Cuando lo cocina y lo almacena adecuadamente, el salmón es un pescado delicioso y saludable. Siempre revise su salmón crudo en busca de signos de deterioro antes de dedicar tiempo a preparar una comida. Olvídese de las sobras de salmón que no se han refrigerado correctamente o que tienen más de dos días. Asegúrese de que su pescado esté cocido antes de disfrutar su comida.

Método uno de tres:
Comprobación de salmón crudo

  1. 1 Asegúrate de que el pez no tenga un fuerte olor a amoníaco. Huela el salmón crudo para ver si tiene mal olor. Si el pescado huele a acre, a pescado o a amoníaco, probablemente sea malo. El salmón fresco debe tener un aroma muy suave.[1]
  2. 2 Busque una capa lechosa para indicar que el pescado se ha dañado. Una señal de que el pescado crudo ha salido mal es la presencia de una piel blanca y translúcida encima. Antes de cocinar, inspeccione su salmón para asegurarse de que no tenga una película lechosa en su superficie. Si ve algún tipo de película opaca desarrollándose en el pez, bótelo.[2]
  3. 3 Vea si el salmón tiene una consistencia débil. Antes de cocinarlo, verifique la consistencia de su salmón crudo. Si el pez siente que se está rompiendo mientras lo manejas, tíralo. El salmón fresco siempre debe ser firme y mantenerse unido.[3]
  4. 4 Inspeccione los ojos por decoloración. Si compra salmón con la cabeza todavía encendida, verifique la apariencia de sus ojos. El salmón fresco debe tener ojos brillantes y claros con una pupila oscura en el medio. Cuando el pez ha salido mal, los ojos aparecerán descoloridos.[4]
    • Los ojos del salmón también deberían aparecer ligeramente abultados. Si los ojos parecen hundidos, es probable que el pescado haya salido mal.[5]
  5. 5 Comprueba si el salmón tiene un color opaco y pálido. Compruebe el color de su salmón para ver si todavía está bueno o no. El salmón fresco debe tener un color rosa brillante o naranja. Si tu salmón tiene un color pálido y apagado, es probable que se haya echado a perder.[6]
    • Su salmón también debe tener líneas blancas finas ejecutándose, lo que indica frescura.
  6. 6 Verifique las fechas "mejor antes" y "venda". Si tiene dudas sobre la calidad de su salmón, consulte la fecha de "mejor antes" indicada en el envase. Esta fecha no es una predicción definitiva de cuándo tus peces saldrán mal, pero te dará una buena idea de cuándo podría echarse a perder. También debe verificar la fecha de "vender antes de", que también debe indicarse en el paquete.[7]
    • Como regla general, el salmón fresco refrigerado se mantendrá durante uno o dos días después de su fecha de caducidad.

Método dos de tres:
Ver si el salmón sobrante es bueno

  1. 1 Busca un olor desagradable y agrio. Si su salmón cocido tiene un olor fétido, tírelo inmediatamente. Un fuerte olor agrio es una clara indicación de que su comida sobrante se ha estropeado. Si el salmón no tiene un olor suave y apetitoso, no lo coma.[8]
  2. 2 Busque una textura viscosa. Una clara señal de que el salmón cocido sobrante ha salido mal es una consistencia viscosa. Si su salmón ha perdido su textura gruesa y escamosa, no vale la pena comerlo. Bótelo si tiene poca consistencia.[9]
  3. 3 Evite dejar el salmón cocido a temperatura ambiente durante más de dos horas. El salmón cocido se debe tirar si se deja a temperatura ambiente durante más de dos horas después de la cocción. Las bacterias comenzarán a crecer si el pescado no se refrigera antes de ese punto. Siempre tome nota de la hora en que cocina el salmón, o el momento en que lo pide en un restaurante, y el momento en que puede ponerlo en el refrigerador.[10]
  4. 4 Deseche los restos que tengan más de dos o tres días. Tres días después de que esté cocido, arroje los restos de salmón independientemente de si parece estar dañado. Si no está seguro acerca de la condición de su salmón después de dos días, deséchelo. La posibilidad de crecimiento y enfermedad bacteriana no justifica el riesgo.[11]

Método tres de tres:
Asegurándose de que el salmón esté cocido adecuadamente

  1. 1 Usa tu tenedor para ver si el pescado se desmenuza. Use un tenedor para raspar suavemente a través de su filete de salmón o filete. Cuando el pescado se cuece adecuadamente, debe romperse en copos cuando se lo empuja. Si su pez se siente denso o gomoso, no se cocina adecuadamente.[12]
  2. 2 Verifique si su salmón es opaco. Para asegurarse de que su salmón esté completamente cocinado, córtelo en su punto más grueso e inspeccione su color. El pescado completamente cocido debe ser opaco. Si el salmón parece translúcido, debe cocinarse durante más tiempo.[13]
  3. 3 Verifica la temperatura del pez. Si tiene acceso a un termómetro de carne, úselo para probar la temperatura de su salmón. Coloque el termómetro en la parte más gruesa de su salmón y déjelo reposar por un minuto para obtener una lectura precisa. Un trozo de salmón bien cocido debe alcanzar 145 grados Fahrenheit, o aproximadamente 63 grados centígrados.[14]
    • Use un termómetro de carne digital para la lectura más clara posible.