Existen numerosas situaciones en las que puede que necesite leer en voz alta frente a un grupo. Tal vez tenga que leer un libro a un grupo de niños, presentar parte de un libro blanco a sus compañeros de trabajo, o recitar un pasaje de las Escrituras durante una ceremonia nupcial. Puede que le preocupe que su audiencia no lo entienda o no se conecte con su mensaje, o que cometa un error y se avergüence. Puede aliviar estas preocupaciones tomando algo de tiempo para preparar y ensayar su lectura, practicar algunas habilidades para hablar y aprender a manejar los nervios. Hacerlo le ayudará a sentirse más cómodo leyendo en voz alta.

Parte uno de cuatro:
Cómo ponerse cómodo con su texto

  1. 1 Subraye palabras y frases clave. Antes de leer en voz alta, repase el texto (si es posible) y marque cualquier palabra o frase clave. Querrá enfatizar estos puntos importantes para que su audiencia pueda comprender mejor su mensaje. Algunas de las formas en que puede enfatizar estas palabras o frases son hablarlas más despacio, más rápido, más suave o más fuerte.[1]
    • Por ejemplo, si estás leyendo la palabra "Boom", deberías aumentar tu volumen cuando hablas esta palabra. Sin embargo, las palabras "Shh, escucha" pueden requerir que las pronuncies con voz suave para enfatizarlas.
    • Si el texto contiene algún diálogo, márquelo también. Considera usar diferentes voces para dar personalidad a cada personaje.[2]
    • No confíe en poder recordar dónde debe variar el ritmo o el volumen en su lectura. Tome notas en su texto que le indiquen cuándo hacerlo y qué tipo de énfasis usar.[3]
  2. 2 Decida dónde respirar. Averiguar dónde debes respirar es importante para mantener la continuidad en tu lectura. Querrá asegurarse de no estar constantemente sin aliento en medio de una oración. Antes de leer su selección para el público, revise su texto y marque dónde se encuentran los cortes en las frases y oraciones. Estos lugares son donde debes respirar.
    • Cuando tome un respiro, tome uno lo suficientemente profundo como para permitirle continuar leyendo cómodamente hasta el siguiente descanso marcado.[4]
  3. 3 Planifica dónde pausarás. Las pausas en el texto enfatizan y crean un efecto dramático. También les dan a tus oyentes la oportunidad de digerir lo que acabas de leer y dejar que tus palabras se abran paso. Marca los lugares donde pausarás en tu texto para ayudarte a recordar dónde hacerlo.
    • Asegúrese de indicar qué marcas son para las respiraciones y cuáles son para las pausas. Sus pausas serán más largas que simplemente tomar un respiro.[5]
    • Las pausas también pueden darle la oportunidad de escanear a su audiencia y asegurarse de que estén comprometidos. Puede ajustar su volumen o énfasis en función de las reacciones de la audiencia, si es necesario.
  4. 4 Mira a los demás leer en voz alta. Puede ayudar a ver a otros leer en voz alta como un ejemplo de qué hacer.[6] Mientras los observa, tenga en cuenta las cosas que hacen que le interesan o que le ayudan a entender el texto. Tenga a mano una libreta para que pueda anotar las notas mientras están hablando.
    • Busque videos de oradores interesantes en línea. Una búsqueda rápida en Internet debería dar algunos buenos ejemplos, como Martin Luther King Jr. o el CEO de Apple, Steve Jobs. Estudia lo que hacen e intenta imitarlo en tu propio hablar.
  5. 5 Haga una lectura por sí mismo. Una vez que haya planeado cómo quiere leer su texto, practique leerlo en voz alta. Esto te dará la oportunidad de sentirte más cómodo con el texto. Estar familiarizado con el texto hará que su presentación sea más fluida y le permitirá enfocarse en hacer las cosas que lo ayudarán a conectarse con su público y atraerlo.
    • Puede ser útil practicar la lectura frente a un espejo. Practique los tipos de expresiones faciales y el lenguaje corporal que le gustaría usar durante la lectura, ya que pueden ayudarlo a conectarse con el texto y su audiencia.
    • Asegúrese de practicar haciendo hincapié en las palabras y frases que ha marcado, respirando en el momento adecuado y agregando pausas dramáticas que haya identificado.[7]
  6. 6 Grabe usted mismo para que pueda observar su lectura. Haga una práctica de lectura y regístrela en su teléfono o cámara. Lea el texto como lo haría frente a una audiencia, usando pausas, respiración y énfasis apropiados. Cuando termines, reproduce la grabación para que puedas mirar y escucharte a ti mismo.
    • Tome nota de los puntos fuertes y débiles que identifica en la reproducción, para que pueda mantener las cosas que funcionan y mejorar las que no funcionan.
    • Presta atención a tu lenguaje corporal y a tu voz. Puede notar peculiaridades que debe tener en cuenta durante la lectura, como una mala postura o jugar con el cabello.
  7. 7 Practique su lectura frente a los demás. Antes de pasar frente a su público principal, practique leer el texto delante de algunos amigos o familiares. Además de proporcionar una oportunidad para ensayar, esto ayudará a aliviar cualquier nerviosismo que pueda sentir al leer en voz alta frente a los demás.
    • Pide comentarios a tu audiencia de prueba. Es posible que puedan informarle si necesita hablar en voz alta o con mayor claridad. También puede preguntar si pudieron identificar los puntos clave del texto en función de su uso del énfasis.

Parte dos de cuatro:
Hablando clara y audiblemente

  1. 1 Disculpa por haberte querido tanto. Al leer en voz alta, la velocidad a la que lee puede afectar significativamente la comprensión y atención de sus oyentes. Elija un ritmo que no sea demasiado rápido o demasiado lento.[8] Lea lo suficientemente despacio como para que sus oyentes puedan entender todo lo que usted dice y tener suficiente tiempo para procesar la información. Sin embargo, también desea mantener la historia en movimiento para que los oyentes no se aburran.
    • Los nervios pueden hacer que hable más rápido de lo normal, aunque no se sienta como usted.Cuando se encuentre frente a una audiencia, haga un esfuerzo por desacelerar un poco su discurso, incluso si se siente un poco antinatural para usted. Lo más probable es que estés hablando más rápido de lo que crees.
    • Al establecer el ritmo, es mejor hablar más lento que más rápido. Es probable que el público siga prestando atención si las cosas se están moviendo un poco lento, pero puede perderlas por completo si habla demasiado rápido.[9]
  2. 2 Pronunciación de práctica. El hecho de hablar mal o pronunciar mal las palabras puede dificultar que su público entienda lo que está diciendo. Para mejorar su pronunciación, practique articulando ciertos sonidos más enfáticamente a través de ejercicios.
    • Una cosa que puede hacer es resaltar cada palabra que termina en las letras t, d, p, b, k, o g, y practicar sobre pronunciarlas. Hacerlo te ayudará a pronunciar tus palabras más claramente en tu discurso habitual.[10]
    • Realizar trabalenguas diarios también puede ayudarlo a articular sus palabras más claramente. Algunos trabalenguas que puedes usar son "cuero rojo, cuero amarillo" y "once elefantes benevolentes".[11]
    • Si hay palabras que pronuncias constantemente mal, tómate un tiempo extra aprendiendo cómo decir correctamente estas palabras y practica hasta que lo hagas bien.
  3. 3 Calienta antes de hablar. El día que hablará, mantenga su voz caliente y lista cantando o tarareando durante el día. Esto ayudará a garantizar que su voz esté lista cuando vaya a hablar para que no parezca tenso. También puede repetir trabalenguas durante todo el día para relajar la lengua y los labios.
    • Repite la frase "Ves Oz" de una manera exagerada para estirar la mandíbula y darle más flexibilidad a la lengua.[12]
  4. 4 Beba agua y evite la cafeína y los alimentos grasos. Lo que usted come y bebe puede afectar el sonido de su voz. Asegúrese de beber mucha agua, incluso una taza antes y después de tomar cualquier bebida con cafeína. Lo mejor es evitar las bebidas con cafeína por completo, si es posible. Las mentas, las nueces y los alimentos grasos pueden causar acidez estomacal o ronquera en la voz, así que evite estos cuando sea posible.[13]
    • Si puedes, llévate un poco de agua cuando vayas a leer. Si te encuentras ronca, detente y tómate un sorbo.

Parte tres de cuatro:
Conectando a su audiencia

  1. 1 Hacer contacto visual. Hacer contacto visual con su audiencia puede ser complicado cuando también tiene que leer las palabras en una página. Sin embargo, hacerlo te ayudará a conectarte con tu público y a involucrarlo en lo que estás diciendo. Cuando estés leyendo en voz alta, mira la página solo brevemente si puedes, escaneando en el texto. Luego, levante la cabeza y haga contacto visual con sus oyentes, repitiendo las palabras que acaba de escanear. Mantenga un dedo en la última oración que leyó para ayudarlo a mantener su lugar en el texto.
    • Asegúrate de barrer al público cuando haces contacto visual. Mire a las personas en el frente, el medio, la espalda y cada lado de la habitación. Si tiene problemas para recordar hacer esto, intente tomar notas en su texto para recordarlo.[14]
    • Además, haz contacto visual con personas específicas. Cualquiera que sea la dirección que estés mirando, cierra los ojos a una persona mientras pronuncias una oración completa. Esta táctica puede ayudarlo a establecer una conexión más profunda con su audiencia.[15]
  2. 2 Anima tu voz. Escuchar a alguien leer en monotono no solo es aburrido, sino que también puede dificultar que los oyentes sigan y entiendan las ideas principales de su historia. Cuando estés leyendo en voz alta, usa inflexión, que es donde acentúas ciertas palabras o frases, y cambia el tono, el tono y el volumen de tu voz para que tenga efecto.[16]
    • Por ejemplo, al leer una historia, habla en un tono más alto durante una parte realmente emocionante, y un tono de voz inferior durante las partes que son más pensativas o tristes.
    • Si estás leyendo una historia con varios personajes, dales a cada uno una voz diferente. Esto puede ser difícil, así que decida cómo sonará cada personaje y practique sus voces antes de tiempo.[17]
  3. 3 Use expresiones faciales apropiadas Mientras estás leyendo, recuerda usar expresiones faciales que respalden el texto. Puede usar expresiones faciales para mostrar sorpresa, felicidad, desilusión, preocupación, enojo, alivio y una miríada de otras emociones.
    • Por ejemplo, sonreir le hará saber a su audiencia que usted cree en lo que está leyendo. A su vez, tu audiencia estará más invertida.[18]
    • Si estás leyendo un pasaje en el que hay un evento sorprendente o sorprendente, muestra esa sorpresa en tu rostro ampliando los ojos y abriendo la boca.
  4. 4 Usa el lenguaje corporal Además de utilizar el lenguaje corporal para transmitir confianza en su mensaje, como mantener contacto visual y sonreír, también puede usar el lenguaje corporal para ayudar a transmitir el mensaje que está tratando de transmitir a través de su lectura. Mueva su cabeza, brazos y cuerpo de manera que refuerce su punto. Asegúrese de que cualquier lenguaje corporal que use sea útil y deliberado.[19] .
    • Un ejemplo podría ser asentir con la cabeza hacia arriba y hacia abajo mientras lee una sección de texto con la que desea que la audiencia esté de acuerdo.
    • Evite el lenguaje corporal que no se agrega a su lectura. Por ejemplo, mover involuntariamente las manos mientras lees sin ningún propósito detrás puede distraer a tu público.

Parte cuatro de cuatro:
Tratando con nervios

  1. 1 Respirar. Hacer un simple ejercicio de respiración antes de leer en voz alta puede ayudar a calmar cualquier nervio que tengas. Aprender a controlar su respiración puede ayudar a disminuir su frecuencia cardíaca y su presión arterial, y poner su cuerpo en un estado relajado y tranquilo. Prueba este ejercicio de respiración para calmar tus nervios:
    • Siéntate quieto con una buena postura en algún lugar cómodo.
    • Cierra los ojos y empieza a inhalar y exhalar por la nariz.
    • Inhale por 1 conteo, contenga la respiración por 1 conteo, y luego exhale, contando hasta 4. Espere 1 conteo antes de inhalar de nuevo.
    • Establezca un temporizador durante 5 minutos y practique este patrón de respiración todo el tiempo. Deberías notar una diferencia en tu humor cuando termines.[20]
  2. 2 Haz una postura segura. Una pose abierta y poderosa puede ayudarlos a verse y sentirse más seguros.[21] Mantenga sus hombros y caderas al cuadrado, y siéntese o póngase de pie. Mantenga los pies firmemente plantados a aproximadamente 1 pie (30 cm) de distancia. Use una postura de poder tanto antes como durante su presentación para reducir el nerviosismo y ayudarlo a conectarse con la audiencia.
    • Si tiene un podio o una mesa frente a usted en los que puede colocar el texto, descanse las manos e inclínese ligeramente hacia adelante mientras lee. Esto puede ayudarlo a aparecer (y sentirse) con más autoridad.
  3. 3 Concéntrese en las personas que están comprometidas. Sin importar el tema, es probable que haya algunas personas en la audiencia que no estén de acuerdo con lo que usted dice, que estén aburridas, distraídas o incluso dormidas. Ignora a estas personas En cambio, enfoca tu atención en las personas que están comprometidas con tu lectura. Centrar su atención en estas personas lo ayudará a sentirse más relajado y seguro.
    • Busque personas que asienten con la cabeza "sí", que se sienten derechas y que hagan contacto visual con usted.[22]
  4. 4 Convierta el nerviosismo en emoción. Es normal sentirse nervioso cuando tienes que hacer algo delante de un grupo de personas. Puede sentir signos de nerviosismo, como manos húmedas, sudor, temblores o mariposas en el estómago. Sin embargo, cuando empiece a sentirse nervioso, intente decirse a sí mismo: "¡No está nervioso, está emocionado!". Convencerse de estar emocionado (que puede presentar muchos de los mismos síntomas que el nerviosismo) puede ayudarlo a relajarse y sentir más confiado.[23]
  5. 5 No esperes la perfección A pesar del dicho "La práctica hace al maestro", aceptar por adelantado que vas a cometer errores puede ayudarte a lidiar con los nervios que estás experimentando. No importa cuánto practiques, hay una gran posibilidad de que te saltees una palabra o dos en alguna parte durante tu lectura. Hablar en público es un temor común, por lo que muchas personas en la sala comprenderán cualquier error que cometas.[24]
    • Si comete un error, solo continúe. Por ejemplo, si dice la palabra incorrecta u omite una línea de texto, hay una gran probabilidad de que su audiencia ni siquiera lo note. A menos que el error dificulte la comprensión de su audiencia, siga moviéndose como si nada hubiera sucedido.[25]