[10]
    • Frecuentes ataques de agresión o comportamiento violento[11]
    • Abuso de sustancias[12]
    • Comportamiento dañino como trastornos de corte o alimentación[13]
    • Comportamiento peligroso o ilegal
    • Pasar mucho más tiempo a solas de lo habitual.
  2. 2 Abordar el bullying de inmediato. Si sospecha que su hija está involucrada en una situación de intimidación, ya sea como víctima o como acosador, tome medidas inmediatas para resolver el problema.[14]
    • Deténgalo en el acto. Está bien intervenir y separar a las personas involucradas. Si se trata de intimidación en línea, restrinja el acceso a Internet por el momento.
    • Descubre lo que sucedió Obtenga la historia de varias fuentes y trate de obtener los hechos sin culpar prematuramente.
    • Apoye a los niños involucrados en el incidente. Asegúreles que la intimidación es incorrecta en cualquier situación. Brinde consejos sobre qué hacer si la situación vuelve a ocurrir. Pruebe juegos de rol para ayudar a preparar a su hijo para situaciones de la vida real.
  3. 3 Confía en tus instintos. Recuerde que ninguna señal significa que hay un problema. Examine la gravedad, la naturaleza y la duración del problema antes de decidir un curso de acción. Sabrá cuándo su hijo está actuando de forma extraña y teniendo dificultades, así que no tema actuar de acuerdo con sus instintos parentales.
  4. 4 No tengas miedo de pedir ayuda. Si nota que está pasando por alto su cabeza, no dude en pedir ayuda para resolver los problemas que pueda tener su hija. Póngase en contacto con un terapeuta o consejero autorizado para obtener su opinión.[15]
  5. 5 Haga una cita con el médico si sospecha de una preocupación médica. Un profesional médico podrá evaluar si hay una causa importante de preocupación y puede brindarle un plan para abordar problemas físicos o mentales.[16]