Arrodillarse puede hacer que las rodillas estén doloridas y rígidas, causando malestar y daño con el tiempo. Arrodíllese más cómodamente comprando rodilleras o una estera de rodillas para amortiguar sus articulaciones. Evite arrodillarse en el suelo con las rodillas descubiertas, lo que puede provocar raspaduras o abrasiones en la piel. Mantenga sus rodillas en buena forma haciendo ejercicios de fortalecimiento de la rodilla y perdiendo el exceso de peso, si es necesario. Si experimenta dolor de rodilla persistente, ¡consulte a su médico de inmediato!

Parte uno de tres:
Ponerse en posición de rodillas

  1. 1 Baje una rodilla lentamente al piso. Extiende una pierna ligeramente detrás de ti. Cambie su peso al pie de la pierna opuesta. Baje lentamente la rodilla hacia el suelo.[1]
  2. 2 Balancee su peso. Una vez que la rodilla está cómodamente en el suelo, cambie el peso hacia atrás. Asegúrate de que el pie que tienes plano en el suelo esté apuntando al frente, y que tus piernas estén dobladas en ángulos de 90 grados. Además, asegúrese de que sus caderas estén en línea con sus hombros.[2]
  3. 3 Pon tu otra pierna debajo de ti. Si no desea permanecer en una posición de media arrodillarse, cambie su peso a la rodilla que descansa en el suelo y suavemente jale la otra pierna debajo de usted. Junta tus rodillas y vuelve a dispersar tu peso entre ellas. Ajuste sus piernas para que sus rodillas estén a la distancia de los hombros, lo que equilibrará el peso más fácilmente entre las rodillas.[3]

Parte dos de tres:
Protegiendo tus rodillas

  1. 1 Use rodilleras. Las rodilleras son una forma excelente de prevenir el daño que pueden ocurrir en sus articulaciones después de períodos prolongados de arrodillarse. Busque rodilleras en línea o en ferreterías, donde la selección estará orientada a arrodillarse en lugar de rendimiento deportivo. Busque rodilleras con una carcasa exterior sólida y antideslizante, y gel o espuma.[4]
    • Asegúrese de que las rodilleras sean lo suficientemente grandes como para proteger adecuadamente sus rodillas. En caso de duda, opte por un tamaño más grande.
  2. 2 Compre una estera de rodillas. Las alfombras de rodillas son una buena opción para proteger sus rodillas durante largos períodos de arrodillarse en la misma posición. Las alfombrillas de jardín son almohadillas versátiles que se pueden usar prácticamente en cualquier lugar (por ejemplo, arrodillándose junto a la bañera para darle un baño a su perro). Busque en línea, o en los grandes almacenes, alfombras de jardín que arrodillan, que varían en tamaño y materiales (por ejemplo, espuma básica, amortiguación de gel, espuma de memoria).[5]
  3. 3 Evite arrodillarse sobre las rodillas desnudas. Para proteger sus rodillas de raspaduras u otras abrasiones de la piel, evite arrodillarse sobre las rodillas desnudas. Si no usa protectores de rodillas o ropa larga, hágase cargo de una superficie blanda (por ejemplo, alfombrado o pasto) en lugar de una superficie áspera como madera dura u hormigón. Si esto no es posible, bájate en una posición de sentadilla en lugar de arrodillarte.

Parte tres de tres:
Garantizar la salud de la rodilla

  1. 1 Haga ejercicios de fortalecimiento de la rodilla. Para mejorar la condición de sus rodillas, realice ejercicios de fortalecimiento de rodilla regularmente. Opte por representantes de cardio y fortalecimiento muscular de bajo impacto, que acumularán las rodillas sin ejercer demasiada presión sobre ellas. Para evitar lesiones, calentar y estirar durante varios minutos antes de cualquier ejercicio vigoroso.
  2. 2 Pierda el exceso de peso. Llevar exceso de peso puede causar estrés en las articulaciones de las rodillas, lo que puede ocasionar lesiones y una degradación acelerada del cartílago de la rodilla.[6]Perder peso de forma segura consultando a su médico, elaborando un plan de alimentación saludable y haciendo ejercicio regularmente. Manténgase alejado de las dietas de moda, limpia o pastillas para adelgazar, que pueden ser peligrosas y hacer que su cuerpo carezca de los nutrientes requeridos.
  3. 3 Consulte a su médico si tiene dolor persistente en la rodilla. Si experimenta dolor persistente en la rodilla al arrodillarse, consulte a su médico de inmediato. Es posible que los problemas graves deban tratarse con medicamentos antiinflamatorios, analgésicos, fisioterapia o cirugía. Las condiciones que causan dolor de rodilla incluyen:[7]
    • Daño al cartílago o ligamentos
    • Esguinces de rodilla
    • Osteoartritis
    • Bursitis (también conocida como "rodilla de la criada", una condición común en individuos que se arrodillan con frecuencia)
    • Tendinitis
    • Tendones desgarrados