Con la presión de entrar en una buena universidad o estudiar para la escuela, el estrés se ha convertido en una epidemia de salud en las escuelas secundarias de todo el país.[1] Un poco de estrés es natural, incluso positivo. Pero si comienza a sentirse físicamente enfermo, debe comenzar a cambiar su estilo de vida. Diviértete, vive más saludable, reconsidera tu enfoque de la escuela y aprende a administrar tu tiempo.

Método uno de cuatro:
Cambiando su perspectiva

  1. 1 Sepa cuándo su estrés se ha vuelto insalubre. Un poco de estrés puede ser algo bueno; nos alienta a trabajar más duro y realizar bajo situaciones de alta presión. Pero demasiado estrés puede comenzar a dañar nuestra salud y hacer que sea más difícil para nosotros actuar.
    • Una buena señal de que te has estresado demasiado es que ya no puedes recuperarte. Tiene sentido estar estresado la noche antes de una prueba. Pero, si todavía te estresas cuando vuelves a casa para pasar tiempo con tus amigos, entonces tienes un problema.[2]
    • Los signos más frecuentes de estrés excesivo son dolores de cabeza y dolores de estómago.[3]
    • Otros síntomas incluyen fatiga, estreñimiento, nerviosismo, diarrea, patrones inconsistentes de sueño, calambres en el cuello, sudoración, falta de apetito, indigestión, acidez estomacal, irritabilidad, dificultad para concentrarse y sentimientos de inadecuación, culpa, impotencia y fracaso.
  2. 2 Reformula tu perspectiva. Debe tomarse un tiempo libre para tratar de repensar la forma en que ve su situación. Intenta encontrar una forma más positiva de ver tu situación.[4]
    • Si estás luchando con clases AP, por ejemplo, recuerda que todavía eres un estudiante de secundaria que se ocupa de trabajo de nivel universitario. No estás luchando en la universidad, estás sobresaliendo en la escuela secundaria.
    • Si las malas calificaciones lo hacen sentir mal, recuerde que es solo una tarea y que tendrá la oportunidad de recuperarla. Centrarse en lo negativo solo lo mantendrá deprimido y le impedirá sobresalir en el futuro.
    • Habla con el consejero escolar si crees que tus calificaciones pueden ser demasiado bajas para que puedas alcanzar tus objetivos de vida. El consejero puede decirle si está encaminado. Si no está encaminado, el consejero podría darle algunas sugerencias sobre cómo ponerse al día. Alternativamente, el consejero también puede orientarlo hacia otras trayectorias profesionales acordes con sus intereses y habilidades.[5]
  3. 3 Habla con tus padres. Hablar con tus padres puede ser lo último que la mayoría de nosotros desee hacer en la escuela secundaria, especialmente si están contribuyendo a nuestra ansiedad. A veces, sin quererlo, nos presionan para sobresalir y empujarnos más allá de lo que podemos lograr. Con suerte, si mencionas cómo te sientes con ellos, ajustarán la forma en que te hablan.[6]
    • Sin esta presión externa, puede ser mucho más fácil para nosotros desarrollar una visión saludable del trabajo escolar.
    • Si nuestros padres son conscientes de cómo nos sentimos, pueden convertirse en socios importantes para enfrentar el estrés. Los padres pueden ayudarnos a arreglar nuestros horarios. Además, lograr que se comprometan con un hogar durante el tiempo de tarea puede facilitar la concentración en el cumplimiento de nuestras tareas.

Método dos de cuatro:
Reparar su horario y ambiente de trabajo

  1. 1 Dibuja un horario. Obtenga un planificador y anote todas sus obligaciones. Comience por bloquear las obligaciones fijas, como las reuniones de la escuela y el club. Averigua cuándo trabajarás en cada una de tus tareas e intenta dejar un poco de tiempo para relajarte.[7]
    • Intente programar el trabajo escolar más temprano en el día. Va a encontrar progresivamente más difícil concentrarse a medida que avanza el día.[8]
    • Programe un poco de tiempo libre todos los días. Los clubes y los deportes pueden ser una fuente de estrés tanto como una fuente de entretenimiento. Debe tener un tiempo no estructurado para no hacer nada, si lo desea.
  2. 2 Comience grandes proyectos temprano. Si sabe que hay una prueba próxima, estudie un poco todos los días. Poner grandes asignaciones en el último segundo es una receta para el estrés. Programe que estos proyectos se completen con varios días de anticipación.[9]
  3. 3 Crea un espacio de trabajo. Es importante tener un lugar donde pueda trabajar sin distracciones. No debe haber TV, teléfonos, e Internet solo debe usarse para investigación. Es posible que necesite decirle a sus padres que apaguen sus televisores también; escuchar lo que se está perdiendo en la distancia solo hará que sea más difícil concentrarse en el trabajo.
    • Su espacio de trabajo también debe estar limpio y organizado. Puede perder fácilmente su trabajo en el desorden. Ese escenario puede costarle un poco de tiempo y mucha cordura.[10]
  4. 4 Habla con tu maestro Si habla con su maestro, él podría iluminar qué está mal en la clase. Es posible que él le ofrezca crédito adicional o incluso que le indique un servicio de tutoría.
  5. 5 Obtener un tutor Un buen tutor le ayudará a organizar su trabajo, programar su tiempo, comprender mejor un tema y progresar de manera más eficiente a través de sus tareas. Busque en línea servicios de tutoría en su área o busque tutores privados. Si habla con su consejero o maestro, puede encontrar que su escuela tiene algunos tutores que pueden trabajar con usted.
  6. 6 Priorizar Cuando comiences a trazar tu agenda, es posible que encuentres que no hay suficiente tiempo en el día. En ese momento, tendrá que determinar qué es importante y comenzar a dejar las cosas. Considere si sus obligaciones deportivas o de club lo distraen de su trabajo escolar. Si el trabajo de su escuela es demasiado, considere abandonar algunas clases de AP o Honor.[11]
    • A veces puedes tener tu pastel y comértelo aprovechando el poder del verano. Durante el verano, no tendrás requisitos del curso. Puede usar ese tiempo para la preparación SAT y ACT para que no tenga que preocuparse por eso durante el año escolar. También puede participar en deportes y otras actividades extracurriculares durante el verano.Incluso puede tomar un curso de verano en una universidad, para que pueda reducir sus requisitos de AP durante el año escolar.[12]

Método tres de cuatro:
Manejando la ansiedad social

  1. 1 Obtener consejos. Es natural y extremadamente común estar preocupado por hacer amigos y sentirse aceptado en la escuela secundaria. Hable con otra persona, ya sea un terapeuta, un amigo o un padre. Estas personas pueden darle sugerencias sobre cómo navegar en su entorno social.[13][14][15]
  2. 2 Comprende la pubertad. La pubertad causa cambios emocionales extremos y afectará su apariencia. Muchos adolescentes están extremadamente angustiados por la forma en que la pubertad afecta su apariencia.[16] Pero el acné, el olor corporal y los cambios rápidos de peso son un efecto secundario temporal de la pubertad. Reconozca que estas son incomodidades a corto plazo que allanan el camino para convertirse en adulto.
    • Para lidiar con estos efectos secundarios a corto plazo, lleve un estilo de vida más saludable que incluya una buena dieta y ejercicio.[17]
  3. 3 Encuentra una forma de expresar tus emociones. Toma poesía, guitarra o arte. No esperes que tu trabajo en la escuela secundaria sea una obra maestra. A veces solo ayuda tener un medio para expresar tus sentimientos. Si tienes suerte, también puedes aprender una nueva habilidad.[18]
  4. 4 Recita un mantra positivo. Repite en tu cabeza: "No tengo miedo" o "Puedo hacer esto". Repítelo una y otra vez cuando quieras superar tus límites sociales, como si trataras de sentarte con un nuevo grupo durante el almuerzo. Esto desplazará tus pensamientos pesimistas y te ayudará a seguir adelante.[19]
  5. 5 Celebra tus logros. Cada vez que hable con alguien nuevo, tenga éxito al hablar frente a un grupo, superar una nueva reunión del club, perder cinco libras o aclarar su acné, festeje. Marque sus hitos para que recuerde después que puede superar sus obstáculos.[20]

Método cuatro de cuatro:
Vivir más saludable

  1. 1 Ejercicio. Se ha demostrado que el ejercicio aumenta la confianza y la energía, a la vez que reduce el estrés.[21] Debe intentar hacer ejercicio de tres a cinco veces a la semana, ya sea para correr, hacer yoga, levantar pesas o practicar deportes.[22]
  2. 2 Come una dieta balanceada. Los alimentos con alto contenido de grasas y calorías pueden hacer que se sienta inactivo.[23] Para obtener energía, debes tener una buena variedad de nutrientes, que incluyen proteínas, vitaminas, carbohidratos y grasas. Varíe los tipos de alimentos que come tanto como sea posible.
    • Es particularmente importante que coma un buen desayuno, para darle energía durante todo el día.
    • Evite alimentos con alto contenido de azúcar. Esto hará que bloquees. El uso regular de cafeína también eventualmente gravará su suministro de energía.[24]
    • Evite las dietas extremas de choque. A menudo implican privarse de nutrientes clave que son importantes para mantener su nivel de energía y su salud mental.[25]
    • Los alimentos que se dice que aumentan su capacidad de pensar claramente incluyen granos enteros, pescado azul, arándanos, naranjas, semillas de calabaza, brócoli, salvia y nueces.[26]
  3. 3 Dormir. Como adolescente, debes intentar dormir de 7 a 8 horas todas las noches. Se ha demostrado que los estudiantes que obtienen menos de esto obtienen calificaciones más bajas y corren un mayor riesgo de sufrir accidentes automovilísticos. El sueño es importante para mantener su concentración y su salud mental en general.[27]
    • Para ayudarlo a conciliar el sueño, manténgase alejado de su computadora durante al menos una hora antes de acostarse. Se ha demostrado que las pantallas de computadora emiten una longitud de onda de luz que suprime la melatonina, una hormona que es esencial para descansar bien por la noche.[28]
  4. 4 Risa. Reír de forma natural reduce el estrés. Tómese un tiempo para pasar el rato con sus amigos y pasar un buen rato. Mire películas divertidas y programas de TV. No te olvides de pasar un buen rato.[29]