Una exploración de la tiroides es una prueba de imágenes nucleares que se usa para ver la glándula tiroides, que se encuentra en el cuello y ayuda a regular su metabolismo. Generalmente, se necesita un examen de tiroides cuando su médico desea examinar un crecimiento que se ha encontrado en su tiroides. El examen puede ayudar a identificar si el crecimiento es un quiste inofensivo o un tumor potencialmente canceroso. Un examen de tiroides generalmente no requiere mucha preparación. Sin embargo, aún hay varias cosas que debe tener en cuenta, como identificar qué tipo de examen necesita y los medicamentos que está tomando que podrían interferir con la prueba.[1]

Parte uno de tres:
Preparación médica y emocional

  1. 1 Averigüe qué tipo de escaneo está recibiendo. Hay 3 tipos de escaneos de tiroides. En una exploración típica de tiroides, se realizará una prueba de imágenes nucleares utilizando pequeñas cantidades de material radiactivo para observar el tamaño, la posición y la forma de la tiroides.[2]
    • Durante una captación tiroidea, también conocida como prueba de captación de yodo radioactivo, tragarás yodo en forma de líquido o cápsula para que se pueda medir tu función tiroidea.[3]
    • Durante un ultrasonido de tiroides, las ondas de sonido se utilizan para crear una imagen de su tiroides. La prueba es indolora, no requiere ninguna preparación especial, y no será necesario que deje de tomar medicamentos antes del ultrasonido.[4]
  2. 2 Pregúntele a su médico si necesita suspender algún medicamento. Antes de su exploración, debe hablar con su médico para ver si debe dejar de tomar alguno de sus medicamentos o vitaminas. Hay algunos que pueden interferir con los resultados, por lo que es importante descontinuar su uso.
    • Estos medicamentos pueden incluir medicamentos antitiroideos y hormonas tiroideas. Como estos medicamentos se usan para tratar la tiroides, podrían afectar los resultados de su exploración.
    • Dicho esto, no deje de tomar ningún medicamento sin hablar primero con su médico.
  3. 3 Informe a su médico sobre cualquier contraindicación. Asegúrese de informarle a su médico sobre cualquier factor de riesgo o problemas de salud que lo convertirían en un candidato inadecuado para someterse a un examen de tiroides. Algunas cosas para decirle a su médico incluyen:
    • Si ha sufrido anafilaxia (una reacción alérgica grave) anteriormente de cualquier sustancia, incluidos los mariscos o las picaduras de abejas.
    • Si eres alérgico a algún medicamento
    • Si estás amamantando
    • Si estás o puedes estar embarazada
  4. 4 Informe a su médico si ha tenido algún procedimiento que pueda afectar la prueba. Si se sometió a un procedimiento que utilizó tintura de yodo o material radiactivo dentro de las 4 semanas posteriores a su exploración, podría afectar sus resultados. Si es así, deberá reprogramar su escaneo.
    • Estos medios de contraste son capaces de alterar los resultados de su gammagrafía tiroidea. Las células en su tiroides no absorberán fácilmente el material de contraste de yodo porque ya estarán sobrecargadas con él.
  5. 5 Evita consumir yodo. Evitar el uso de yodo en los días previos al examen permitirá que la tiroides absorba el tinte de yodo utilizado en la prueba. Esto asegura que su proveedor de atención médica recibirá los mejores resultados posibles. Su proveedor de atención médica puede solicitarle que mantenga una dieta baja en yodo durante 2 semanas antes del examen.[5] Los medicamentos y otras sustancias que contienen yodo incluyen:[6]
    • Sal yodada
    • Multivitaminas
    • Quelpo
    • Jarabe para la tos
    • Medicamentos para el corazón con amiodarona (como Pacerone o Cordarone)
  6. 6 Prepárese mentalmente para el procedimiento. Aunque es posible que necesite una vía intravenosa, lo que significa un pinchazo rápido, el escaneo es indoloro. La vía intravenosa se usa para administrar el radiotrazador, y es posible que sienta una sensación de frescura a medida que viaja por su brazo. En algunos casos, el radiotrazador puede administrarse por vía oral o inhalarse en lugar de administrarse por vía intravenosa. Tiene poco o ningún sabor.[7]
    • Siéntase libre de preguntarle a su médico o radiólogo cualquier pregunta que tenga antes y durante el examen. Muchas veces su estrés o sus temores se pueden minimizar si obtiene respuestas a todas sus preguntas.

Parte dos de tres:
Preparándose para el día de la prueba

  1. 1 Use ropa holgada y cómoda el día del examen. El día del examen, el técnico puede pedirle que se quite la ropa y use una bata de hospital para el procedimiento. Por esta razón, asegúrese de que la ropa que elija sea fácil de quitar.[8]
    • Si permanece en su propia ropa, es posible que deba abrir la ropa.
    • Considere usar una camisa abotonada para que ese técnico pueda acceder fácilmente a su tiroides.
  2. 2 Retire las joyas que se encuentran cerca de su tiroides. Su tiroides se encuentra en su cuello, justo debajo de su manzana de Adán pero por encima de su clavícula. Cualquier joya que usas habitualmente en esta área, como un collar, debe retirarse antes de la prueba.[9]
  3. 3 Considere llevar a alguien con usted al examen. Cuando se realiza un examen de su tiroides, es posible que reciba malas noticias sobre su salud. Puede ser una buena idea tener un amigo o familiar contigo para que puedas contar con su apoyo si realmente recibes malas noticias.[10]
    • Por lo general, puede tener a su amigo o familiar en la habitación con usted o en la sala de espera. Haz lo que te resulte más cómodo.

Parte tres de tres:
Hacer preparaciones adicionales para la prueba de un niño

  1. 1 Dígale al niño qué implicará el examen. Antes del día del examen, es importante que explique a fondo lo que implicará el examen para que su hijo sepa qué esperar. La mejor manera de hacerlo es pretender que está realizando el procedimiento en su tiroides. Esto ayudará a que su hijo se sienta menos ansioso durante el examen de tiroides real, ya que estará más familiarizado con el procedimiento.[11]
    • Pídale a su hijo que alargue su cuello como si fuera una jirafa buscando las hojas de un árbol. Si el niño se hace una ecografía, coloque un poco de loción en el cuello del niño para simular el gel de ultrasonido.[12]
    • Use la parte trasera de una pala de helado como varita o escáner. Simule presionar botones y mirar una pantalla mientras mueve suavemente la pala, por encima o por debajo de la glándula tiroides.
    • Recuerde tratar a su hijo como si fuera un técnico real. Por ejemplo, pregunte su nombre y pregúnteles cómo se sienten hoy.
  2. 2 Prepara al niño emocionalmente Además de decirle al niño en qué consistirá la prueba, también debe decirles para qué prueba y qué podría significar. Hábleles sobre cómo se sienten y qué temores pueden tener. Hágales saber que sus temores y preocupaciones son perfectamente normales y que los ayudará a resolver cualquier problema que surja.[13]
    • Es importante tener en cuenta la madurez y la edad del niño al decidir cuánto decirles.
  3. 3 Traiga varios artículos con usted para distraer a su hijo durante el procedimiento. Para mantener a su hijo quieto durante el procedimiento, es posible que desee traer algo para entretenerlos. Algunos elementos útiles pueden incluir:[14]
    • Tableta electrónica o teléfono inteligente
    • Juguetes pequeños
    • Libros
    • Tarjetas de memoria
  4. 4 Discuta si es necesario sedar a su hijo. En ocasiones, los niños simplemente se niegan a permanecer sentados durante todo el examen, lo que imposibilita la obtención de resultados precisos. Si no se puede obtener el escaneo en el centro de radiología, es posible que deba llevar a su hijo a un hospital para que su escaneo se realice bajo sedación.
    • Discuta esta opción con su médico. Es mucho más fácil hacer la prueba sin sedación, por lo que esto solo debe hacerse como última opción.
    • Un hospital tiene la capacidad de sedar a su hijo mientras lo monitorea durante el examen.
    • El medicamento que se usa con frecuencia para la sedación es el hidrato de cloral. Esta no es una forma de anestesia, sino un sedante. Se puede administrar a través de un supositorio anal, en forma líquida por vía oral, o con una sonda nasogástrica unida a una máscara facial de oxígeno. Los efectos del sedante generalmente duran un par de horas.[15]
  5. 5 Trate de evitar que su hijo se mueva durante el procedimiento. Un examen de ultrasonido es extremadamente sensible al movimiento. Desafortunadamente, muchos niños lloran y se niegan a quedarse quietos, lo que simplemente prolonga el procedimiento. Por lo tanto, es importante que mantenga a su hijo lo más quieto posible durante todo el procedimiento, usando técnicas de distracción o promesas de recompensas después si se comporta bien.[16]
    • Los técnicos en la mayoría de las instalaciones están familiarizados con los desafíos asociados con el escaneo de pacientes pediátricos. También pueden tener algunas técnicas que ayudarán a mantener al niño quieto.